-Amanda! Puedes bajar un momento?- la voz de mi mamá desde la puerta de mi habitación hizo que me despertara.
-Ya voy, ya voy- dije desperezándome. Me levante de mi cama, lavé mi cara y sin ni siquiera peinarme, bajé las escaleras, lo que menos esperaba era que alguien estuviera en mi casa a esa hora.
-Buenos días dormilona-
“Por dios” pensé, era Luke, estaba en mi casa y yo estaba despeinada, con una cara inigualable de dormida y en pijamas.
Yo solo me quede mirándolo desde la mitad de las escaleras. Pensando en lo mal que me veía y seguramente sonrojada por completo y a diferencia de anoche en el balcón el si podría notarlo.
-Cariño, Luke ha venido a invitarte a desayunar, mira que caballero es- mi mama apareció de la nada con uno de sus comentarios inoportunos. Genial, si me sentía avergonzada antes, ahora lo estaba aun más.
-Luke no tenías que molestarte- le dije yo. Y el solo me sonrió. –Pero espera que voy a cambiarme y enseguida bajo-
Subí a mi habitación, hacia tanto que no salía que no sabía que ponerme. Me decidí por un jean azul, una blusa blanca con una chaqueta fina color gris y unas botas negras. Me maquille un poco, y me peine.
Cuando bajé, Luke estaba sentado en un sillón esperándome.
-Listo- dije.
-¿Vamos?- preguntó el mientras se paraba.
Hice una seña con la mano saludando a mi mamá y salimos.
-¿A dónde vamos?- pregunté
-no lo se- el rió –Tu dime-
-mmm, bueno, hay un lugar a unas cuadras de aquí, es lindo-
-Listo- volvió a guiñarme el ojo. Se acercó a un auto estacionado en la puerta de su casa y me abrió la puerta.
-No sabia que tenias un coche- le dije mientras me subía.
El entró rápidamente por el otro lado y continuó la conversación –Si, es que llegó hace un rato de Los Ángeles-
-Ah, bueno, tienes que hacer 15 cuadras derecho y luego doblar a la izquierda y hacer dos mas-
El asintió.
Hablamos de todo un poco durante el caminó, me sentía muy bien con él.
Al llegar, detuvo el coche en el estacionamiento y nos bajamos.
Entramos al local, y nos sentamos en un mesa al lado de la ventana.
-Tenías razón Mandy, es muy lindo el lugar-
-Sí, solía venir seguido aquí, antes o después del colegio, por cierto ¿a que colegio irás?-
-Bueno, mi madre habló con la tuya y le dijo que el que tu vas es bastante bueno, asi que me incribirán allí.-
-Genial- sonreí, por lo menos no estaría sola en el colegio.
-Buenos días, ¿Qué van a ordenar?- la mesera llego, con una gran sonrisa.
Ordenamos nuestros desayunos. Mientras la mesera se iba a buscar lo que ordenamos, unas personas bastante conocidas para mi entraron por la puerta del local causando un gran alboroto.
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On my way
Teen FictionLa vida de Amanda cambió para siempre con la muerte de su mejor amiga y vecina, Lily. Lo que Mandy no sabía, es que a veces, con la llegada de una persona especial, nuestra vida puede dar un giro tan grande como el de cuando otra decide partir.