“Glitter”, ese era el nombre del club del cual me encontraba parada enfrente. No había cambiado demasiado desde la última vez que había estado aquí con Rosie y Luke. Esa terrible noche.
Pero era algo que no volvería a ocurrir jamás. Ya no era débil ni temerosa, era todo lo contrario.
Me enderecé y caminé hasta la boletería para sacar una entrada y luego crucé la entrada principal justo por al lado de los matones contratados por el hermano de Donovan.
El lugar estaba atestado de personas, el olor a alcohol y a humo de cigarrillos junto con la música retumbante me produjeron un pequeño mareo. Cabe decir que había estado bebiendo desde hacía una hora en un bar cercano, y probablemente esa era la principal causa de mi malestar.
-Una cerveza- le ordené al bartender por quinta vez. Esta no era una noche para disfrutar sino para despejar mi mente y olvidarme por un rato del la maldición que había caído sobre mi desde la muerte de Lily.
Me senté en el taburete de espaldas a la barra y mirando hacia la pista y la puerta de entrada. Por un momento creí ver a Luke –Debo estar alucinando, creo que ha sido suficiente alcohol por hoy- pensé en voz alta abandonando la botella de cerveza.
-Une hermosura como tú no debería estar sola- reconocí esa voz, pero no iba a darle el gusto de verme, ni de arruinarme la noche.
-No estoy interesada en acostarme contigo, ve a buscar a otra y no molestes- dije sin voltearme.
Silencio. No respondió, pero hizo algo peor. Se paró frente a mí.
Suspiré. <<Solo yo soy tan idiota como para venir a este lugar>>
-¿Amanda?-
-Walter…-
-Mírate nomás… estás…- pasó una mano por su cabello. –Wow-
-No importa lo que digas, no voy a acostarme contigo-
-Agresiva, me gusta-
Puse los ojos en blanco maldiciendo una y otra vez el haber venido a este lugar.
-Adiós Walter- me puse de pie intentando alejarme. Pero era más que obvio que no iba a dejarme ir tan fácilmente -¿No te gustaría subir al sector VIP? Si no recuerdo mal, dejamos unas cosas pendientes la última vez que estuviste aquí-
-Eres un cerdo ¿Es que nunca vas a cambiar? Me das asco- me solté de su agarre. Y caminé hacia la salida de emergencia.
A diferencia de hacía ya casi dos años, el callejón no estaba completamente oscuro, sino que unas tenues luces indicaban el camino que seguir para llegar a la vereda.
Encendí el último cigarro del paquete.
-Ese aspecto no va contigo Mandy-
-Así que no deliraba después de todo- lo miré de soslayo -¿Qué es lo que quieres? Puedo soportar a un idiota por noche y ya me encontré a Walter dentro, así que…-
-¿Qué has hecho con la chica dulce, tierna, educada e inocente de la que me enamoré?-
-La asesinaste- contesté fría. –Cuando cortaste con ella y rompiste su corazón, ese fue el día en que terminaste con su vida-
-Fue lo mejor para ambos, tú lo sabes-
-Eso es lo que te dices a ti mismo para no sentir culpa por pasar la noche con otra, la misma noche que me cortaste-
-¿Qué estás diciendo?- dio dos pasos al frente. -¿De dónde sacas esas ideas absurdas?-
-No me mientas Luke, te llamé esa noche, estabas durmiendo y entonces una chica que no era Rosie, ni tu madre, ni Jaz me respondió-
-Pero, esa no…-
-No tienes que explicarme nada. Lo entiendo, enserio-
-Pero entiendes mal- insistió.
-¿Acaso importa?- sonreí al darme cuenta que varias lágrimas ya se me habían escapado ¿Por qué dolía tanto pensar en eso? –Acabas de decir que la chica de la que te enamoraste desapareció, que no te agrado ahora-
-No me agrada que no estés conmigo Mandy, te extrañé por tanto tiempo- sin notarlo, estábamos muy cerca, su mano acariciaba mi rostro y sus labios rozaban los míos. –Te amo, no hay nada que pueda cambiar eso-
Lo siguiente, él y yo. Mi espalda en contra de la pared y mis piernas alrededor de su cintura. Sus manos en mi espalda. Nuestros labios juntos, saboreándose, degustándose como hacía ya demasiado tiempo.
Por dios, como lo extrañaba, extrañaba esa sensación de protección que el me brindaba, esas descargas en todo mi cuerpo cuando rozaba su piel.
Se alejó unos centímetros para mirarme a los ojos –No tienes ni idea de cuanto te extrañé- sonrió, pero no pude hacer otra cosa que ahogar un sollozo, no podía decirle lo que en verdad sentía por él.
Porque estaba segura, de que si lo hacía, todo volvería a ser como antes. Y eso, era exactamente lo que estaba dispuesta a evitar. No importaba cuando doliera, no importaba si moría por dentro, si mi corazón se secaba, se rompía en millones de pedazos o se reducía a la nada misma, no iba a volver a ser la misma niña tonta, dócil, llorona o sentimental que era.
-Esto no debió ocurrir Luke- me separé de él aguantando los pinchazos que sentía por dentro.
-¿Por qué haces esto?- lo oí decir metros detrás de mi. –Amanda te amo, no voy a dejarte ir de nuevo, lo juro- gritó.
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On my way
Teen FictionLa vida de Amanda cambió para siempre con la muerte de su mejor amiga y vecina, Lily. Lo que Mandy no sabía, es que a veces, con la llegada de una persona especial, nuestra vida puede dar un giro tan grande como el de cuando otra decide partir.