Sólo

XVII

Me pregunto todas las noches ¿cuándo voy a dejar de soñarte, de extrañarte, de pensarte, de amarte? Y todo en silencio. ¿Cómo alejarme de alguien como tú? Una mujer de fantasía, de esa que se admiran al caminar, al sonreír. Esas que son poesía viva, alma libre y sueños perdidos. Ellas son tiempo fugaz y no aparecen mas que en tus pensamientos y en tus sueños se cuelan para ofrecerte una noche de humo disperso, de besos incompletos arrojados al aire y dejando la expectativa en la catarsis.  Eres ese tipo de mujer que condena al condenado y sin necesidad de prejuicio sabes que estás perdido, por su indiferencia insatisfecha, por las veces que te han dicho que eres lo más hermoso que han admirado, besado o imaginado. Eres mujer perversa que juegas a coleccionar arte en tinta y sangre, eres tatuaje que arde y no cicatriza pues sigues impresa en aroma y fotografía.

Y todas las noches pasa lo mismo, me desprendo de mis pensamientos y me los trago en vino avinagrado, con la caducidad de los días, pensando en el destino cruel que juega a las ironías e imposibilidades. Porque hay muy pocas probabilidades de una historia juntos, pero parece haber una saga entre nosotros, porque a pesar de los años apareces en el momento menos indicado a más de 3650 días sin contar las horas, minutos y segundo de ese último adiós.  Porque en una infinidad de posibilidades apareces con un porcentaje nulo y sólo apareces para regresar de las cenizas en las cuales no existías.

Y no encuentro respuesta a mi pregunta, sólo encuentro poesía, deseos, sueños y besos que llevan más de diez años esperando y contando. Eres de esas mujeres malditas, de las que no te olvidas, de las que son imposibles y aparecen cuando ya las estás amando...