Cold as nobody (Camren)

Capítulo 4

Narra Lauren

Había un 99% de posibilidades de que los comentarios significasen que vivía sola, y según la fecha de algunos desde hacía al menos un par de años... pero, ¿por qué? ¿cómo? Yo con 16 años apenas dejé de jugar al escondite.

La duda me estaba matando, así que decidí que le haría una visita espía. Total, su casa tampoco estaba a mucha distancia, unas cuantas casas más adelante. Estaba a punto de salir cuando comenzó una tormenta bastante fuerte, pude escuchar como gritaba mi hermana desde su habitación, es una cobarde. Cogí un paraguas, me despedí de mis padres que veían una peli en el salón y me fui.

Al cabo de 5 minutos estaba frente a la casa de Camila, pero no había ninguna luz encendida, ¿dónde podría haber ido con la que está cayendo? De repente escuché algo romperse dentro.

-MIERDAAAAAAAAAA.

Era ella, me asomé a una de las ventana y allí estaba, con una vela en la mano a punto de romperse, un pie sobre la mesa evitando que se cayera un jarrón y tratando de agacharse a recoger una guitarra, la cual seguramente habrá sido la culpable del ruido. No pude evitar reírme al ver tal escena, por desgracia me escuchó.

- Haz algo útil y entra aquí a ayudarme, Lauren.

-Bueno, pues ábreme... JAJAJAJA.

-Ja ja que chica tan cómica no me río porque ni puta gracia que si no... la puerta está abierta.

Entré y cogí rápidamente la vela de su mano.

-Uff, suficiente, gracias.

-¿Problemas con la luz?

-Sí, pero no es por culpa de la tormenta, los de la luz han tenido la amabilidad de cortármela justo ahora. Luego llamaré.

-Camila... he venido porque he estado revisando tu Facebook y...

-No recordaba que tuviese de eso aún, luego lo borraré.

-La cosa es que vives sola, ¿verdad?

-No eres mi amiga, no eres nada, de hecho estás dentro de mi casa porque si no hubiese acabado incendiándola. ¿Responde eso a tu pregunta?

-¿Por qué eres así?

-No me analices.

-SÓLO QUIERO QUE SEAS SINCERA CONMIGO, QUE DEJES DE SER TAN DISTANTE.

-Estupendo, ahora vete, por favor, no te denunciaré por estar espiando una propiedad privada. -dijo mientras señalaba la puerta.

Me negué a seguir discutiendo con ella, nada más salir escuché un portazo a mis espaldas. Había un árbol justo enfrente de una de las ventanas de la segunda planta, ya quedé de cotilla y acosadora, por un vistazo más... Resultó ser la habitación de Camila, y en ese momento ella entraba, por suerte no me vio. Se tumbó en la cama mientras abrazaba una foto, no llegué a ver de quién era. Mira al techo como si planeara algo.

Narra Camila

Odio a Lauren, la odio por hacerme sentir cosas, por hacer que cuando esté con ella no quiera que se vaya. Porque la gente se va, como hicieron ellos... Y para distraerme de estos pensamientos no hay nada que pueda hacer, no hay ni siquiera velas para leer, mi móvil está sin batería, no tengo alcohol y no puedo dormir, BRAVO, CAMILA, BRAVO. Mejor salgo a comprar tequila, rápido y eficaz, y el paseo me despejará.

Me dirijo a la tienda más cercana sintiendo la lluvia en mi cara, es una de las cosas que más me gusta. Compro la botella y me siento a beber en un banco del parque, total, tengo más luz aquí gracias a las farolas que en mi propia casa.

Si hace dos años me hubiesen avisado de que éste iba a ser mi plan un miércoles de tormenta por la noche, problablemente no habría esperado a que el semáforo estuviera en rojo para cruzar.

Wow creo que esto va haciendo efecto, eso o siempre he tenido 13 dedos y acabo de darme cuenta... Mmmm ahí vienen 2 chicas, espero que no busquen problemas, no estoy en el mejor estado.

-¿Camila? -ah, pues resulta que es sólo 1, Lauren.

-¿Laura Alejandra Manuela Sofía Vanesa de los Santos Fernández?

-Estás más borracha de lo que parecía desde lejos.

-¿Cuánto llevas siguiéndome?

-Te seguí hasta la tienda incluso, iba a irme pero decidí quedarme por si luego no podías volver a casa por ti misma, y creo que no me equivocaba. He estado sentada en otro banco. -se sienta al lado y me cubre con su paraguas. -¿Sabes la pulmonía que vas a tener mañana?

-Así tengo una excusa para no ir a clases, aunque tampoco es que me importen mucho, ahora mismo lo que me preocupa es poder encontrar un trabajo para comprar velas al menos... y un paraguas.

-No sé si te has dado cuenta de que estás siendo sincera conmigo...

-Es el alcohol, deberías aprovechar.

Narra Lauren

¿Debería hacerlo? No es justo, no tiene control de sus actos ahora mismo, pero si no, ¿cuándo volveré a tener la ocasión?

-No eres tan fría como pareces, ¿verdad?

-No lo soy, lo aparento. -deja caer la cabeza lentamente.

-¿Por qué? Las mejores cosas de la vida se sienten.

-¿Crees que siempre fui así? Tenía 2 mejores amigas, reía todo el tiempo, me gustaba leer, nadar, tocar la guitarra... ahora nada me llena realmente. Todo empezó justo el año que nos conocimos. Pasó algo que pocos saben, porque odiaría que la gente me tratase distinto por ello.

-Sé quienes son esas amigas, las Guzman, ¿no?

-Exacto, tratan desesperadamente de volver a acercarse a mí.

-¿Qué pasó, Camila?