Río Escarlata || Drinny

10. Nuevo Ataque

La siguió con mala cara, había muchas personas que realmente desearían poder comer lo que ella desperdicia.

—Algo me dice que he sido una chica mala de nuevo, para que tenga esa cara Malfoy –comentó haciéndolo poner los ojos en blanco.

—Odio a las personas como usted, simplemente eso –se encogió de hombros.

—Vaya, creí que aún estaba trabajando, y que en su horario intentaba olvidar lo mal que le caigo, y al finalizar su horario... Olvidaba que existo, pero ahora me dice que me odia.

—Dije que odio a las personas como usted –recordó.

—Eso me incluye, no es muy listo ¿cierto? –Negó y se giró hasta él –usted va por la vida odiándonos ¿sabe al menos por que nos odia?

—Hay miles de personas allá afuera muriendo de hambre, y usted simplemente... Desperdicia esa comida ¿sabe que se tira? Que nadie se ve beneficiado por que se haga de más.

—Le diré una cosa –se volvió a girar y siguió caminando –no odie a las personas como yo, si le parece bien, sólo ódieme a mí, su odio es algo con lo que puedo cargar sobre mis hombros.

—Sólo soy un hombre –se burló.

—Lo es, ciertamente, pero incluso en el vientre de mi madre la gente ya me odiaba ¿qué diferencia podría ser el odio de uno más?

—No creo que la odien, usted...

—Usted no sabe nada de mi –lo enfrentó enfurecida –se cree muy listo, pero no lo es, es demasiado ciego para ver la realidad de las cosas, el mundo está sumido en una gran oscuridad, nuestro país está en medio de una guerra sangrienta, y sólo está aquí, siendo un imbécil y odiándome por las razones incorrectas –se acercó a él y golpeo su pectoral derecho con su dedo índice –si va a odiarme, que sea por las razones correctas ¿alguna vez se ha preguntado de qué forma he influenciado yo en esta sangrienta guerra? –Se burló –no, no lo ha hecho, bien, he matado a muchos y ni siquiera me he llenado mis propias manos, no, hay muchas cosas de las que podría arrepentirme ¿sabe cuál es una? –lo observó un segundo –enviar hombres y mujeres inocentes a matar a otros hombres y mujeres inocentes, enviándolos a morir, he roto familias enteras al enviar a esos hombres armados hasta los dientes, y yo sigo aquí, siendo odiada por un imbécil porque soy incapaz de terminar mi cena, cuando no pasa por su mente que tal vez odio cada parte de mí, no hay amenaza más grande, Sr. Malfoy, que ser capaz de enviar a hombres a morir y no sentir nada al respecto, ahora puede marcharse.

Se quedó como un idiota a mitad del corredor, sin palabra alguna que esbozar, se había quejado tantas veces de ella, de su egocentrismo, pero jamás había visto a la persona, y sus palabras lo habían noqueado, y verla así de enfadada, le había provocado un poco de ternura, había alguien que tal vez no reparaba en algo como la comida desperdiciada, pero sí en cuántos hombres inocentes morirían en un enfrentamiento esta noche.

Negó con una sonrisa, esas palabras en la boca de ella, sus palabras le habían hecho ver que eran más que soldados, eran personas matando a personas porque se les dijo que estaba bien, pero Remus se lo había recordado muchas veces, cuando te arrancan la libertad, no hay otra forma de recuperarla que luchando, mejor morir por lo que se cree, que morir por nada.

oOo

La vio acercarse por el pasillo, observaba una tableta y pasaba sus delgados dedos de un lado a otro y sus expresiones faciales le hicieron sonreír, aunque puso rostro impasible cuando ella lo observó.

— ¿Sabe leer? –le preguntó seria.

—Por supuesto que sé leer –iba a decirle que se había criado muy cerca de la líder de Wiltshire, que era una profesora maravillosa, antes de unirse a los rebeldes.