Despedida 1/2

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Marko sólo vestía con una bata de baño, de su cabello castaño caían pequeñas gotas de agua, su piel blanca, sus tentadores labios rojos formaban una sonrisa traviesa, esos orbes azules le atraían de una manera hipnotizante.

Shawn casi babea al ver a su preciosa rata de laboratorio tan provocador.

- ¿Te tomaste ya tú pastilla? - pregunto cerrando la puerta con seguro detrás de él.

- Eso no dices cuándo vas a follar, querido...- él acorto la distancia para abrazar su cuello y besarlo.

Shawn abrazó su cintura para pegarlo más a él.

- Lamentó mi imprudencia, pero casi matas a Azazel y golpeas a una niña, ¿qué me pasara a mí?- sonrió juntando sus frentes.

Marko cerró sus ojos disfrutando del momento íntimo que muy pocas podía disfrutar.

- ¿No lo quieres averiguar?- le mira coqueto para jalar de su cobarta a la cama.

Este río cargándolo estilo princesa dando un par de vueltas.

-¡Shaw!, ¿qué te eh dicho acerca de esto? - dio un leve golpe a su hombro mientras este le dejó caer con sutileza a la cama.

- ¿Qué te de duro?- se montó encima de él, sujeto sus muñecas arriba de su cabeza para besarlo con cariño.

Marko abrazo su cintura con sus piernas para pegarlo más a su cuerpo, quería que esto fuera especial.

- No - dijo con una gran sonrisa y sus mejillas sonrosadas.

- ¿Qué te parta tú c...?- antes de terminar su pregunta (pervertida:), este lo soltó de la cintura para rozar con su rodilla su entre pierna.

Shawn le soltó una de sus muñecas para sujetar su rodilla derecha la recorrió del talón hasta su amigito que parecía excitado, apenas un leve toque y lo siente estremecerse en su toque.

- Te amo, Shawn.

- Y yo a ti... Charles.

A

mbos se sonrieron con cariño antes de fundirse en un apasionado beso y unirse en un sólo ser.

•••

Erik veía el tablero de ajedrez con molestia, había perdido con ese idiota de Shawn.

Más esa molestia se convirtió en preocupación aún recordaba el estado en el que llego Marko.

Escuchó unos débiles toques en la puerta.

- ¿Erik?,¿estas despierto?- sonrió asintiendo pero recordó que no lo podía ver.

- Pasa - trato de ocultar su sonrojo más no pudo.

Esos orbes azules rodeados de un rojizo que solo un fumador o un drogadicto tienen, su sonrisa parecía forzada más le hacia sentirse tranquilo en vez de preocupado.

Ambos se veían a los ojos en la oscura habitación de Erik, él cual estaba sentado en su cama mirando el juego que estaba en la mesa alado de la ventana.

- ¿Qué haces despierto a estas horas, Magneto?- se sentó en la misma silla cara a cara.

Erik aun no se acostumbraba a ese sobrenombre auto impuesto por su...¿Maestro?...le mostró su sonrisa antes de señalar el tablero.

Wanted X-men ¡X-menAwards!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora