Capítulo 14

12.1K 685 37
                                    

Narra Camila

Casi 2 horas llevamos dando vueltas en esta estúpida montaña. Teníamos que haber ido tirando migas de pan o algo. Encima me está entrando sueño y no podemos dormir porque a Lauren le da pánico.

-Laur, durmamos y mañana de día encontraremos el camino fácilmente.

-NO, NO QUIERO MORIR A MANOS DEL ASESINO DE LA MOTOSIERRA. -me senté en el suelo apoyada en un árbol.

-Buena suerte en tu búsqueda, yo no aguanto más.

-Vamos, Camila, no me hagas esto.

-Nadie va a venir a estas horas por aquí. Ven. -se sentó junto a mí mientras no dejaba de mirar a todos lados.

-Te… tengo frío, abrázame.

-Al final no va a ser tan malo habernos perdido. -le dije coquetamente.

-Puedes abrazarme cuando quieras, creo que es mi pasatiempo favorito.

-El mío descuartizar a muchachitas perdidas en el bosque…

-BASTA. Ni se te ocurra empezar con esas bromas o te juro que duermo subida a un árbol.

-Vale, vale, Tarzana. Cierra los ojos, esperaré para que te quedes tranquila.

-En vez de descuartizarme podrías matarme a besos.

-Bueno, sería más rápido, pero es que me gusta ver sufrir.

-A veces me das miedo de verdad. -dijo mientras cerraba los ojos y se acurrucaba.

Narra Lauren

Siempre que duermo con Camila es imposible despertar normal, siempre hay algún sobresalto, esta vez me llamaba mientras me sacudia como si fuera un bote de ketchup.

-Eh, despierta, despierta joder. Vamos, vamos.

-Umm… qué coño te pasa primero me obligas a dormir y ahora no me dejas hacerlo.

-Hay gente aquí, Lauren.

-¿Qué clase de gente?

-Por lo poco que he escuchado jóvenes borrachos así que creo que es mejor que nos movamos.

-¿Crees que nos harían algo?

-Van riéndose y comentando lo guay que sería follarse una ardilla, no quiero quedarme a averiguarlo.

-Y dónde pretendes que vayamos.

-En sentido contrario de donde provienen las voces.

Se levantó y me ayudó a hacer lo mismo. Escuchamos en varias ocasiones las voces de nuevo y Camila no se había equivocado en absoluto, parecían de todo menos decentes. Estaba muy asustada, le agarraba tan fuerte la mano mientras andábamos que temía partirle algún hueso. De repente sin esperarlo alguien salió del camino.

-Hoooooola, pero qué tenemos aquí. Dos animalitos en peligro de extinción. -era un chico rubio de nuestra edad más o menos, muy borracho, se mantenía en pie a duras penas, se acercó hasta nosotras y estiró su mano hacia mi mejilla.

-Tócale un pelo y te mato. -Camila apárto su mano.

-Voy a tocarle más que eso y seguro que ella se deja, ¿verdad, guapa?

-Vete a la mierda, déjanos en paz y vuelve con tu grupo de salvajes.

-Oh, cierto, se me olvidaba, voy a avisarles de que hay fiesta esperadme aquí.

Se marchó y Camila y yo corrimos tanto como pudimos, pronto empezamos a escuchar gritos no muy lejos de nosotras, ya me estaba quedando sin oxígeno pero Camila me cargó a sus espaldas y siguió adelante. Cada vez estaban más cercas. Encontramos una especie de pequeña cueva escondida tras unos matorrales y nos escondimos. Oímos como llegaban hasta nuestra posición, los teníamos justo delante, veíamos sus piernas…

Cold as nobody (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora