Parte II

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Varios días pasaron y en el mismo parque, sentados en la misma banca se encontraban los mismos chicos, solo que uno le enseñaba al otro.

-En esta parte debes mantener presionado este dedo, y este lo sueltas- el peliturquesa se mantenía concentrado mientras sostenía la mano del pelimorado.

-Por eso nunca me salía... es... Así- susurró para volver a intentar la nota que le enseñaron -¡Si! Lo conseguí, pero aún me cuesta trabajo-

-Sólo prácticala, ahora la que sigue es así...-

Sus tardes pasaron de esa manera, con la compañía del otro. Y para el momento en que Bonnie aprendió a tocar el peliturquesa no podía evitar sentir un nudo en su garganta al saber que pronto sería olvidado.

Todas aquellas horas, días y semanas que habían pasado lo hicieron acostumbrarse a la compañía ajena a pesar de que no se conocieran a la perfección. La sensación de temor llenaba su ser.

-¡Oye maestro!- lo llamo el pelimorado como de costumbre -quería darte las gracias por todo lo que me has enseñado, he aprendido bastante de ti y ten por seguro que no te defraudare... También quería darte esto- acerco sus manos a las del otro para darle una cajita pequeña, al momento de que Bon la abrió logro tocar un objeto con la figura de un "triángulo"

-Una uña de guitarra- susurro -Bonnie... No debiste-

-Quería agradecerte por lo que me ayudaste en estos días-

-¡Y tiene mi nombre escrito!- dijo sorprendido al tocar los ligeros puntitos que se asomaban por una de las caras de esta. No podía caber en la felicidad que albergaba

-Me alegra que te guste- le sonrió para que segundos después su expresión cambiara –hey– llamó en voz algo baja

-¿Sucede algo Bonnie?- el sentimiento de temor lo llenó de nuevo, deseaba que nada malo pasará

–Quería preguntar algo... Espero que no te incomode pero realmente me gustaría saber– dijo algo avergonzado

–¿Qué quieres preguntar?–

–Espero realmente que no te moleste, pero... ¿Por qué usas una venda?– miraba el piso pues no quería herír al otro por eso, se sentía bastante incómodo

-Jamás me molestaría- suspiró -fue hace bastante tiempo, yo... Quedé ciego después de un descuido, los doctores dijeron que pude haberme salvado... Si ni fuera por mi torpeza -resumió levantando su cabeza sin muchos ánimos –Muchas veces he querido regresar el tiempo, daría lo que sea para volver a ver las cosas a mi alrededor.... Debí haber apreciado lo que tuve mientras pude–

–Yo... Perdón por preguntar algo así, no fue mi intención, debió ser muy duro para ti todo eso–

–No hay necesidad de diaculparse Bonnie el pasado ya no se remedia. Pero si algo puedo aconsejar es que me gustaría que te cuidarás, no soportaría que te pasara nada malo–

–Te preocupas mucho por mi, eso debería hacerlo yo– mantuvo la calma por unos instantes –¿Puedo hacerte una última pregunta? Mejor dicho ¿una petición?–

–Ya hiciste tu pregunta– contestó burlón

–No, hablo en serio Bon– sonrió ante el chiste

–Bueno bueno... Pregunta– giró su cabeza hacia él

–¿Me dejarías ver tus ojos?– tartamudeo con inseguridad apartando la mirada

Bon se sorprendió –¿Te refieres a sin.... La venda?– cuestionó queriendo entender mejor lo que su contrario había dicho

–Si no te es una molestia, sí, me gustaría verlos sin la venda–

Bon tardó un poco en reaccionar, y cuando lo hizo en ese instante subió sus temblorosas manos a la parte trasera de su cabeza para quitar el pequeño seguro que detenía la venda, lo apretó en su mano y lentamente fue deshaciéndose de esta hasta dejar en descubierto su rostro.

Volteó nuevamente hacia donde se encontraba el pelimorado, quien no apartó su vista de su rostro mientras lentamente el moreno abría sus ojos ante él de una manera en la que podía sentir le era entregada la confianza de un gran secreto.
Sabía que Bon seguiría sin ver a pesar de todo, y no pudo evitar pensar que su rostro era lindo.
Aquellos ojos daban un tono oscuro pero aún así el verde de estos era evidente, sin contar esas largas pestañas que daban un toque a su rostro de delicadeza. Era muy llamativo para ser un par de ojos.

"son tan bellos para ocultarlos tras un pedazo de tela"

"¿cuántos problemas ha tenido después de esto?"


–¡Quiero ayudarte!– le grito repentinamente después de pensar la última idea

–¡¿Eh?! ¿A qué me vas a ayudar?– se asusto dando un ligero salto

–Quiero que sepas que a pesar de ya no tener esa capacidad de ver tu alrededor por tu cuenta, no todo esta por los suelos pues yo... Yo..... Yo te voy a ayudar ¿si? Quiero que sientas como veo el mundo..... Claro... Si me dejas- contestó con las manos empuñadas en su pantalón

El ojiverde por su parte estaba sorprendido, era la primera vez que alguien a parte de sus amigas Joy y Meg se tomaban su tiempo para ayudarlo por amabilidad y apoyo.

Poco a poco de sus ojos comenzaron a asomarse unas ligeras lagrimas que comenzaron a bajar rodeando sus mejillas que se encontraban coloreadas, por un instante eso alarmó a Bonnie pues pensó que lo había hecho sentir mal.

Un abrazo fue el que calmó sus pensamientos, el chico de hebras celestinas lo abrazaba con algo de fuerza atrayéndolo a su pecho mientras lloraba cada vez menos, el otro acepto el abrazo y correspondió sobando su espalda levemente como si fuera a lastimarlo.

En unos momentos después se separaron, sin decir nada por algunos segundos.

–Sí quiero...– fue lo único que alcanzo a decir Bon. Lo suficiente para que su acompañante sonriera ampliamente

Pues aunque Bon no lo supiera para Bonnie él era especial debido a que es una de las pocas personas que le trataban con respeto, amabilidad y cuidado. Algo que apreciaba mucho. sin saber que en fondo de su pecho se encontraba un cofre que contiene los sentimientos más puros e inocentes guardados listos para salir algún día.....

Sentimientos que florecerán con ayuda del chico peliturquesa..

-necesito editar mejor esto-

Te comparto mis ojos ∆BonxBonnie∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora