No Les Tengo Miedo - Fan Fic creepypasta

Por las escaleras

Mi silencio pareció impacientarlos.

— ¿Y bien? Ya hicimos lo que nos pediste ¿Dónde está el par de rubios?

— Yo... —Mi voz temblaba —. Están peleados — murmuré.

— Esto tiene que ser una broma — dijo Toby —. No es un buen momento para que esos dos se peleen y no nos ayuden a seguir con el plan.

— Pue es la verdad — dije —. Y si ellos no vienen, yo misma iré a acabar con ella.

Se quedaron el silencio y supe de inmediato que no me podían tomar en serio.

— Tú no puedes matarla — dijo Hoddie —. No eres una asesina ¡Con mucho esfuerzo hicimos que mataras a una simple liebre!

— ¡Y me arrepiento hasta el día de hoy! — exclamé. Sacudí la cabeza y resoplé —. Si ustedes no pueden y los chicos tampoco, no queda más remedio que lo haga yo.

— Es que... No, es imposible.

— Si es tan imposible y te esfuerzas por recalcarlo es porque tienes una mejor idea, Toby — dije.

— El problema es que nosotros no tenemos cómo ayudar — dijo Masky.

— Por eso lo tengo que hacer yo sola sí o sí — me encogí de hombros.

— A ver, vamos a pensar esto con calma — dijo Hoddie —. Vamos.

Masky y Toby asintieron, se dieron media vuelta y abrieron la ventana.

— ¿Es en serio? — dije.

— Muy en serio — dijeron al unísono. Toby saltó por la ventana y luego lo hizo Hoddie. Masky me quedó mirando.

— Ni sueñes con que yo saltaré desde aquí — le dije —. Quiero vivir.

Me di media vuelta para salir de mi habitación y bajar por las escaleras, pero de pronto Masky me agarró en brazos y saltó conmigo hacia abajo.

Yo, por supuesto, grité en toda su cara.

— ¿Tú estás loco o te haces? — grité una vez me había dejado en el suelo, a salvo. Me acordé de Lean y sacudí la cabeza, evitando preguntarme cómo estaría él y Mike.

— De otro modo no habrías bajado — se encogió de hombros.

— ¡Sí lo iba a hacer! — exclamé —. Por las escaleras.

— Demasiado tiempo, además ya estás aquí abajo. Vamos — dijo Hoddie. Comenzaron a caminar.

Definitivamente era como volver en el tiempo.

~ • ~

No caminamos demasiado lejos de mi casa ya que yo andaba con pereza y ni en joda iba a caminar hasta más allá de lo que mis pies dieran.

Por suerte no fuimos a la roca donde yo me había puesto a esperar que un tren fuera a buscarme. Estábamos volviendo en el tiempo, pero no había porqué exagerar.

— Bueno — dijo Hoddie, sentándose en el suelo —. Ahora sí vamos a hablar.

Chasqueé la lengua —: Yo no entiendo cuál es su problema con que yo la mate. Si ustedes no pueden y los chicos no dan señales de vida, no queda más remedio.

— ¡Eso es! — exclamó Toby —. Llámalos y diles que los necesitas ahora.

— Supongo que funcionará — dije.