Cuenta la vida de una chica un tanto diferente al resto, a la que le suceden cosas de cualquier tipo que poco a poco va afrontando . También se le cruzan de por medio varios chicos que hacen que la protagonista pierda la cabeza.
Daniela sabía que aunque se metieran en el lago semidesnudos no pasaría nada, sería solo como amigos por que él tiene novia, María. -¡Que fría está el agua! -¡Ven aquí tonta! Que te abrazo...
Daniela se hizo un moño para evitar mojarse el pelo, pero no sirvió de nada, sergio la abrazó y juntos se sumergieron en el agua. Sergio la besó el hombro y salieron de nuevo a la superficie. -¡Hueles a palito de cangrejo! -¡Y tu pareces la sirenita! -Pero eso no es malo... -No podría decir nada malo de ti, aparte de que eres una borde... -¡Anda ya! -No soy borde... -Un poco sí...
Daniela cogió a Sergio de la mano y lo arrastró tras ella por el agua, mientras él disfrutaba de la visión que le ofrecían las aguas cristalinas del lago. -¿Te habían dicho alguna vez que tienes un culo impresionante? -Mmmm no, has sido tú el primero. -No creo... -Jajajajajajaja -Mala -Feo -Guapa -Tonto -Sexy -¡Ya vale! -Jajajaja no sabía que eras tan graciosa... -El agua te está afectando las neuronas eh, vamos fuera anda que tengo que secarme... -Lo que usted mande señorita.
Los dos salieron del agua y se tumbaron en la arena, Daniela apoyó su cabeza en el regazo de Sergio y pasaron un rato agradable comentando las formas que tenían las nubes. Pasado el rato y por sorpresa de Daniela apareció en la arena un nuevo inquilino...
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-Sergio ¡Mira que monada! ¡Ayyy, que cosita tan bonita! -¡Alaa! ¿Y esta bolita de donde se ha escapado? -¿Tendrá dueños? -No se... esto esta lejos de la ciudad, puede que lo hayan abandonado... -¿Y si lo llevamos al veterinario para ver si tiene chip? -Esta bien, lo llevaremos al veterinario. -¿Tú tienes alguna mascota? -No, no tengo mascota, bueno ahora sí tú. (Y la guiña un ojo mientras la lanza un beso) -Jo, yo tampoco tengo mascotas, me encantaría tener un perrito, pero mi madre no me deja. (Haciendo muecas de pena) -Puedes quedarte esta cosita si no tiene dueño... -Pero mi madre se enfadará...no me va a dejar. -Bueno, vamos primero al veterinario, aún no te hagas ilusiones.
Se vistieron y Daniela se puso una sudadera de Sergio para que no se la viera el roto de su camiseta, se montaron en el coche y fueron a un veterinario del centro de Madrid. Allí les dijeron que el cachorro estaba sano y que no tenía chip, que era posible que le hubiesen abandonado. Volvieron al coche. -Sergio ¿Que hacemos con el perrito? Yo no me lo puedo quedar aunque quiera... -No te preocupes nena, me lo quedaré yo y lo podrás ver siempre que quieras. -¿Siempre, Siempre? -Sí, siempre. -Tengo una idea. -Cuéntamela. -¿Te acuerdas del parque donde nos cruzamos por segunda vez? -Claro, como para olvidarme de tu estilazo al correr... -Idiota... ¡Podíamos ir allí a pasear a nuestra nueva mascota! -No se hable más... Pero antes debo hacer una cosa.
Sergio se bajó del coche y volvió al veterinario, al cabo de un rato salió con un paquete enorme de comida para perros cargado en el hombro y en la otra mano una bolsa, cargó en el maletero la comida del cachorro y se montó en la puerta del conductor dejando la bolsa a Daniela. Al abrir la bolsa Daniela descubrió que había comprado un collar, una correa , un bebedero y un comedero. -Que bien le cuidas... ( Le mira y sonríe) -A ti también te cuido, ten, aquí tienes tu título. (Entregándola un diploma) -Mil gracias Sergio, de verdad...
Daniela le da un beso en la mejilla y se queda callada disfrutando de la música y acariciando al perro. Suena...
