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¿Qué día es hoy? Creo que martes. A sí, martes. Mejor me levantaré. No quiero llegar tarde a clases. Falta que me vea el director y ya esta. Cuando me quiero levantar de golpe siento una punzada en la cabeza. Me duele la cabeza. Es como si tuviera un taladro en la cabeza. Mejor me vuelvo a acostar. Ahora que presto atención siento algo caliente detrás mío. ¿Los perros están en la cama?. Deben ser ellos. Mejor verifiquemos. Al darme vuelta lo veo. ¿Qué hace en mi cama? Duerme como un bebé. ¿Cómo llegamos a mi cama?. No recuerdo nada de nada. ¿Qué hice anoche?.
Mejor, me siento en la cama. Como puedo ya que siento que el dolor se hace peor. Que indecisa eres Bianca ¿Te levantas o no? Si, me levantó de cualquier forma lo tengo que hacer debo ir al colegio. Hace frío. Que raro. Si aquí está todo cerrado. Observó la ventana en busca de señales de que se encuentre abierta. No. Pero si me doy cuenta que estoy escasa de ropa. Eso quiere decir que tuvimos sexo. Pero ¿Por qué no recuerdo nada? ¿Y mis padres?.
Tomó mi celular. ¡¿Qué?!. ¿¡Por qué no escuché el despertador!?. Son las once menos cuarto. Bueno. Ya no puedo asistir al colegio. ¿Por qué mis padres no me despertaron?.

-Bianca.- Dice alguien detrás de la puerta. Se perfectamente a quien pertenece esa voz. Que raro que este aqui. Deberia estar en el trabajo.

-¿Qué pasa, papá?.- Digo tratando de poder levantarme a abrir la puerta. No. Bianca, no es buena idea abrirla. Primero porque esta Jorge en la cama prácticamente desnudo, segundo porque tu también lo estas y por último la cabeza te está explotando no creo que puedes hablar con elocuencia. Haz las respuestas más cortas. Asi no sentiras tanto el dolor. Es verdad. Por lo cual me vuelvo a sentar en la cama.

-¿Ya están despiertos los dos?.- ¿Qué? ¿Cómo sabe que alguien está conmigo? Tal vez, lo dice por los perros. Debe ser eso. Pero si no hay ninguno en la habitacion Bianca. No se si sabra con quién estas, pero con alguien si lo sabe.- Vistanse y vengan, que ya está el desayuno.

-Bueno.- Digo babulceando. Estoy roja. Ay no. Que mi padre sabe. Que vergüenza. No puede ser. Me imagino todo lo que se le cruzo por la cabeza. Pero su tono de voz no denotaba ningun enojo. ¿Eso es bueno o malo? No lo se Bianca. Pero por las dudas ten precaución. Esta bien la tendré.

-Hola.- Dice somnoliento Jorge. Lo miro unos segundos. Sin entender nada.

-¿Qué paso anoche?.- Digo mirandolo. Que modales, Bianca. No hay momento de cortesía sino se que ocurrió anoche. Lo único que recuerdo es... Nada. Genial. Perdiste la memoria por tiempo indefinido.

- Qué no paso.- Dice con una sonrisa a la vez que niega con la cabeza.

-¿Qué?.- Digo atemorizada. No me digas que robe otra vez. ¿Y si mate a alguien?. Ay Bianca. Como piensas en eso. No debe ser tan malo. Además, si hubieses matado o robado de seguro estarías en la cárcel. ¿Por qué?. Porque aquí no esta Noah. Debo recordarte que por su culpa estuve presa por primera vez. Asique, Noah no tiene nada que ver.

-Te hago el resumen.- Dice llevándose las manos detrás de la cabeza.- Cuando nos trajeron la comida yo había pedido un par de cervezas. Empezaste a tomar. Te emborrachaste. Luego llegaron tus padres, les dijiste que era tu novio. Ellos se volvieron a ir ya que tu madre tenía que volverse a el trabajo. Y después lo hicimos.- Dice a la vez que se sienta y me da un beso corto en los labios.

¿Qué? No puede ser. ¿Lo dice enserio? Que vergüenza. Mi primera borrachera. Y mis padres me vieron así. Que mal. Y mi madre. Ella siempre se lleva una mala impresión de mi. Luego tendré que llamarle. Dios. La peor hija del mundo. ¿Por qué tome tanto? ¿Qué te paso Bianca? ¿Por qué desbordaste? No lo se... Tal vez la felicidad. Supongo. Espero. Creo.

-Tomare un baño.- Fue lo unico que llegue a articular totalmente en mis pensamientos. Tal vez, asi recuerde algo. Ojala que si.

Luego de unos diez minutos salí del baño. Llevo unos jeans viejos grises que me entran grandes, una campera roja fina y debajo una remera manga larga color ocre. No me duele tanto cabeza como antes. Bueno. Las novelas tiene razón en este aspecto. Me encaminó hacia la cocina con la mayor vergüenza del mundo. Al entrar veo a mi padre hablando con Jorge mientras toman café. Hablando de café necesito uno ya mismo.

No Tan ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora