10 de Diciembre "Cuenta regresiva"
Ethan
Desperté jadeando, estaba en una habitación de color blanco, mire para todos lados con la esperanza de ver una cara conocida pero me encontraba totalmente solo, aun no entendía lo que pasaba, pero varios recuerdos confusos invadían mi mente de un solo golpe...
No entendía lo que ocurría, seguía confundido y en una especie de Shock, sabía bien lo que era el Limbo, de niño había escuchado hablar sobre eso, pero jamás pensé que existiera.
—¡Ahora mismo estamos expresando sentimientos! —Me tiro el cabello con rabia.
—No es suficiente —Su tono de voz era pacífico— La rabia no es uno de los sentimientos más fuertes que hay.
—¡Entonces no todos los sentimientos cuentan! —La voz de Gray se escuchaba temblorosa pero con una intensidad que daba miedo.
—No es que no cuenten. Pero creo, y yo sé que es así, que ustedes pueden expresar sentimientos mucho más fuertes —su tono de voz seguía igual.
La voz seguía hablando pero ahora todo se veía más nublado, Grayson y mis padres ya no estaban. Sentía un leve pitido en mi oído que me molestaba bastante, la cabeza me daba vueltas. Intente caminar pero fallo y pierdo el equilibrio haciendo que cayera involuntariamente al suelo. Dirigí la mirada hacia arriba y a lo lejos divise una luz, y una voz, pero esta vez era de una mujer.
—Está despertando —parecía estar con más personas alrededor— ¡Vamos chico, tu hermano ya despertó! —y eso fue lo último que escuché decir.
Escucho la puerta abrirse y de inmediato dirijo mi mirada hacia ella, veo a una mujer entrando a la habitación que se acercaba hacia mí con una leve sonrisa.
—¿Cómo te sientes? —Pasa su mano por mi frente. Aquella mujer era la dueña de esa voz que había escuchado anteriormente. La mujer representaba una edad aproximada de unos treinta o cuarenta años.
Su mirada de a poco se iba tornando a una expresión de preocupación.
—Niño estas helado —me vuelve a tocar la frente.
No alcance a responder cuando toma su estetoscopio y me lo coloca en el pecho para escuchar mis latidos.
—Tus latidos suenan bien —Me mira confundida. Asiento con la cabeza, pero no digo nada. Me sonríe y de igual manera que yo, asiente.
Sin nada más que decir vuelve a colocar su estetoscopio alrededor de su cuello y camina de vuelta a la puerta. Antes de que salga tomo conciencia de mí mismo y la llamo preguntando por mi familia.
—Ellos están bien. No tienes por qué preocuparte. —Dicho eso sale sin más.
Me recuesto cansado sobre la camilla, me dolía todo el cuerpo, pero lo más extraño era que no tenía lesiones graves. Pensando en todo lo que estaba pasando, –en el Limbo, en mi familia y en la partida de Cam– siento como los párpados me comienzan a pesar haciendo que caiga en un profundo sueño.
Día 11 de Diciembre
Despierto a causa de unas voces provenientes del cuarto en el que estaba. Lentamente comienzo a abrir los ojos y lo primero que veo es a mi madre con los ojos hinchados y rojos, al parecer había estado llorando. Me sorprendí al verla en tan buen estado, a mi hermano detrás de ella y junto a papá que estaba sin expresión alguna en su rostro.
—Ethan, mi amor —Lloriquea mi madre, tomando mi cara con sus manos y besando mi frente.
A pesar de que podía sentir su tacto, no sentía calidez en ella.
—¿Qué paso? —Me refriego los ojos, aún no creía si todo esto era verdad.
Mi madre estaba a punto de responderme pero Grayson interrumpe.
—El limbo si existe —Su expresión era de total seriedad.
—¿Y Cam? —Pregunto asustado, sabía cuál podía ser la respuesta a mi pregunta pero no estaba listo para asumirlo.
Todos se dedican miradas entre sí, pero nadie responde.
—Hoy nos vamos —Habla mamá cambiando de tema.
—¿Qué? —estaba sorprendido no llevábamos ni un día aquí cuando ya debíamos irnos.
—Así es, la doctora dijo que nuestros síntomas están bien, que ya podíamos ir a casa —Me toma de los hombros regalándome una sonrisa forzada.
La quedé mirando por unos segundos, todo esto era tan extraño, nadie quería hablar sobre el tema, aunque nuestras vidas dependieran de ello.
Gray tomo de mi mano, haciendo que me levantara de la camilla. Busqué mi ropa y me vestí lo más rápido que pude, mientras mamá terminaba de arreglar los últimos papeles del hospital y con respecto a Cameron.
Ya afuera nos dispusimos a esperar un taxi. En todo el trayecto mi padre no emitió ninguna palabra ni tampoco nosotros. Se sentía en el ambiente nuestro cansancio y frustración.
Cuando llegamos a casa todo era diferente, hasta el aire que se respiraba ya no era el mismo, subí a mi habitación desesperado y cerré la puerta con todas mis fuerzas, me senté en mi cama y puse mi cara entre mis manos. Todo esto estaba pasando demasiado rápido, sentía que mis días contados –y literal los tenía más que contados– hacían un efecto de gravedad sobre mi cuerpo, no sabía cómo hacer florecer ese tal sentimiento al que se refería aquella voz.
Grayson
Imite la acción de mi hermano pero por el contrario yo no traté de tirar mi puerta abajo. Me senté en el suelo de mi habitación y me puse a pensar en todo lo que ocurría, más que nada en Cameron. No soportaba la idea de que ella, la chica que siempre nos molestaba y nos quería a su manera, ya no esté junto a nosotros. Ahora más que nunca, como familia, debíamos apoyarnos. No iba a dejar que todo esto nos tirara, en un esfuerzo de hacernos caer.
Me levanté en dirección a la habitación de Ethan. Camino por el pasillo y me detengo frente a su puerta, estaba a punto de entrar cuando escucho unos sollozos, me quedé en la misma posición por unos segundos, respiré hondo y me decidí a entrar, al instante me gano la mirada fulminante de Ethan.
—¿Todo bien? —estaba nervioso, no estaba acostumbrado a verlo así.
—Si hermano todo excelente, no podría estar mejor —su tono era sarcástico, sabía que era su único método de defensa en estos momentos.
—Ve el lado positivo, después de esto o somos vampiros o tenemos súper poderes —Dije tratando de animarlo.
—¿Se supone que debería reírme? —Enarca una ceja.
—No lo tomes a mal E, no sé cómo actuar frente a estas situaciones —Suspiro frustrado.
—¿Y tú crees que yo estoy acostumbrado a estar en estas situaciones? —Dice con la voz seca— tienes razón, de hecho hace algunos meses me gané mi pasantía para vivir de nuevo —Rueda los ojos.
Levanto los brazos en el aire anonadado, éste no era el Ethan que yo conocía, estaba perdiendo toda su humanidad. No iba a pelear, no quería. Así que decidí abandonar el lugar. Mientras salía de la habitación me detuve en el marco de la puerta y aun dándole la espalda a mi hermano le dije:
—Se supone que deberíamos estar apoyándonos, no destruyéndonos —Cierro los ojos y antes de que pudiera responderme me fui de la habitación.
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En el Limbo // Dolan Twins #CloudAwards
Gizem / Gerilim❝Estar en el Limbo, es estar en esa delgada línea que hay entre la vida y la muerte❞ ➼Historia completamente nuestra. (somos dos usuarios) ➼Se prohíbe la adaptación y/o la copia de esta historia. [Historia publicada el 04/Feb/2017]