Capítulo 1

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Narra Camila

Abro los ojos, o al menos eso intento, la habitación entera me da vueltas, además me doy cuenta de que no es la mía y ni siquiera me suena. Tengo mi ropa puesta y no hay nadie en la cama, no entiendo nada.

-Buenos días, mi amoooooooooor- escucho desde la puerta, ¿MI AMOR? Oh Dios mío que no esté en las vegas y me haya casado estando borracha. Miro al lado y veo a una preciosa chica morena con una cerveza en la mano, ¿ya?

-¿M… mi amor?

-Normal que no recuerdes nada, anoche hiciste el avestruz de maravilla.

-¿El avestruz?

-Sí, tuviste la cabeza más tiempo bajo tierra que sobre ella AJAJAJAJA.

-Y que pasó después de eso… mmm…

-Lisa, soy Lisa Cimorelli.

-Perdón, sí, Lisa.

-Bueno nos conocimos en la fiesta de la playa, bailando no podías mantenerte en pie así que te acompañé al baño, no sé si venías con alguien pero desde luego no lo parecía. Te pusiste tan mal que decidí traerte a mí casa, aprovechando que estabas borracha te convencí de grabar algo subidito de tono y…

-¿QUE HICISTE QÚE? ¿QUE YO HICE QUÉ? ¿QUE HICIMOS QUÉ?

-AJAJAJAJAJAJAJA es broma es broma, tranquila. Llegamos y te quedaste dormida. Fin.

-Amm… muchas gracias entonces…

Después de desayunar Lisa me ofreció a llevarme a casa pero lo rechacé, necesitaba un poco de aire. Me dio su número y me marché. No es que esto me sorprenda en absoluto, paso la mitad del día ebria y la otra mitad comprando alcohol. Sé que no es la mejor manera de vivir, pero pará mí es la única posible de hacerlo siendo feliz. Era lunes, los domingos no eran ninguna excepción para mí, así que recogí unas cosas en casa, me cambié de ropa, me lavé la cara y me dirigí hacia el instituto, llegaba 25 minutos tarde.

Narra Lauren

El profesor estaba repartiendo unos folios en clase cuando de repente se abre la puerta. Allí está, Camila Cabello, con cara de haber dormido 3 horas como mucho y mirándose los pies extrañamente, ¿por qué? Ah, ya, lleva un zapato distinto en cada pie.

-Se ha perdido la mitad de la clase pero al menos se digna a aparecer señorita Cabello. -le responde el profesor.

-Después de la comida, arañar cristales y pasear a la tortuga, Historia en mi cosa favorita en el mundo. -la clase suelta una carcajada y el profesor le sonríe irónicamente.

-Bien, siéntese junto a Jauregui.

Entonces se acerca al asiento libre junto a mí, me sonríe, se sienta y se queda mirando fijamente a un punto fijo Dios sabe dónde.

Siento mucha curiosidad por ella, es sin duda la persona más fría que conozco, parece que nada ni nadie le importa, bueno algo sí, está el mayor tiempo posible fuera de la realidad. Sus ojos están prácticamente vacíos.

-¿Quieres chicle? -escucho a la vez que veo una mano ofreciéndome un chicle que parece tener un color horrible.

-¿Eso aún se puede comer? No sólo la carne se pone mala, ¿sabes?

Dicho esto me mira, se encoge de hombros y se come los últimos 3 chicles que quedaban en el paquete. Ojalá se le caiga la lengua a pedazos…

-Je t’aime.

-¿Qu… qué? -contesto nerviosa.

-¿Qué significa? Una chica francesa que conocí en una fiesta no para de decírmelo a través de mensajes.

-Significa te amo.

-Una pena, creía que era algo emocionante. -¿algo emocionante? ¿en serio?

-¿Y qué le has contestado?

-Que cuando vuelva por Miami y se aburra me llame.

-¿Sólo eso? ¿Te dice que te ama y le mandas indirectas sexuales?

-También podría no haberle contestado.

-Eres totalmente insensible. Dudo incluso que sufras dolor físico, podría pincharte muy fuerte con el lápiz hasta que sangraras y no te darías ni cuenta.

-Hazlo, pero si puedo elegir el lugar que sea en el cuello, justo en la arteria, aquí -dice mientras la señala.

-Morirías casi al momento.

-Por eso.

Cold as nobody (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora