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Luka extendió la mano para tomar la pierna del bebe, evitando así que gateara más lejos. El niño frunció el ceño y se giró, sentándose para tratar de quitar la mano de su padre.

—No, Eddie.

El bebe hizo un puchero y frunció el ceño, tratando aún de quitarle.

—No—repitió jalándole por la cama para regresarlo a su lado.

El niño soltó una risita y volvió a gatear alejándose.

—Ah, así que esto es un juego para ti—dijo jalándole de nuevo. —Eddie, no puedo jugar ahora.

Hizo un puchero y soltó un gritito llamando la atención de su padre, removiéndose por no poder pararse, tratando de quitar la mano de Luka de encima.

Comenzó a llorar cuando supo que no podía hacer nada y la puerta se abrió de inmediato, Astrid observó la escena y contuvo una risa, acercándose a ellos.

—Que pasa?—le preguntó a Eddie, tomándolo en brazos.

El bebe se acomodó en su hombro y se aferró a ella, tomando un mechón de su cabello húmedo.

—Caray, me voy a bañar y hacer enojar al pobre Eddie—dijo divertida con la expresión de Luka.

Él suspiro y rodo los ojos, acomodándose la camisa al fin, no podía tratar de vestirse sin que su hijo tratara de escapar de la cama.

Se acercó a ellos y tomó al niño para despedirse antes de salir.

—No llores, haces dramas por nada—sonrió y beso la frente del bebe que hacía más pucheros, ya no lloraba, solo fingía sollozar. —Pórtate bien y te veo después.

Eddie se acomodó en su hombro y lo vio, como si le pidiera que se quedara.

—Jugaremos cuando vuelva, lo prometo.

El pequeño omega metió su mano a la boca sin separarse ni un poco.

—Vamos—le llamo Astrid al pequeño, extendiéndole las manos.

Eddie se dejó hacer sin dejar de ver a su padre.

—Dile adiós a papá—le dijo tomando su mano para agitarla en despedida.

Luka sonrió y negó, su hijo se aferraba a Astrid buscando una posición cómoda y jalando su cabello.

—Tenemos una cita esta noche.

—No se me olvida—dijo acariciando la espalda del bebe.

—Usaras vestido?

—Sabes que no.

Luka se rió y beso sus labios aprovechando que estaba indefensa para salir casi huyendo. Astrid vio a la puerta y negó, divertida.

—Llevemos a Niko a la escuela—le dijo al pequeño que mordía su playera.

Salió del cuarto y vio a su hijo que terminaba de desayunar sin prisas, observando un libro al lado de su plato.

Niko termino de alistarse y salieron caminando sin prisas, le gustaba cuando salían así pues realmente se sentía como en una familia "normal". Cuando eran solo Astrid y él sentía que estaban solos...claro, sin contar las constantes salidas con Evie y Cori.

—Astrid, alguna vez has ido a la playa?

—No—respondió mientras cruzaban la calle. —Luka me llevó a una artificial pero no es lo mismo, por qué?

—En el libro que Luka me regaló vienen imágenes del mar y se ve bonito...me gustaría ir a una playa y verlo.

—Estaría bien ir alguna vez...pero no sé si se pueda pronto.

IncompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora