Capítulo 12

13.2K 724 95
                                    

Narra Camila

¿Lo de anoche fue un sueño u ocurrió? Lauren seguía dormida, así que decidí salir a dar un paseo. Estábamos solas en la casa. Ni siquiera sé si el beso significó que también siente algo por mí o simplemente fue un gesto de cariño, y la duda me estaba matando. Y si fuera así, ¿estaba lista de verdad para una relación? ¿Podría Lauren soportar mis inseguridades? Y esta maldita escayola me tiene harta, menos mal que me dijeron que no será por mucho tiempo, a veces me entran ganas de arrancármela. Después de andar durante casi una hora me paré a desayunar una hamburguesa, repito que estoy creciendo. No entendía por qué las calles estaban tan vacías aun que fuesen las 10, hasta que recordé que era sábado y la gente estaría vomitando y jurando que no volvería a beber nunca más, lo que me recordó que yo no lo hacía desde el miércoles noche. Eso era quizás lo que me faltaba, la sensación de no estar sobria del todo, por eso últimamente pensaba más en las cosas. Y ya no lo soportaba más, lo siento por el esfuerzo de Lauren, pero ya le dije que no sería fácil. Nada de alcohol en la cafetería así que tuve que andar unos metros hasta llegar a un supermercado. Creo que una botella de vodka será suficiente.

Narra Lauren

Desperté y Camila ya no estaba junto a mí. Que no se haya ido a otra fiesta, por favor... La llamé al móvil miles de veces pero nada de nada hasta que por fin...

-¿Aloha?

-¿Dónde estás?

-¿Stitch?

-Oh por Dios, ¿estás borracha? SON LAS 11 DE LA MAÑANA.

-Ven a buscarme con la nave, Stitch, creo que me he equivocado de galaxia.

-¿Qué significa eso?

-No sé dónde estoy jijiji.

-Uff, va a ser una mañana larga. Cuál es el último lugar por el que has pasado que te sonara.

-Ninguno sonaba eran estructuras sólidas no crujían.

-Voy a quitarte la borrachera y luego a matarte para que lo sientas bien estando serena.

-Hay una carretera, árboles y casas.

-Menos mal, ya sé.

-Ya me estaba agobiando.

-ERA BROMA, CAMILA, LO QUE HAS DICHO LO HAY EN EL 90% DE MIAMI.

-No me hables así no tienes derecho yo te adopté puedo devolverte.

-Mmmm he desayunado en la cafetería de ese anciano tan simpático que tiene 5 hijos y luego he comprado en el supermercado más cercano.

-Vale, no te muevas ni un milímetro.

La odio, la odio, la odio. Las 11 de la mañana y yo buscando a una borracha perdida. Precisamente que quería hablar con ella de lo que pasó anoche y aclararle mis sentimientos. Ahora tendré que esperar a que deje de creerse Lilo.

No tardé mucho en encontrarla, estaba a unos minutos del supermercado que dijo pero estando así le habrán parecido kilómetros.

-Sube al coche, ahora.

-Un coche... cómo llegas a los pedales. Coño, como has crecido, ¿experimento 626 se refiere a tu peso?

-Es el número de hostias que puedo dar si me cabrean.

Abrió los ojos y subió rápidamente al coche. Durante el viaje no paraba de reírse de cualquier cosa y mirarme bizca, qué he hecho mal señor.

All llegar a casa le ordené que se duchara, pero tenía miedo

de que saliera un cocodrilo del desagüe así que lo hizo en ropa interior conmigo sentada en el váter esperando. Su cuerpo era increíble, si digo la mitad de las cosas que pensé... Cuando salió se veía bastante mejor.

-Qué tal.

-Mejor...

-Mejor... La...

-Mejor... Stitch.

-Aggggg, siéntate en el sofá a ver la tv hasta que se te pase.

Ya había pasado la fase risitas, ahora parecía una niña buena que miraba todo como si fuese la primera vez que lo viera. Me senté a su lado y estuvimos viendo Bob Sponja unas dos horas. Me planteé el suicidio.

-Lauren... lo siento.

-¿Ya estás totalmente bien?

-Sí.

-Otra vez, Camila, lo has vuelto a hacer.

-No es lo que piensas, no fui a ninguna fiesta, he estado contigo toda la noche. Esta mañana fui a dar una vuelta y...

-Y no podías pasar por encima del puto supermercado sin comprar una jodida botella para ti sola. -redujo aún más la distancia entre nosotras acercando su rostro.

-QUE MIERDA VAS A ENTENDER TÚ CON TU PERFECTA VIDA Y TU PERFECTA FAMILIA.

Y más cerca, no resistí las ganas y la besé, esta vez no fue un beso corto sino de esos en los que olvidas incluso quién lo empezó. Agarré su cuello mientras ella apoyaba sus manos en mi pierna. Me hubiese quedado allí esta vida y la próxima, pero necesitaba respirar.

-Yo... yo...

-Anoche no te dejé claro nada, simplemente de devolví el beso. Tenía demasiado sueño y no podía decirte exactamente lo quería en ese momento, así que decidí dejarlo para hoy. Te amo, Camila, te amo desde el primer día en que te vi. Y quiero que compartas conmigo esas pefectas vida y familia.

-Tú también me gustas desde hace mucho, pero tenía, corrijo, tengo miedo. Ya sabes, mi... mi familia.

-Shhh, lo sé. -la abracé.- Pero has dado un paso gigante confesando lo que sientes. Ahora quiero saber si nos das una oportunidad.

-No te prometo nada respecto a mis malos hábitos, si puedes aceptarme así...

-Conseguiré que no dependas de esas basuras para ser feliz. Quiero ser tú única basura.

-Pues empieza a no ducharte. -y volvimos a besarnos.

Cold as nobody (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora