Me cuesta mucho hablar de este tema, me cuesta porque me duele, aunque no me guste reconocer que es así, aunque trate de negarlo una y mil veces, así me pasa y es inevitable.
Sofía fue mi mejor amiga, de los nueve hasta los quince, (sí, quince, a los quince me pasaron muchas cosas, tiene una gran imporatncia ese número en mi vida: un día quince me mude, a los quince descubrí mi orientación sexual, a los quince decidí no hacer una gran fiesta para mi cumpleaños, revelarme de alguna manera con mis padres, quince era el número preferido de mi padre, entre otras cosas). Eramos hiper unidas, y cuando digo eso, digo que hacíamos todo juntas, vivíamos juntas prácticamente, eramos como hermanas, compartíamos todo lo que se puedan imaginar, sabía exactamente como pensaba, con una mirada nos entendíamos, conocía mis más grandes secretos, mis miedos, mis sueños, mis metas, era como mi otro yo, literal. Pensaba que nunca en la vida me iba a encontrar a alguien como ella, tan buena, tan dulce, tan compañera, tan... perfecta. Pero una vez más, me equivocaba. Un gran error que cometo, hacerme historias perfectas en mi cabeza, sabiendo con toda certeza, que no irán a ocurrir jamás. Pero bueno, no lo puedo cambiar, así que ahora en vez de hacerme la cabeza con pensamientos sin sentido, ignoro mis pensamientos, de alguna manera aprendí a controlar mis emociones, poco después quise controlar todo en mi vida, y también de todo el mundo, quería controlar lo incontrolable, el más mínimo detalle, pero eso a la larga no funciona, hay situaciones que no se pueden forzar, pero yo lo intentaba una y mil veces, hasta que algo salía mal, salía lastimada y lo dejaba de intentar. Y así sucesivamente. Algo similar paso con Sofía, necesito pensarlo, suponerlo, porque es una duda que me come la cabeza, no se me ocurre otra cosa... el por qué se alejó, así de repente, sin decir nada, sin un adiós. Luego de terminar las clases, y de cambiarnos de colegio, no me habló más, no atendió ninguna de mis llamadas, no respondió ni uno de los mil mensajes que le deje, me eliminó de todas las redes sociales, si me la encontraba no me saludaba, ademas no podía ir a la casa, porque se mudó y no tengo idea de dónde esta la casa. Es inmaginable el dolor que eso le ocasiona a la otra persona, te hace pensar que algo esta mal en vos, que nunca fuiste una buena amiga, eso es lo que se piensa, porque no hay una explicación, se marcha esa persona y te hace sentir que tu amistad no valía nada, que no le importas, como si tirara a la basura todo lo que vivimos, cada recuerdo, cada sentimiento, de un día para otro todo eso se termina. Es como perder a una hermana, como si te la arrancaran, pero en realidad es peor, porque no se murió, nadie se la llevó, se fue sola, fui yo la que murió para ella. Aun me pregunto como hizo para olvidar todo, si le costó tanto como a mí, si todavía me piensa, si cuando ve una foto nuestra no le da ganas de hablarme, de saber de mí, es como un vacío que nunca se llena, que con el tiempo se va cubriendo de otras cosas, pero no logra llenarse, se cubre de otras amistades, experiencias, pero no se puede llenar, eso solo lo rodea, pero en tu interior sentis ese vacío, y es horrible no poder llenarlo.
Después de esta amarga experiencia, nunca mas volví a llamar a alguien "mejor amiga", no tengo ni quiero tener una.
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Anne
Genç KurguAna es una chica bisexual de veinte años, quien tiene problemas con el alcohol y las drogas, está viviendo la mejor etapa de su vida, pero de un dia a otro, su vida cambia completamente, por lo que tendra que salir adelante, eso incluye combatir sus...