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Ruido. Ya reconozco ese ruido. La alarma. La maldita alarma. ¿Por qué siempre que me despierto siento que dormí un segundo? ¿A ustedes les pasa? Mejor me levanto. No quiero llegar tarde a clases. Se lo prometi a Selma. Stop. ¿Qué? ¿Tan rapido paso los días de descanso?. Paso el fin de semana en un abrir y cerrar de ojos ya te encuentras con que es lunes. Genial. Me cruzare con todos mis problemas. Que bueno. Nótese mi sarcasmo. Escuela es sinónimo de problemas.

Luego de mas o menos diez minutos. Estaba lista. Hacia algo de calor. Asique me puse un short de jeans. Junto con una camiseta tres cuartos, blanca. Negra en los brazos. Y finalizando unas zapatillas Converse. Tambien negras. Tomé mi mochila y camine hacia la cocina. Mi padre estaba tomando café mientras hablaba por celular. ¿Con quién?. Ni idea. Tal vez sea del trabajo. Es raro que lo llamen a estas horas. Esta tranquilo. No son malas noticias. Es más, parece como si le gustará esa charla. Lo examinó unos segundos más. Y me siento en el taburete. Me mira y me sonríe. Le sonrió. Sigue su concentración en la conversación . Tomó un poco de café de mi taza.

- Si claro lo entiendo.- Dice asintiendo.- Podrías venir a las una que esta mi hija, te podría ayudar.- Saco mi mirada de la taza y lo miró sorprendida ¿A quién le habla?.- Esta bien. Ven a las cuatro y media sólo tendrás que esperar media hora. Llegaré rápido.- dice mirando su taza.- Si ya me entregaron el auto. Vuelvo a estar motorizado.- Dice riendo.

Tiene el auto de vuelta. Genial. Llegaré temprano. Y diez minutos antes. Va a ser una tortura. Seguramente estará Noah y mis amigas. Ya se me fueron las ganas de desayunar. Hasta las ganas de ir al colegio. Mentira. A nadie le gusta ir al colegio. Pero aumentaron mis ganas de no ir.

- ¿Todo bien?.- Dice mi padre con curiosidad. Me saco de mis pensamientos malos. Vuelvo a la realidad.

- Si.- Digo asintiendo lentamente.- ¿Nos vamos ya?.- Digo mirandolo. ¿Qué?. No puede ser que haya dicho eso. ¿No era que no querías ir?. Recién lo estabas pensando. ¿Qué te pasa Bianca?. Eres una idiota. Hasta puede ser que llegues antes y tengas que esperar más minutos. Diablos. ¿Por qué siempre hago lo contrario a lo que quiero?.

-Si, vamos.- Dice mi padre levantándose y caminando hacia su destino. El auto. Tomó mi mochila de mala gana. Tu te lo buscaste.

Al entrar el auto. Mi padre enciende el auto. Y lo pone en marcha hacia a la escuela. Hoy será un gran día. No se si será bueno o malo. Lo descubrire en unos minutos. Y eso me aterra. No puede ser. Ya estamos en la calle de la escuela. A un par de metros. Ya está. Paro. Estoy en frente de mi colegio. Trago saliva. La miro con miedo.

- Ah hija olvide de decirte.- Dice causando que lo mire.- Hoy a las cuatro y media vendrá el vecino.

Me quedo sin habla. Estoy dura. Que acabó de decir. No puede ser. Esperen que no dijo cuál. Tengo esperanzas.- ¿Cuál?.- Digo preocupada.

-Germán.- La suerte. Es el otro. Me olvide de decirles como se llamaban. Como se habran dado cuenta soy una colgada. En el momento que pasa algo con alguien recien ahi menciono quien es. Soy la peor. En fin, el mas grande es Germán. Y el más chico y que estuvo almorzando en mi casa es Jorge.

-Okey.- Digo aliviada.- Nos vemos papá.- Digo dándole un beso en la mejilla. Abro la puerta y salgo.

-Chau hija que tengas un buen dia.- Dice desde el auto. Y se va. Miró el auto. Hasta que desaparece de mi vista. Me doy vuelta hacia la escuela. Ahí están todos los alumnos de la escuela. Y por supuesto el. Parece como si nada hubiera ocurrido. Esta charlando animadamente con sus amigos. Con un semblante de felicidad. Oh no. Descubre que lo estoy mirando. Se cruzan nuestras miradas. Dejo de sonreír. Me está mirando inexpresivo. Changas. Me odia. ¿Por ser sincera?. El me lo pidió. Y yo lo cumplí. Me siento incómoda. Escucharon esa frase de "Si las miradas matarán"  Bueno yo ya estaría muerta. Me da miedo. Trago como puedo saliva.

No Tan ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora