Mi chico perfecto (Carl Grimes & Tu) [EDITANDO]

Cap.40

Al siguiente día:

Desperté de golpe, miré el reloj pensando que ya era tarde, sin embargo aún era bastante temprano. Quería volver a dormir pero el sueño se había ido, así qud me levante por hambre, rápidamente fuí a ver sí había algo de comer.

Me prepare un café con galletas, algo ligero para empezar, enseguida de eso me bañe y arregle, para así poder salir a ver si había algo que hacer.

Entonces a lo lejos noté que Enid venía hacia mí, con una gran sonrisa.

Enid: ¡Buen dí!

Tú: ¡Hola! Buenos días, ¿qué pasa? —pregunté sonriente, haciendo referencia a su sonrisa.

Enid: Quería preguntarte, ¿crees que podamos ir por mi cámara?, ya quiero la mía —hizo cara triste, yo sólo reí.

Tú: ¿Cuándo? ¿Hoy?

Enid: ¡Así es! Pero sin que nadie se de cuenta.

Tú: Mmm —me quedé pensando en si tenía algo que hacer más tarde, pero no creo, Rick no me ha buscado para ir a buscar comida o algo parecido —Bueno, está bien, ¿A qué hora?

Enid: En una hora, ¿sí? Te veo detrás del muro por mi casa.

Tú: Ahí nos vemos. —le sonreí segura, ella brincó de la emoción.

Enid se dió la vuelta y se dirigió a su casa, mientras que yo me quedé pensando en como hacer para que nadie me viera, pues normalmente por esa calle hay muchas personas saliendo a hacer sus cosas.

Hasta que alguien por detrás me espanto con el típico "¡Buu!". De inmediato voltee asustada, pero por suerte era Carl sonriéndome, eso me tranquilizó, pero no quita que sentí un escalofrío en mi espalda. Suspiré al verlo.

Carl: ¡Hola!

Tú: ¡Carl! —le dí un leve golpe por el susto que me dió, él comenzó a reir y yo también, pero al poco rato me sentí apenada.

Carl: ¿Todo bien?

Tu: ¡Por supuesto! —los nervios se avecinaban. —¿Por qué?

Carl: Hmmm... Te noto algo extraña conmigo.

Tú: ¿Yo? ¿Extraña?

Carl: Sí, ______. —bajó la mirada, se veía preocupado.

Tú: Nada que ver, ¿o en qué forma? —Carl suspiró cansado.

Carl: Mejor olvídalo. —me sonrió fingido.

Tú: ¡No! —interrumpí —Puedes decirme...

Carl: Bien... Ayer noté que te temblaban las manos cuando me viste.

Tú: Oh, ¿eso? —solté una risa fingida —Pff, fue por el frío.

Carl: ¿Y por qué las querías esconder? —mierda, sí se dió cuenta.

Tú: No lo sé, tal vez para calentarlas.

Carl: No me mientas, _____...

Tú: No te estoy mintiendo. —bajé la mirada.

Carl: ¿Segura? Porque yo sé perfectamente que sí. —y en cuanto escuche eso me volví a poner nerviosa, mis manos volvieron a temblar, así que mejor me cruce de brazos.

Tú: ¿De verdad quieres saber? —suspiré, no quería ocultarle el cómo me siento, si él de verdad quiere saber se lo diré sin más.

Carl: Enséñame tus manos.

Tú: ¿Para qué?

Sin más, Carl tomó mis manos rápidamente, no sé cómo pero ya tenia mis manos separadas.

Carl: ¿Por qué te tiembla?

Tú: No quiero hablar de eso aquí, vamos a mi casa y te explico. —me miró raro pero igualmente asintió.

Pero de pronto me dió un beso en la frente, entrelazó nuestras manos y tomamos camino a mi casa, eso me hizo sentir menos nerviosa.

Después de unos minutos llegamos a mi casa, al entrar nos dirigimos al sillón, nos sentamos viéndonos cara a cara.

Carl: Bueno, explícame.

Tú: Bien... —suspiré —Primero que nada, cuando me tiemblan las manos es porque estoy nerviosa, y ahora me tiemblan al verte...

Carl: ¿Al verme? Pero... ¿Por qué? —preguntó algo preocupado —¿Hice algo mal?

Tú: ¡No! Tranquilo, pero creo que es causa de lo que hicimos, nuestra primera vez, y el hecho de sentir que te dejé hacer algo que a nadie más, no lo sé, tal vez es eso...

Carl: Claro, entiendo. Fue por lo que hicimos al principio, ¿Cierto?

Tú: Sí. —suspiré —Y no quiero decir que fue malo, para nada, pero es sólo que eso lo considero muy íntimo, y dejarte hacerlo fue dar un paso importante para mí. —Carl sonrió tierno, me tomó de la mano y la besó.

Carl: No te pongas nerviosa, ¿bien?, yo entiendo ese punto y para mí también fue algo muy importante, y cuando estés lista lo volveremos a hacer, sólo no te sientas incomoda o nerviosa conmigo

Tú: Esta bien, trataré de no ponerme nerviosa, gracias por entenderme —le sonreí y él me devolvió la sonrisa —Y además de mis manos, ¿cómo notaste mis nervios?

Carl: Porque cuando te quería besar no tuviste la misma reacción de siempre, te pregunté y cambiaste de tema.

Tú: Perdón —comencé a reír.— Fue divertido, no se me ocurría nada, sólo lo de la comida.

Carl: Pero rechazaste mi beso.

Tú: Pues ahora te lo recibo con gusto.

Carl: Ven aquí —me tomó de la cara con delicadeza y me acerco a él, hasta juntar nuestros labios en un increíble y tierno beso.

Pero de pronto recordé que tenía que ir con Enid. Me alejé de él y arrugó sus cejas, rápidamente me levante.

Carl: ¿A donde irás?