2- Arely

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Mi padre siempre fue algo... Racista nunca me dejo relacionarme con personas que no fueran alemanas, un día cuando llego de su trabajo en el ejército me pidió que también me uniera, yo no tenía motivos para hacerlo pero tampoco para no hacerlo así que acepté, aunque la verdad nunca me había relacionado con personas que no fueran soldados, ya que yo crecí en una base militar, no fue hasta mis 17 años que mi padre le declaró la guerra al mundo por más que lo intenté el seguía con la idea de hacer una raza única en todo el planeta ¿les recuerda a alguien? Ahora Alemania era diferente, o eso supongo ya que nunca salí de aquella base pero ya no había nada que no fuera alemán y un símbolo muy popular en las dos primeras guerras mundiales volvió a aparecer.

Un día de tantos vi llegar a un camión, de él bajaron varias personas entre ellas una chica hermosa, chica de la cuál caí perdidamente enamorada pero mi ilusión se fue al caño cuando vi que no era alemana, mi papá jamás me dejaría estar con ella así que tuve que irme para no verla más, probablemente mi padre la usaría para uno de sus tontos experimentos. En ellos mutaba a las personas, les daba garras, los hacía más fuertes o más inteligentes, hasta ahora no muchos habían sobrevivido pero mi padre había dicho que sus científicos habían logrado estabilizar el suero y ahora todos podrían vivir.

Estaba acostada en mi cama aun algo triste por aquella chica, mi padre entró a mi cuarto que estaba separado del resto de soldados simplemente por que soy la hija de el segundo Hitler

–Hija ¿estás despierta?– dijo, yo me giré

–Sí papá ¿que pasa?

–Bueno, hoy llegaron unas cuantas personas que servirán para los experimentos– se sentó en mi cama– y algunos elegidos por mí estarán en tu pelotón, pero ya que es tu vigésimo octavo cumpleaños te dejaré elegir a uno más

–¿¡En serio!?

–Sí, incluso podrás hacerla o hacerlo tu mascota– esto me emocionaba, más que por tener a una "mascota humana" podría salvar a aquella chica.

Llegamos a aquel laboratorio y me topé con esa chica, le pusieron una vara metálica en el cuello para borrarle la memoria y que se desorientara para hacer más fácil todo

Los pusieron en fila

–Puedes elegir al que quieras– dijo mi padre y yo la busqué con la mirada "no, no, no, no esa" dije en mi mente cuando la vi, sentí mucha alegría pero intenté disimularlo, la señalé y mi padre dio la orden de que la sacaran, la pusieron en una cama en la que iba de pie, yo la mire y ella hizo lo mismo, uno de los científicos le inyectó un somnífero para luego ponerle en suero que era con una jeringa el triple de grande; seguido de eso le volvieron a borrar la memoria, el chispazo eléctrico que requería fue suficiente para activar su mutación y unas enormes garras salieron desgarrando su pantalón dejando ver un poco de su ropa interior, me sonroje y mi padre lo notó

–¿Te gusta hija?– dijo refiriéndose a la chica, yo no sabía que responderle, tal vez me mataría por no poder dejarle una digna descendencia pero mi cuerpo habló solo

–Sí papá...– bajé la cabeza

–¡Esto es genial!

–¿Hu?

–Si te gustan las chicas y esta en específico ya no me arriesgo a que te embaracen cualquiera otra de las razas del mundo– no sabía si alegrarme o asustarme– es más... Doctor– llamó a un científico– asegúrese de que la chica sea homosexual y se enamore de mi hija

–En seguida señor– le pusieron un casco y alteraron su heterosexualidad a homosexualidad y le inyectaron una cantidad de endorfinas estúpidamente alta

–Listo señor, la próxima mujer que vea será de la que se enamore

–¡Esplendido! ¿cómo se llama tu novia-mascota hija?– esto en el fondo me agradaba, se enamoraría de mi y seríamos felices, iba en contra de toda moral pero me daba igual

–Valentine, se llamará Valentine.

Unas horas después en la noche me escapé de mi cuarto para encontrar a Valentine, busqué en la computadora en dónde la habían puesto, puse el filtro en la "V" para encontrarla más rápido y así fue, como la segunda letra de su nombre es "A" estaba primera en la lista, no perdí más el tiempo y me fui antes de que alguien me encontrara ahí.

Estaba por llegar cuando escuché que un elevador atrás de mi se abrió y tuve que esconderme para que no me regañaran, de el ascensor salieron dos doctores, uno de ellos se fue por un camino pero el otro entró al cuarto de Valentine, me alarme un poco por que no sería la primera persona que viese pero luego recordé que aquél doctor era doctor y no doctora y Valentine era lesbiana... Ahora dicho en voz alta se siente raro decirlo, bueno no tanto... Si ya, continúo con la historia.

El doctor no se quedó mucho ahí, cuando se fue yo aproveché para colarme, detuve la puerta y me aseguré de que nadie me viera y entré, la vi despierta y como no sabía hablar otra lengua mas que alemán le hablé en alemán

–¿Puedes entenderme?– le pregunte, intentaba no mirar sus garras ya que podría sentirse mal

–Sí...– respondió y luego me barrió toda, yo puse una pose "semi-sexy" moviendo mi cadera a mi izquierda para "ayudarla" luego me sonroje al darme cuenta que intentaba seducirla
–¿Estás bien?– preguntó

–¿Eh? Sí... Estoy bien ehhh mi nombre es Arely– dije tendiéndole la mano, con su mano izquierda tomó la mia y besó mi mano

–Soy Valentine– me sonrió

–Mucho busto... Mucho gusto Valentine

–Jajajajaja, bien, no te preocupes, eres toda una ilegal aquí ¿cierto?

–La verdad sí

–Entonces apaga la luz– volvió a sonreír, yo la apagué y me senté junto a ella y platicamos por horas, ella no sentía nada por no tener memoria, decía que incluso le agradaba que yo fuese de sus primeros recuerdos, luego yo empecé a hablar y hablar hasta que sin darme cuenta Valentine se quedó dormida, me acerqué a ella para confirmar y vi que sí estaba dormida, volteé hacia todos lados pata asegurarme de que no me veían y una vez me aseguré posé mis labios sobre los de Valentine y me di cuenta de que caí en su trampa por que sentí como me tomaba del trasero y me pegaba más a ella, no pude evitar sonrojarme, cuando intenté apartarme ella sostuvo mi cabeza y me besó por unos segundos más
–Hasta mañana... Arely.

Dangerous Love (yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora