No Tan Cliché

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Creo que corrí unas... ¿Tres cuadras, tal vez? Y después seguí caminando unas cuántas cuadras. Ya perdí la cuenta. Nunca en mi vida corri tanto. Es que no podia parar. Queria alejarme de los problemas, las personas. De todo lo que me hace mal. Pero esto será temporal. No puedo estar para siempre desaparecida. Estoy cansada. Necesito sentarme. Me duelen las piernas como no se imaginan. Pero aqui no hay lugar para sentarse. Va, esta el suelo pero eso esta más sucio de lo normal. También digamos que no estoy en un lugar muy lindo, al menos aparenta eso. Hay poca iluminación y eso que todavía no esta totalmente oscurecido. Las calles estas casi desiertas. Papeles tirados. Es como si hubiese pasado un Apocalipsis. Parece que nadie se molesta en limpiar. Los pocos locales que hay se estan cerrando. Solo quedan los bares. Se nota que hay bastante gente en ellos. En la calle contraria se ven unos cinco adolescentes. Son tres chicos, uno rubio y los otros dos morochos; y dos chicas las dos son rubias. Digamos que parecen de mi edad o un poco más. Están en círculo. Parece que estan ¿Fumando?. No se ve muy bien ya que uno me tapa la vista. Además, no quiero seguir mirando, tal vez uno me ve y quiera hacerme algo malo. La situación no se dará bien uno porque me superan en número y dos porque las personas de aquí no tendrán intenciones de ayudarme a mi sino a ellos o tal vez hagan como si nada. Bueno prosigamos con la observación, después en un local de ropa hay dos hombres. Con una apariencia fatal. Uno flaco. El otro es obeso. Son de la misma altura. Y su ropa esta totalmente descuidada. Pantalones sueltos desgastados, remeras sucias y grandes, y por ultimo zapatillas, tambien desgastadas. Sus miradas me asustan. No me gusta este lugar. Luego por la calle que camino hay unas dos mujeres en una tienda hablando. Son adultas. Llevan ropa ajustada, ambas con vestidos cortos, y tacos. Una morocha y la otra pelirroja. Su caras están cubiertas de maquillaje. Parecen prostitutas. Yo no soy nadie para juzgar. Más adelante hay un mendigo sentado en el piso contra la pared mirando a su alrededor en busca de alguien que lo pueda ayudar de alguna manera. Pobre hombre. Ojala pudiese ayudarlo. Pero no traje nada de dinero. Lleva unos pantalones rotos y sucios con una musculosa llena de aujeros y no lleva calzado. Se pelo lo tiene largo. Más lejos se ve otra persona sentada pero no lo puedo observar bien por la distancia. Supongo que debe ser un mendigo también.

Se preguntaran como me encuentro. Justamente en estos momentos mis ojos me arden. En toda esta caminata no dejé de llorar, ni dejo. Mis lagrimas salen sin permiso. Son cascadas. Tampoco es para menos. Mi novio me engaño. Si es horrible pensarlo imagínense que es sentirlo. No se que haré. ¿Cómo que no sabes Bianca? Es muy simple. Lo dejas y ya. ¿O quieres estar con un hombre que te engañó?. ¿Y mi corazón?. Roto, pero sanara. Te lo prometo. ¿Cómo sabes que mejorare?. Porque no hay mal que dure cien años. En estos momentos te quiero conciencia. Siempre estas conmigo. Y claro que estoy contigo, si soy parte de ti. No arruines el momento conciencia. Bueno solo digo la verdad. Tienes que ser fuerte. No te dejes vencer por un estúpido que no te valoro. Tienes que aprender algo de esta experiencia. ¿ Y que aprendo de que mi novio me engañaba con otra chica?. Que todo no es lo que parece. Debes tener cuidado con quien decides tener algún tipo de relación porque todos tiene su lado oscuro.

Hablando de momentos Bianca... ¿Por qué no nos vamos? No da buena espina. Mira todo este lugar. ¿Se acuerdan de aquel día que acompañe a mi hermano a hablar con Jeremy?¿A ese barrio? Bueno esto es parecido. Solo que aqui hay más personas y todavía no anochecio. El problema es como volveremos. ¿Qué tal sí no seguimos yendo derecho? Tal vez debemos retroceder ¿No crees?¿Y luego que haré?. No lo se. Pero estarás lejos del peligro. ¿Peligro? Peligro empecé a correr cuando salí de mi casa. Si sólo Jorge no hubiese sido un maldito, yo no estaría perdida. ¿ Y si le preguntas a alguien?. No creo. Estas personas no tiene cara de buenos amigos. Tal vez hasta se aprovechen de la situación. Tienes razón.

- Señorita ¿No tendria una moneda?.- Dice el mendigo al pasar por su lado.

Lo miro con pena.- Lo siento, pero no.- Hablo. Y sigo caminando.