Capítulo 17

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Narra Camila

Tras acabar de ponernos cómodas decidimos cenar, no habíamos comido nada y sentía un agujero negro en mi estómago que en cualquier momento podría absorber a Lisa.

-¿Cuándo te quitan la escayola?

-El jueves. No tengo roto nada exactamente, son pequeñas fisuras. -recogí ambos platos de pasta ya vacíos y los eché al fregadero.

-No seas sucia, lávalos o de aquí a mañana olerán y todo.

-Qué exagerada. Además es gracioso que me lo diga la persona que tiene manzanas en el armario y pendientes en un cenicero.

-Olvidé que conoces mi casa mejor que yo… Pero lo mínimo que puedo hacer por ocupar tu casa esta noche es fregar por ti, así que vete a la cama tranquila.

-Por esta vez no me negaré. Si quieres algo estoy justo en la habitación de enfrente. Buenas noches.

Tuve el tiempo justo de apagar la luz antes de caer muerta en la cama. No tengo ni un día en paz por lo que parece. Mierda, no he llamado a Lauren, seguro que estará preocupada… al menos le mandaré un mensaje.

"Amor, perdona por no dar señales de vida hasta ahora pero digamos que no ha sido una noche muy agradable, ya te contaré. Lo siento si te he preocupado… Te amo."

Si no puede dormir lo verá y dormirá, y si se ha dormido mañana se despertará y estará tranquila. Así que creo que puedo ya desconectar del mundo por unas horas.

Narra Lauren

Las 5 de la mañana y aquí sigo sin poder pegar ojo. Agradezco que mañana sea fiesta porque tener clase después de una noche como esta… No tengo nada que hacer así que escucharé algo de música. Al coger el móvil me encuentro con un mensaje de Camila. No puedo creer que tenga la cara de escribirme esto después de lo que he visto, si cree que lo va a tener tan fácil se equivoca, esta vez no hay ninguna escusa.

Narra Camila

Me desperté al notar una patada no muy fuerte. Miré al lado y me encontré a Lisa de espaldas, profundamente dormida. ¿Qué cojones hacía en mi cama?

-Eh, bella duermiente, creo que es hora de irte a casa.

-Mmm ¿qué? Buenos días. -me dijo mientras se estiraba sonriendo.

-Has venido hasta aquí sonámbula o qué.

-No pude evitarlo, lo siento. Me encanta dormir con alguien…

-Vale, no pasa nada. Pero son las… 12 y me temo que tengo cosas que hacer.

-Voy a vestirme.

Salió brincando de la habitación y volvió a los cinco minutos ya vestida y con sus cosas.

-¿Cuándo volveremos a quedar y huir de locos para acabar en un contenedor?

-Jajajajajaja bueno, ya lo iremos viendo. Ten cuidado al volver a casa. -se acercó a la cama y me dio un beso en la mejilla.

-Gracias por todo.

Mentí, no tenía absolutamente nada que hacer pero si Lauren aparecía por aquí no sería para nada buena idea que encontrase a Lisa dormida en mi cama. Al pensar en ella recordé el mensaje que le había mandado y me extrañó no haber recibido aún respuesta. La llamé un par de veces pero no respondía. Parece ser que el móvil no es nuestro fuerte. Supuse que a esta hora estaría despierta casi seguro así que me vestí con unos simples vaqueros y una camiseta de L.A. Llegué a su casa y fui recibida por Clara.

-Hola, Camila, pasa.

-¿Está Lauren?

Era raro, se mostraba bastante distante conmigo y no solía ser así, de hecho todos me trataban de maravilla y se veían felices de que estuviera con Lauren. Pero hoy el gesto de Clara no era de esa forma.

-Ni siquiera ha bajado a desayunar, no para de llorar.

-¿Te ha contado qué le ocurre?

-No, pero cuando un dolor es provocado por el amor se nota. No quiero culparte por ello, Camila, pero me temo que es así. Sube y arregla lo que sea que tengáis que arreglar.

No supe que contestar, simplemente asentí y me dirigí a la habitación de Lauren. Desde fueran se escuchaba un llanto tímido. Abrí un poco la puerta, lo suficiente para verla tumbada boca abajo con la cara apoyada en la almohada.

-¿Lauren? -subió la cabeza y puder ver sus ojos rojos.

-Que mierda haces aquí.

-Saber qué pasa, por qué no me respondes al móvil y por qué estás así. -me senté junto a ella pero se alejó.

-La próxima vez que quieras tirarte a alguien cierra la persiana, imbécil.

-¿De qué coño hablas? -se levantó de la cama y la rodeó hasta quedar justo frente a mí de pie.

-FUI A TU CASA A BUSCARTE ANOCHE Y TE VI CON LISA, CAMILA. QUITÁNDOLE LA CAMISETA.

-OH MIERDA, NO ESTÁBAMOS HACIENDO ESO. SIEMPRE APARECES EN LOS MOMENTOS MÁS INOPORTUNOS, POR DIOS. -se giró dándome la espalda.

-Vete de aquí, no soy estúpida y creo que te he perdonado suficientes cosas.

-Sé que has soportado muchas cosas pero debes dejarme explicarte las cosas tal y como son.

-Tienes dos minutos.

-Salí con Lisa, ella me lo pidió y se porta tan bien conmigo que creo que se lo debía, fuimos a un club y justo allí aparecieron los malditos chicos del bosque. Me pincharon la rueda del coche y tuvimos que correr de ellos, nos escondimos en un cubo de basura y luego le pedí que se quedara en mi casa porque no era seguro que fuese hasta la suya siendo tarde. Lo que viste era simplemente como le ayudaba a quitarse la camiseta porque le daba mucho asco. -todo se quedó en silencio, Lauren no se movía, hasta que finalmente suspiró.

-¿Te hicieron algo?

-No, salimos ilesas. Pero te juro que esos cabrones me las pagarán algún día.

Me levanté de la cama y la abracé desde atrás por la cadera. Al principio estaba tensa hasta que note como sus hombros se relajaban y agarraba mis manos. Estuvimos así unos minutos hasta que pegamos nuestras frentes.

-Perdona por dudar, debí preguntar antes de liar este drama.

-No pasa nada, es entendible. Pero quiero que sepas que no deseo ningún otro cuerpo que no sea el tuyo.

-Y… yo…

-No te pongas nerviosa. Sólo bésame.

Querría que ese momento hubiese durado eternamente, y quizás podría haber sido así, pero nos interrumpió un molesto Chris.

-Mamá quiere saber si… oh, perdón… pero mamá quiere saber si te quedarás a comer, Camila.

-Eeeeh… -miré a Lauren pues no sabía si le apetecería.

-Dile que sí. -ella respondió por mí.

-Vale, no hagáis demasiado ruido tengo que estudiar. Adiós.

-CHRIIIIIS. -Lauren lanzó la almohada que golpeó la puerta.

Narra Lauren

Después de comer traté de no quedarme dormida porque quería pasar el mayor tiempo con Camila pero fue imposible. Unas horas más tarde ella me despertó delicadamente.

-Despierta, koala, estamos solas y tengo una sorpresa para ti.

-¿De verdad?

-Sí, ven. -me tendió la mano y me guió escaleras abajo en dirección al jardín trasero. -Sé que estás algo estresada por los exámenes y anoche yo no hice más que aumentar ese estres. Así que ahora quiero ayudar a disminuirlo.

Abrió la puerta del jardín y me quedé helada. Cómo podía tener la suerte de tener a alguien así a mi lado.

Cold as nobody (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora