Eran las 10 de la mañana, abrí los ojos y recordé la noche anterior, especialmente ese beso que nos dimos la noche anterior. Jamás había sentido lo que sentí en ese momento.
Me sentía feliz, solo podía pensar en el y si se habría sentido igual que yo. Mis maravillosos pensamientos se vieron interrumpidos por un molesto ruido que provenía de mi estomago.
Me levante con mi pijama color amarillo y un gigante corazón rojo. Me lave los dientes y baje a desayunar, mi padres habrían salido a hacer las compras.
Cuando termine, mire el reloj, ya eran las 11, así que decidí subir a cambiarme. Iba por la mitad de las escaleras cuando sentí el timbre de la casa, olvidando como estaba vestida corrí a la puerta principal y abrí.
-Luke- dije casi en un susurro y con una amplia sonrisa.
-Buenos días Mandy-
-Buenos días-
-Lindo pijamas- Rio. Otra vez me había visto en pijamas y totalmente desarreglada, 2Que vergüenza” pensé.
-Lo siento, es que acabo de levantarme-
-Te ves bien así-
-Mmm, no lo creo Luke, ¿Qué haces aquí?-
-¿No es obvio? Vine a verte a ti.- yo solo me quede mirándolo embobada con su sonrisa -¿No me vas a dejar pasar?-
-Que tonta soy- pensé en voz mientras me sonrojaba y el solo reia –Lo siento, pasa-
Abrí mas la puerta para darle lugar a que pasara. Cuando el ya estaba dentro cerré la puerta.
-¿Estas muy ocupada hoy?-
-Bueno, la verdad es que si- le contesté
-Oh- fue lo único que dijo, sonaba decepcionado.
-Había planeado ir a tu casa y ayudarte a acomodar tu habitación- mientras yo hablaba pude notar que su expresión cambio a felicidad. Al parecer el tenia tantas ganas de estar conmigo como yo con él. Eso me hacía sentir muy feliz.
Sin decirme nada se acercó a mí y me dio un dulce beso en los labios. -¿Qué esperamos entonces?-
-Solo dame un minuto que me pongo algo más apropiado para salir-
Amague a subir las escaleras, pero algo me detuvo, el me sostenía por la cintura -¿No te faltó algo?- susurró en mi oído.
Me di vuelta, quedamos cara a cara, iba a acercarme a sus labio, pero un ruido en la puerta hizo que me alejara rápidamente de el.
Se abrió la puerta, y unas bolsas fueron lo primero que vi antes que a mi padre que era quien las cargaba y mi madre por detrás con otro tanto de mercadería.
Mi padre le dio una mirada a Luke y luego a mi –Buenos días Luke-
-Buenos días señor Whitellie- Contestó Luke
-Amanda no te parece que esa no es vestimenta para recibir a un joven estando sola en casa-
-Es no hice tiempo a cambiarme papá-
-bueno, puedes ir ahora, nosotros le hacemos compañía a este joven-
Subí lo más rápido que pude, no me gustaba la idea de dejar a Luke solo con mis padres, quien sabe lo que le podrían llegar a decir. Me puse un jean azul, una blusa roja y unas zapatillas. Me peine, y me hice una coleta alta y cómoda.
Baje y al no verlos en la sala me dirigí a la cocina, Luke y mi padre conversaban alegremente. Mi madre se acercó por detrás y me hizo seña de que la acompañara a la sala. Cuando llegamos allí, se sentó en el sillón y yo a su lado.
ESTÁS LEYENDO
On my way
Teen FictionLa vida de Amanda cambió para siempre con la muerte de su mejor amiga y vecina, Lily. Lo que Mandy no sabía, es que a veces, con la llegada de una persona especial, nuestra vida puede dar un giro tan grande como el de cuando otra decide partir.