Bueno, bueno. Parece que este día no termina más. Mi cara de todo el día fue de estar perdida. Y es verdad. Estaba sumida en mis pensamientos. Mi padre me preguntó varias veces si me pasaba algo. Y siempre obtenía la misma repuesta: "Nada importante". En cambio mi hermano sólo se dedicaba a observarme y a tratar de sacar sonrisas. Con mi padre funcionó y conmigo no tanto. Es que piensen. Enterarse de que tú amigo el chico malo según la escuela le gustas y además que tiene un hijo. ¿El será parte de su pasado oscuro?. No. El es un hermoso error como dice mi padre. Parece que estoy rodeada de padres jóvenes. Y todo esto en un día. ¿Como te quedas eh?. Me siento Dalas.
Luego de nuestra cena casi familiar, lo digo porque mi madre no estaba, todos nos fuimos hacia nuestros cuartos. Cuando estaba por meterme a la cama. De pronto, aparece mi hermano y cierra la puerta lo más rápido posible. Sin hacer ruido.
-¿Qué pasa?.- Le digo siguiendo en mi labor.
-Tenemos que hablar.- Dice seriamente.- Tenemos que contarnos un par de cosas.- Guaw. Sonó bastante escalofriante. ¿Qué serán esas cosas?. Se sienta en la cama enfrentandome.
-¿Qué te pasa?
-Nada importante.- Digo desinteresada.
-Claro ¿Y piensas que me lo voy a tragar como papá?.- Dice sarcástico.- Se notan en tus ojos que se cruzan un montón de sentimientos.- Dice con preocupación. Apartó la mirada. Que ya me puse sensible. Veo borroso. Creo que voy a explotar. Y empiezan a caer las lágrimas.
-Hey.- Dice acercándose a mi para llevarme a su regaso mientras me abraza. Digamos que estuve así como una hora. Luego le dije lo que me pasaba. Y apenas termine. Volví a llorar. Necesitaba desahogarme. Por eso me encanta que venga el. Es que siempre nos entendemos. También le conté lo que pasó con el vecino. Cierto que no les dije nada. La situación es la siguiente luego de que almorzamos juntos cuando se estaba yendo, justo en la puerta me dijo y lo recuerdo textual: ¿Qué te parece si vamos a mi casa y hacemos lo que tu quieras?. Cerca de mi oído. Me lamio la oreja. Obvio que le cerré la puerta en la cara y yo que pensé que éramos amigos. Lejanos, pero amigos. Todo no es lo que parece. Ahora todo se volvería incómodo con mi amigo, con mi vecino y no se que hacer con mis amigas.
Esperen, esperen. Cuando entró mi hermano me dijo "Tenemos que contarnos cosas". ¿Qué me tiene que contar el?. Que egoísta soy. La peor hermana del mundo.
-¿Y tu qué tienes que contar?.- Le digo levantando mi cabeza de su regaso para mirarlo mejor.
-Ah, eh.- Parece que todos quieren poner suspenso cuando me quieren decir algo. Esta nervioso. Esto debe ser importante.- Son dos cosas importantes.
-Bien y ¿Con cuál vas a empezar?.
-Con que...-Se le están poniendo los ojos llorosos. Ay. ¿Qué le pasa? Me desespera pero si lo apuró se pondrá peor. Relájate Bianca. Relájate. Respira. - Voy a tener un hijo y soy bisexual.- Apenas terminó de hablar empezó a llorar y se puso en mi regazo.
Okey. Muchas noticias para un día ¿No?. Reiteró lo que dije antes. ESTOY RODEADA DE PADRES JÓVENES. Y además es bisexual. Eso no es gran noticia. Se le notaba. Pero no le decía nada. Quería que el me lo dijiera. Y aquí está. No debería de estar avergonzado de serlo. Es normal. Cualquiera lo puede ser y no darse cuenta. Es muy valiente para decirlo en voz alta. Me enorgullece tener un hermano así. Que me confíe todo. Estuvimos así hasta que nos dormimos.
Ruido. Más ruido. Alguien me sacude para que me despierta.
-Shhh.- Digo dándomele la espalda.
-Levantate que son la una de la tarde. Ya vamos a comer y además hay un chico que te está esperando afuera.- Es mi padre.
-¿Qué?.- Digo somnolienta.

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No Tan Cliché
Teen Fiction-Que sea un chico malo no quiere decir que no tenga sentimientos ni tampoco que deba ocultarlos.- Dice mirandome. -No entiendo. -Que lerda que eres.- Se acerca.- Te digo que me gustas y no lo voy a esconder pero tampoco estaré atrás tuyo para que es...