Rivales

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Sebastiano observo desde su nueva oficina como él se retiraba acompañado de un par de soldados.

Sonrió bebiendo de su copa brindando con su reflejo sin despegar la vista de su objetivo.

•••

Erik por su lado quedó a cargo de Azazel él cual no tenía intenciones de perder ante él.

- Si te rindes, no tendrás que sufrir la vergüenza de perder ante un adolescente...- se burló, Erik.

En ese tiempo lograron formar una extraña amistad que le permitía poder burlarse de sus pésimas técnicas en el ajedrez.

- Burlarse no te servirá para ganar una batalla - ambos voltearon hacia la única puerta del cuarto, donde un hombre de traje y de mirada fría veía con superioridad al chico.

Azazel se enderezó en el banquillo mirando a su jefe con respeto, mientras que Erik sólo lo vio fijo a sus ojos antes de desviar la vista a Azazel que negó de inmediato.

- Marko, no volverá hasta dos semanas yo me encargare del chico...- dijo Shawn con una maliciosa sonrisa traviesa.

- Señor... - llamó Erik - M...Él señor Marko, dijo que Azazel seria mi cuidador mientras atendía asuntos en Inglaterra, nunca lo mencionó a usted, señor - habló sin miedo, no titubeos se mostró indiferente ante su presencia.

Shawn no se le pasado es "M..." frunce su cejó levemente acomodo el cuello de su camisa antes de plantarse en frente del tablero y recargar sus manos en sus rodillas flexionadas para verlo de cerca a los ojos.

Erik frunce su cejó con una ligera sonrisa mientras levita una pieza de ajedrez hasta su mano, La reina, Shawn mueve un peón haciendo un ademán para que Azazel se quitara de ahí y tomara asiento.

- Demuestra que tanto aprendes de...... Doctor - hace énfasis subrayado por su siguiente movimiento.

- Como usted quiera, Señor - dice con una sonrisa tensa agrega con determinación - Le ganaré a Rey, para que vea que tan bien enseña mi Maestro

Azazel se queda de pie en el marco de la puerta incómodo e ansioso no le gusta para nada las referencias implícitas de cierto bipolar hormonado.

"Maldito, Marko, ¿Estp es lo que decías acerca que lo hará él " pensó soltando un suspiro, pasa una mano por su frente antes de salir furioso.

•••

Marko veía los pasajes con una aura melancólica, abraza su maletín mientras se inyecta una dosis extra.

Él nunca deseo esta vida, fueron circunstancias de las que no estuvieron en sus planes de vida a cortó plazo.

•••

- cuando seamos grandes, ¡yo ser un súper héroe! - decía una niña castaña de lindos ojos azules como el mar, una tez pálida con unas cuantas pecas en sus mejillas.

- ¡Yo seré un gran Científico como papá! - dijo su pequeño yo corriendo con una gran capa de sabana blanca.

- ¡¿Qué?!, ¡No, ambos seremos los héroes de la ciudad y juntos salvaremos a la princesa! - exclamó decidida la niña jalando de su brazo hacia uno de los cuartos de la gran mansión.

- No, yo no quiero salvar a una princesa mimada, ¡para eso te tengo a ti, Cassy! - revolvió su cabello rizado mientras la abrazaba.

-Jaja, ¡mira como me río! - utilizo una de las paredes del cuarto para dibujar con un crayon negro.

- ¿Qué haces?,mamá no le va a gustar que ralles las paredes... - se puso a su lado derecho para ver su dibujo antes de sonreír y que sus ojos azules brillarán con emoción.

- Nosotros seremos los reyes del mundo y lo salvaremos, con tu puesto de Ciebtiho loco y yo como la principa héroe! - alzó sus pequeñas manos al techo, él la sujeto de la cadera para alzarla y dar vueltas.

Ambos eran felices su promesa quedo impresa en una pared que sello con sangre un juramento que le costo más caro de lo que alguna vez pensó.

•••

Miro la cadena que colgaba en su cuello, sentía las lágrimas recorrer sus mejillas, cerro los ojos recargando su frente en el cristal.

-Lamento mucho lo de tú hermana...no los sabía - se disculpó la niña realmente apenada.

Él sonrió de lado observando el bosque, el cielo gris, la ligera brisa que golpeaba su rostro antes de verla
directo a los ojos azules de ella.

- Sólo no digas nada de lo que acabas de ver o sucedió ahí...- se ir guió en su asiento frente a ella frotó su mano derecha en sus ojos riendo.

- Si...-desvío la vista a sus zapatillas blancas - ¿Qué hará conmigo ahora?, ¿También me usara para...?

- No, Emma, yo solo buscó ayudarte, no utilizarla para viejos trucos de magia...yo deseó convertirla en una Reina que logre más que sólo adivinar la carta - vio de reojo a una bella mujer que lleva un carrito de comida.

- ¿Qué? - dijo confundida, ese hombre era muy raro.

- Eres una telepata, ¿no? - asiente aun sin entender - Por lo regular la Telepatía viene acompañada de Telekinesis o Control mental.

Explicó parándose y sonriendo de una manera que la niña la hizo sentir miedo de aquel sujeto que me inspiraba confianza, ¿ironía?.

- P-pero...¿n-no es lo mismo?...- se pego su espalada al asiento conteniendo la respiración al tenerlo tan cerca casi juntando sus frentes.

- Nop - mostró sus diente antes de salir por la puerta del vagón.

Emma dejo salir él aire una vez que lo vio fuera, tenia miedo por una razón, sus ojos se enfocaron en el maletín aun recuperando el oxigeno.


(づ ̄ ³ ̄)づ

Bien, queridos lectores esperó que les guste mi historia.😄

Esperó que no les moleste un poco de drama cliché, pero es necesario para lo que viene. 😎


Wanted X-men ¡X-menAwards!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora