Capítulo 33

8.3K 428 23
                                    

Narra Lauren

6:45 de la mañana, 27 de octubre. Hoy cumplo un mes con el ser más maravilloso que existe. Que seguramente en estos momentos estará golpeando el despertador con rabia y maldiciendo su vida. Pero en mi caso ni siquiera estoy un poco de mal humor, es imposible para mí.

Cuando salgo de casa ahí está ella, toda sonriente apoyada en su coche. Corro y la abrazo muy fuerte.

-Buenos días, mesecito. -me dice al oído aún durante el abrazo.

-Buenos días, mi todo. -me separo y la beso.

-Que mejor manera de empezar el día que aprendiendo. -ríe irónicamente.

-Pero el resto del día sera enteeeeero para nosotras.

Llegamos al instituto y todas hablan, a cual con más sueño todavía, en un banco cercano a la entrada.

-¿POR QUÉ VENÍS JUNTAS? -Ally se levanta y se interpone entre nosotras rápidamente soltando nuestro agarre de manos.

-Ally, no es una boda. -le dice Normani.

-Aún así... no es romántico.

-¿Pretendes que deje a mi novia venir andando a clase para que sea un poco más romántico? -le pregunta Camila.

-Pero...

-Ay, ya, cállate, Allyson. -Dinah la agarra y la arrastra hacia dentro. Seguida por las demás.

La mañana transcurre rápido y una vez fuera observo a Camila dudosa mientras caminamos hacia el coche.

-¿Qué ocurre? -le pregunto.

-Pensaba donde podría llevarte a comer.

-Y por qué tienes que llevarme tú, quizás quiera llevarte yo, quizás tenga ya algo planeado. 

-Mmmm, de acuerdo, tú indicas, yo conduzco.

Después de unos 15 minutos y 5 quejas de Camz por no saber por qué "extraños lugares" la estaba llevando aparcamos junto a un pequeño y acogedor restaurante llamado "Sabor a mi isla". A decir verdad sus preguntas no eran extrañas ya que estaba bastante escondido. Ella lo observaba todo detenidamente, ni siquiera notó que la sujeté de la mano. Al entrar sus ojos se abrieron de emoción, había varias banderas cubanas colgadas por el lugar, salsa sonaba de fondo y los encargados del negocio tenían prácticamente el mismo tono de piel que Camila. Dije mi nombre al camarero y nos llevó a la mesa que yo había reservado hacía ya varios días. Nos sentamos frente a frente.

-No puedo creer que no supiese que había un lugar de comida cubana tan cerca... y me has traído, TE AMO. -se inclinó sobre la mesa y me dio un beso con muchísimas ganas. Me puse colorada.

-Calma, Camila.

-Cama es lo que te voy a dar yo.

-CAMILA.

-PERDÓN, ES LA EMOCIÓN, ESTOY MUY CONTENTA, ME SIENTO COMO EN CASA.

-Me alegra que te haya gustado mi sorpresa... sobra decir que invito yo. -teníamos las manos cogidas y ella me acariciaba.

-Me hubiese bastado con la tontería más grande del mundo, o incluso nada, tenerte me vale.

-Pero no le vas a decir que no a mi invitación verdad.

-Mi madre me enseñó a no rechazar regalos. -su sonrisa durante esas palabras fue algo triste.

-Tú lo has dicho, "regalos".

-¿Eso quiere decir que hay alguna sorpresa más?

-Sí, pero llegará luego.

-Pués será después de la mía, a la que iremos tras ponerme como una vaca. Quizás incluso empiece a dar leche y podamos crear nuestra propia marca.

------------------------

SIGO VIVAAAAAA *aplausos*. He estado realmente ocupada. Voy a intentar subir el siguiente pronto como recompensa por desaparecer tanto tiempo. Aún así quiero que sepáis que no tengo idea de alargar la historia mucho más, me gusta variar, aunque no lo sé bien todavía. Pero empezaré otra. 

Besitooos :)

Cold as nobody (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora