Capitulo 16

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Poco a poco me fui contagiando de su conformismo y fue cuando conocí a Avan, en uno de los cursos a los que asisti sobre como hablar en publico y poco a poco fue acercándose a mi. Empezamos a salir a tomar cafes, quedamos para comer y me llamaba todos los días para preguntarme como estaba.

A medida que iba pasando el tiempo, le iba tomando cariño. El sabia que estaba embarazada (cualquiera se daría cuenta) pero en ningún momento le dio importancia, puesto que no aparto su atención en mi.

Una noche salimos a cenar y me sorprendió que pidiera media botella de vino blanco, cuando el solo pedia agua, siempre.

Cuando se termino la botella vi que tenia las mejillas sonrosadas y su expresión seria e impaciente había desaparecido. Empezo a hablar con bastantes rodeos para acabar diciéndome que estaba enamorado de mi y me decía que si quería irme a vivir con el, ya que llevábamos algún tiempo viéndonos. Era un hombre con bastante dinero que hubiera podido tener a cualquier chica. Fisicamente no era ninguna maravilla siendo sincera, pero tampoco destacaba por lo contrario. Era un hombre normal.

Me encontraba a gusto en su compañía y aunque no estaba enamorada de el, pensé que había experimentado las dos caras de una moneda y ninguna me había funcionado. Vivi con un hombre mas frio que el acero y estuve con la máxima calidez celestial, tal vez el amor era eso: Compañerismo, Preocupación por el otro, Atención diaria y Sentirse acompañada. En lugar de sentir me dedique a pensar, porque sentir me llevaba a Nick y por lo tanto al sufrimiento. Y mi pensamiento fue practico, empecé a parecerme un poco a mi padre, teniendo en cuenta lo que me convenía no lo que sentía. Me independizaría de la casa de mi madre, tendrá el tema del dinero resuelto, estaría bien atendida, acompañada y todo lo demás... eran fantasias. Tras un largo silencio... le dije que si. Se puso realmente contento, se notaba que el estaba enamorado de mi.

Seguramente yo me iría acostumbrando a él poco a poco y tal vez, solo tal vez, llegaría a sentir ese amor algún día.

Se lo comuniqué a Chelsea, y ella me advirtió:

- Tu mente podría desear tener una relación con un hombre Ingles que viva

cerca de tu casa y tener una relación tranquila con él, pero eso nunca resultará

porque es lo que desea tu mente. Tu mente "cree" que eso es lo que quieres pero en

tu corazón sabes que no es así.

No tuve en cuenta el consejo de Chelsea. Estaba muy herida por las bipolaridades que manifestaba continuamente Nick. Por todo su miedo. Su miedo a tenerme, su miedo a perderme.

Nick mientras tanto me escribía como siempre, cuando quería, para decirme que me amaba; pero yo intenté no prestarle mucha atención a esas breves intervenciones, y dársela a Avan, que era quien estaba presente en mi vida todos los días. No le comuniqué a Nick nada acerca de mi vida. No tenía la necesidad de hacerle sufrir.

Me acostaba con Avan y obtenía momentos de cariño, nada más.

No despertaba en mi instintos sexuales, ni tampoco ningún sentimiento con un poco de profundidad. Mi mente se había vuelto fuerte. Mantenía a Nick apartado de ella para no caer en el llanto del recuerdo. Sin embargo algo muy suyo no paraba de moverse dentro de mí, y olvidarme de él se me hacía imposible.

Estuve con Avan dos meses y medio, y cada vez que me tocaba el vientre, tenía que apartarme con alguna excusa, porque únicamente deseaba que fuera Nick quien lo hiciera. Las promesas de Avan sobre que nunca me dejaría, no me aportaban paz.

Inconscientemente más bien al contrario.

Avan tuvo que hacer un viaje a Alemania, para firmar varios contratos sobre sus asuntos laborales, de eso yo no sabía mucho.

Como tenía que estar diez días, fui a casa de mi madre a recoger la gran maleta que me llevé a Chile.

Avan estaba trabajando cuando pensé en dejarle la maleta abierta encima de la cama,

para que el metiera lo que le hiciera falta.

Todavía había algunas cosas que no había vaciado de ella, así que la revisé bien.

Ya iba a dejarla cuando vi que no había abierto un compartimento con una de las

cremalleras que estaba en la parte de arriba, y que casi no se usaba y...¡cual fue mi

sorpresa cuando encontré la camiseta de Nick!

El corazón empezó a palpitarme con mucha fuerza y tragué saliva porque estaba muy conmocionada. La cogí con ambas manos, la olí y el impacto del recuerdo fue tan fuerte, que acto seguido me desmayé.

Desperté con un golpe en la cabeza, pero no me había dañado la barriga. En mi mano sujetaba la camiseta y pude sentir toda la presencia del amor de nuevo. Me di cuenta de que no podía vivir sin amor. La vida no tenía ningún sentido sin él. Lo estaba viendo clarísimo. Enseguida comprendí que debía dejar a Tomás. Era un grave error vivir una vida de conformismo, por muy buena que fuera esa vida, y girarle la cara a mis pasiones, que eran Nick y la fotografía. Aunque por el momento no obtuviera resultado de ninguna de mis dos pasiones debía tener fe. Debía morir intentándolo y no vivir dejándolo de lado, y por tanto fracasando de ante mano. Mi madre se llevó un gran disgusto. Ella deseaba un padre y dinero para su nieto. Y yo ya volvía a las andadas. Ya volvía a ser yo de nuevo, en su casa, soñando cosas imposibles para evitar una desoladora realidad: que era una fracasada y que nunca saldría del hoyo por mí misma.

Mientras yo creía que la vida era mágica y que no podía ser algo tan vulgar, y menos

espués de haber experimentado un verdadero cielo.

No me cabía duda que Nick, cuando mantenía sus largos periodos de silencio, era porque intentaba establecer una vida "normal" en pareja.

Con otra mujer más práctica quizás. Pero estábamos conectados en espíritu, y por supuesto, no le funcionó.

Still Falling For You ---- NICK JONAS Y TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora