No Tan Cliché

11

Martes. Si. Es martes. Hasta el momento no paso nada bueno. Me levanté. Mi padre no me hablo. Se notaba la tensión. Luego me trajo al colegio y se fue con un cortante adiós. Horrible. Y es precisamente en este lugar donde estoy. Última hora. Muy poco para que nos vayamos.

-Vale, vale.- Dice Andy perdiéndose en sus pensamientos. Seguramente malos.

-Madre mia como cambio tu vida tan rápido.- Dice Carter con asombro.- Ojalá eso me pasará.- Dice negando con un toque de tristeza. Le regaló mis problemas con moño y todo, si quiere. Así sabría en el dilema que me encuentro. Ahí vamos a ver si los quiere de verdad.

-Ya no me sorprende nada de ti Bianca eres una caja de sorpresa.- Dice Zoe negando. Changas. Me hizo acordar a el. Justamente esta detrás de todo. Como siempre. Con sus auriculares y con el celular. Alejado del mundo exterior. No se que esta haciendo con su celular. Pero sería interesante saber que es. Y obvio que no cruzamos palabras. Menos miradas. Es como si se le hubiesen borrado la memoria. Igual repito ¿Qué nos tendríamos que decir si nos tenemos que olvidar?. No entiendo. ¿Cómo queda la relación entre nosotros? Todo es complicado. ¿Y Jorge?. ¿Qué pasará con el?. ¿Y el beso? Y el dilema más grande mi padre. La confianza, eso lo más importante, se perdió. Todo por decirle que si a mi hermano.
Suena el timbre. Me sacó de mis pensamientos. Ya nos vamos. Que bueno mis ánimos van decayendo rapidamente. Tomó mi mochila lo más rápido que puedo y voy hacia la puerta. Que raro. Soy una de las primeras en salir. Luego de unas cuantas miradas mientras recorría el pasillo lo mas rapido que podia hacia la salida. Listo. Ya estoy fuera del colegio. Miró hacia ambos lados de la calle. En busca de algún auto. Falta que me choque un auto y ya estamos listos. Ningún auto.

- Adiós Bianca.- Gritan mis amigas desde la puerta del colegio. Les sonrió y las saludo con la mano. Me doy vuelva observo una vez mas si se aproxima un auto. Nada. Iremos caminando nos no hará nada un poco de ejercicio. Son un par de cuadras.
Mientras camino miró a mi alrededor sobre todo casas. El único problema que tengo en mente en este momento es mi padre. Se que le estoy dando mucha vuelta. Pero no puedo. Es mi padre. Vivo las veinticuatro horas del dia con el. No puedo dejar de lado la situación. Es bastante horrible. La culpa me carcome.

Se escuchan unos pasos detrás de mi, que me sacan de mis pensamientos. Van apresurados. Debe ser alguien apurado. Llegará tarde a algún lugar. Supongo. Creo. Espero. Se escuchan más cerca. Me pasará. Pensará que soy una lenta. Y tiene razón soy demasiado floja.

En fin sigamos pensando en nuestros problemas. Los cuales no les encuentro una solución. ¿Qué haré?. Ay no. Siento unas manos en mi cintura y otra sobre mi boca. Me estan arrastrando. Changas. Me secuestraran. Voy a morir. ¿Se dieron cuenta que cada dos por tres estoy diciendo que voy a morir?. Mi miedo es grande. Me apoyan en una pared. Tengo miedo. Retiran la mano el agresor. Genial. ¿Por qué me asustan les gusta verme sufrir o qué? Idiota.

- Me asustarse.- Digo tirando la cabeza para atrás. Maldito. Ojalá se muera. Mi corazón late a mil por hora.

- Lo siento.- Dice en un susurro mientras se acercá a mi boca. Antes de llegar a mis labios para y me mira.- Solo quería un beso.- Me besa. Sin más. Y claro, es quien que creen. Jorge. ¿Qué hace aquí?. ¿No va a la Universidad?. Toma mi cintura con su brazo. Se acerca más a mi. Estoy pegada a la pared. Literalmente. Mis manos toman sus cabellos y juegan con ellos. Sigue teniendo un sabor a menta. Separamos nuestras bocas ya que nos quedamos sin aire. - Hola Bianca.- Dice divertido. Ahora que lo veo bien. Esta hermoso como siempre. Lleva un buzo blanco con un toque de amarillo, unos jeans ajustados azulados y zapatillas negras.

¿Qué? ¿Por qué se toma la molestia de venir a mi colegio?.- ¿Qué haces aquí?.- Digo sin rodeos mirando sus encantadores ojos.

-Ya te dije, necesitaba un beso.- Dice acercándose para darme otro. Lo paró poniendo mi mano sobre su pecho.- ¿Tus llaves?.- Digo mirándolo. El asiente. Era obvio. ¿Por qué querría venir hasta el colegio solamente por mi?. JA!. ¿Bianca qué te pasa? ¿No me digas que ya te gusta?.