Cap.36

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Narras tú:

Me termine de bañar y de inmediato me cambié, cuando bajé note que Carl llegó a mi casa, por lo visto estaba feliz.

Carl: ¡Hola, preciosa!

Tú: ¡Guapo! —saludé emocionada, rápidamente me acerqué a él para besarlo —¿Qué pasó?

Carl: Mi padre me pidio que fuéramos con Michonne y Ryan a buscar provisiones, ¿Puedes?

Tú: ¡Obvio que si! ¡Vamos! —Esto me emocionó, llevábamos tres semanas sin salir a buscar cosas juntos, yo extrañaba mucho eso, me sentía segura con él.

Nos dirigimos al carro en el que iríamos por las provisiones. Carl se sentó a un lado de mí y no soltaba mi mano durante el camino.

Cuando llegamos nos percatamos que el lugar se veía completamente solo, sin ningún caminante allí dentro.

Sin dudarlo aprovechamos para entrar, vi el área de la farmacia y me dirigí ahí sin pensarlo.

Carl fue por bebidas, Ryan fue por comida que pudiera encontrar, y Michonne fue a buscar armas, cobijas, mochilas, lo que nos hiciera falta.

Mientras que yo estaba en la farmacia, iba recogiendo todo lo que pudiera, hasta que se me ocurrió buscar condones. Mientras caminaba ví un estante y finalmente los encontré, sin dudarlo tomé tres cajas y las metí en mi mochila, pero traté de poner las cajas en lo más profundo de ella, de ahí empecé acomodar todos los medicamentos para que tapara las cajas de condones.

Ya estoy algo lista.

Al final cada quien logró encontrar lo que se necesitaba, y terminamos yendo de vuelta a Alexandria.

En cuanto me percaté que llegamos a la reja principal, bajé del auto, sin más salí corriendo hacia mi casa.

Entré y cerré con seguro la puerta, subí corriendo a mi cuarto. Me dirigí a mi cama y me agaché, encontrándome con un cajón que venía incluido en ella, ahí decidí dejar las cajas de los condones.

Escuché que tocaban mi puerta con unos desesperados golpes.

Baje corriendo con la mochila, y abrí,  era Carl.

Tú: ¿Qué pasa? —pregunté alarmada, qué tal que algo pasó.

Carl: ¿Por qué te fuiste? Me espantaste, ¿estás bien?

Tú: ¡Sí! Solamente vine a dejar algo que no te incumbe, chismoso. —dije poniendo un dedo en su pecho, eso lo hizo sonreír porque notó mi tono jugueton.

Carl: ¿Y qué no me incumbe? —contestó en el mismo tono que el mío, eso me hizo sonreír.

Tú: La única pista que te daré es que pronto lo usarás.

Carl: ¿Ropa? —sonrió cómo niño pequeño, sus ojos se iluminaron —¡Ya necesito!

Tú: Mmm, tal vez —respondí tratando de hacerlo creer que sí.

Carl: ¡Quiero verla! —pidió emocionado, se veía tan tierno así.

Tú: No, no. —lo alejé con mi mano en su pecho —Eso será luego. Y por cierto, toma. —le di mi mochila, me sentía un poco nerviosa porque recordé que pronto podría pasar algo muy importante con esos condones, él se dió cuenta, pero yo seguí hablando —¿Puedes entregarsela a Olivia? por favor.

Carl: Claro... —se pusó serio —Tus nervios me dan miedo.

Tú: ¿Nervios? ¡Nada que ver!

Carl: Ajá. ¿Nos vemos al rato?

Mi chico perfecto (Carl Grimes & Tu) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora