Mi chico perfecto (Carl Grimes & Tu) [EDITANDO]

Cap.35

Terminamos de besarnos, nos pusimos a recoger los platos de la comida y después de eso, me percaté que ya era de noche, me asomé por la ventana viendo a la calle, no se escuchaba nada afuera y no se veía a nadie pasar, así que decidimos salir.

Carl: Creo que ya me tengo que ir —dijo viendo hacia afuera, ya estaba oscuro.

Tú: No te vayas —insistí, le hice cara de puchero y él sonrió tierno.

Carl: Yo no te quiero dejar aquí solita —contestó, mientras acariciaba mi mejilla.

Tú: ¿Habría problema si te quedas? —pregunté, él se quedo pensando —¿Sí, verdad?

Carl: Si quiero, pero no sé si pueda...

Tú: Sé que Rick se va a preocupar, al igual que Michonne, pero una noche sin ellos no les hará daño —dije mientras recargaba mi cara sobre su mano, él rió tierno y me dio un ligero beso.

Carl: Supongo que ellos ya están dormidos, así que está bien, me quedaré y mañana por la mañana me voy, ¿vale?

Tú: ¿Seguro?

Carl: Sí, sólo necesito ir por una gasa, regreso en quince minutos, preciosa. —soltó mi cara y me sonrió, pero claro que no lo dejaría ir solo.

Tú: Yo te acompaño —y pareciera que él esperaba esa respuesta, porque sonrió muy emocionado —¿En dónde están?

Carl: Ahí entra el detalle —se rascó la cabeza, algo nervioso —En el baño de mi casa. —ay, no puede ser.

Tú: No importa, vamos, evitemos hacer ruido.

Él de inmediato aceptó, rápidamente nos dirigimos a su casa, tratamos de abrir la puerta con delicadeza, para evitar que Rick se despierte.

Finalmente entramos a su casa, pero por obvias razones todo estaba oscuro, no veíamos casi nada, nos daba miedo chocar con algún mueble, o tirar algo, pues era lógico que si hacíamos algún ruido se despertaría Judith y de ahí Rick, pero con suerte vimos la linterna de Rick en una mesa que tenian al centro, la tomé y con eso nos guiamos. Hasta que al fin llegamos al baño, Carl tomó su gasa evitando hacer ruido por las bolsas, y de prisa salimos de la casa.

Tú: ¡Por un momento pensé que se despertarían! —exclamé riendo, pero en voz baja.

Carl: Y sabiendo que Judith llora con cualquier ruido —me siguió la risa.

Empezamos a caminar a mi casa, platicando de algunas cosas, hasta que de pronto comenzó a llover.

Si estuviera por fuera de los muros, buscando comida, tratando de sobrevivir, en verdad amaría la lluvia en estos momentos, pero ahora ya no tanto... Lo único que gano es enfermarme.

Carl rápidamente se quitó su sombrero y me lo puso, incluso su playera de botones pues la usó para abrigarme, sin embargo yo no quería que él se mojara, así que le volví a poner su sombrero, pero aún así no sirvió de nada, en este punto ya estábamos empapados. Cuando llegamos a la casa, mientras buscaba la llave comenzamos a reír, levanté la mirada y me encontré con esos ojos azulados que tanto me encantan, él me sonrió y no pude aguantar más, desesperada me avalancé hacia él hasta unir nuestros labios en un beso apasionado, sentí este beso con mucho sentimiento, era tan lindo que no quería separarme de él, sin embargo tuvimos que parar por falta de aire, lo miré a los ojos agradeciendo tenerlo a mi lado, él me miró algo confundido pero se veía muy lindo, no pudimos evitar reír.