- Que mal educado soy... permíteme que me presente, me llamo Sergio, ¿y cuál es su nombre señorita?
- Eh, yo... yo me llamo Dan... Daniela.
-Bonito nombre Daniela, y...bueno... supongo que tu estás acostumbrada a empaparte por lo que veo, pero ¿te importa si nos resguardamos de la lluvia?
-Pero... pero es que yo...¡me tengo que ir! Mi madre me está esperando.
- Así que es cierto eso de que aún se castiga a las niñas buenas que se portan mal y no llegan a casa a tiempo eeeh (Lanzándole una mirada de lo más tierna posible)Daniela se ríe tímidamente.
-Sergio me tengo que ir, de verdad, mi madre se estará preocupando.
-Está bien princesita, ¿me dejas que te acompañe hasta casa al menos?"¿Princesita? ¿No me conoce de nada y ya me llama princesita?¡Este tío de que va! Y encima quiere acompañarme a casa ¡Pero bueno! ¿Será igual de simpático con la chica morena?"
-No gracias, prefiero terminar yo sola mi ruta.
- Guapa, responsable, buena y deportista, ¿se puede pedir más?Daniela no responde a eso, se dispone a ponerse la sudadera para no mostrar lo que su camiseta empapada deja ver y a irse de allí cuanto antes.
- Bueno encantada Sergio, ¡Me voy!
-Alaaa pero...¿no me vas a dar tu número de teléfono, ni vamos a quedar para tomar un café ni nada?
- ¡Lo siento tengo prisa!
-¿Ni un besito?
-¡Adiós!"¡Bésame ya! Y no dejes que me vaya..."
Y sale de allí corriendo todo lo que sus piernas le permiten (aunque estaba deseando quedarse allí con el bajo la lluvia) dejándolo allí abandonado al ahora "capullo" de la tienda (Capullo por haber permitido que se fuera).Llega al portal y llama al telefonillo para que su madre le abra la puerta. Nadie contesta. Decide llamar a su vecina de arriba que es con la que más confianza tiene.
-Piiii, Piiiii
Habla una voz de chico.
-¿Sí, quién es?
-¡Edu! Soy tu vecina de abajo, que he ido a correr sin llaves y no hay nadie en mi casa.
- ¡Daniela!, ¡por fin! ¿estás bien? Nos tenías muy preocupados, tu madre ha ido a buscarte.
-Sí tranquilo estoy bien, ¿puedes abrirme porfa?
- ¡Claro! Ven, sube a mi casa.
Daniela sube por el ascensor tiritando de frío y le recibe Edu su atractivo vecino, un joven de pelo negro ,con un físico espectacular super simpático y con 25 añitos muy bien cumplidos.
- ¡Estás empapada!
- Edu... perdona, se me ha pasado la hora cuando he ido a correr.
- No te preocupes, ahora llamo a tu madre para decirle que estás aquí bien. Date una ducha mientras, te prestaré ropa seca.
- Gracias por todo Edu.
-No hay de qué.
(Sonriendo de oreja a oreja)Daniela se mete en la ducha sumergida en sus pensamientos de todo lo que le ha sucedido hoy, y disfrutando del aroma del gel de su vecino que le recuerda a su infancia.
Sale de la ducha y Edu ya le tiene preparado su chaqueta favorita de nike, un par de camisetas otro par de pantalones y unos calzoncillos suyos para que elija.
- Creo que me quedaré con esto, gracias.
-Está bien, vístete aquí en mi cuarto, te esperaré en el salón.Se viste con la ropa de Edu mientras observa cada detalle de su habitación. Nunca se había percatado de lo iguales que son hasta hoy. Comparten muchos gustos y aficiones pero ella no había sido consciente de ello pese a conocerle desde que eran pequeños.
Se pone por último la chaqueta de su vecino, se hace unas trencitas y se dirige al salón, según atraviesa la puerta Edu la debora con la mirada y abre los ojos como dos platos como si de algo alucinante se tratase.
Daniela se ruboriza pero se sienta rápidamente a su lado.
-¿Qué tal ha ido la ducha?
-Muy bien, gracias. Y mi mamá ¿cuando va a llegar?
-Pues supongo que estará ya al caer, me ha dicho que se pasará por aquí, así que si te apetece podemos hacer algo mientras.
-¿Jugamos a la play? He visto en tu cuarto que tienes muchos juegos.
-Venga vale, en mis ratos libres a veces suelo jugar.
(Ambos sonríen)Jugar a la play hizo que Daniela despejara su mente durante un buen rato hasta que llegó su madre, empapada también y con cara de mala leche.
-¡Hola mamá!
-¿Hola? ¿Sabes que estás castigada hasta que las ranas consigan hablar no?
-¡Noo!
-Anda, vamos para casa que... ¡me tienes contenta!
Ambas se despiden de Edu cariñosamente.
-Muchas gracias por todo Edu,¡mañana te traigo la ropa!
- De nada mujer, cuando quieras. (Iluminándosele los ojos como un lucero)
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PERDIENDO EL JUICIO ✨
Teen FictionCuenta la vida de una chica un tanto diferente al resto, a la que le suceden cosas de cualquier tipo que poco a poco va afrontando . También se le cruzan de por medio varios chicos que hacen que la protagonista pierda la cabeza.