Me gusta el nuevo Alberto, la nueva persona que es hoy encontré mi paz interior, me quiero con todo y mis defectos incluido, ahora entiendo que nadie es perfecto, que todos caemos y siempre va haber alguien que te levante no será algún amigo o familia va hacer alguien que se cruzara en tu camino te ayudara a comprender lo que no entiendes y se ira dejando una guaya muy grande que recordaras por siempre.
Hay cosas que al paso de estos seis meses no entendí ya no tome importancia por algo pasan por algo tus amigos no te dicen las cosas tal vez para protegerte pero es mejor así ya paso, todo quedo atrás.
Es como dice Oowey el maestro de Po "El ayer es historia, el mañana es un misterio pero el hoy es un obsequio por eso se llama presente" una de las mejores reflexiones, habrá personas que no entenderán hasta que pasen por algo similar o puede que no.
─ ¡Alberto! Estaba hablando con los chicos para salir hoy por la noche como es viernes pensamos que no te podrías negar ─ Actuaba como una niña pequeña pero muy tierna.
─ Está bien Fanny salgamos hoy pero vamos a comer tacos ─ Le dije dándole un beso en la frente.
─ Así se habla pasas por mi ─ Adoro a esta mujer, es una gran persona siempre animándome y queriéndome proteger como su hermano menor, aunque siempre termino protegiéndola yo a ella pero la quiero.
Uno de los mejores momentos que pasamos de niños es cuando parecíamos changos trepados en el árbol de su casa era enorme por supuesto era un bambú lo recuerdo como si fuera sido ayer.
─ De que te ríes simio de seguro de tus conquistas verdad ─ Con sorpresa y curiosidad.
─ ¡Jaja! Recordé cuando te salve de tu árbol, te quedaste colgando de un pie de milagro estaba ahí para salvarte ─ Se sonrojo.
─ Cállate simio lo se gritábamos como tersan y si fuera poco papa tuvo que cortar las ramas del árbol porque casi nos matamos ─ Era cierto a causa de que Fanny quedara colgando del árbol fue motivo de que le quitaran las ramas.
Todos reímos de nuestra anécdota es genial recordar cuando éramos niños cuando no sabíamos el dolor y lo cruel que es afrontar la vida. Bueno todo fue un caos ya que los chicos comenzaron a contar sus travesuras eran más tremendo que Fanny yo.
Las horas pasaron demasiado rápido los profesores no tenían muchas cosas que enseñarnos apenas comenzaba el semestre, nuestro Último semestre que dejaremos de ser chico de preparatoria.
Dejará a mis amigos, a mi mejor amiga que ya no lo es que es mi hermana la extrañare más a ella ya que se ira a Querétaro a estudiar psiquiatría criminal quien me va a cuidar ya no somos unos niños.
─ ¡Alberto vámonos ya! Andas muy pensativo ¿te pasa algo? ─ Dijo preocupada Fanny.
─ No pasa nada, no te digo loca ─ Respondí burlándome.
─ Alberto por favor escúchame, me arrepiento de todo ─ Desespera lo decía.
─ Carolina no hagas esto más difícil, ahora soy el que te dice que ya no te ama perdón tal vez esto duele pero de ti aprendí hablar claro ─ Me marche dejándola con su agonía no sé qué paso que un día para el otro ya me amaba y se arrepentía de todo no sé qué paso entre ella y Pablo pero ya no me incumbe saber.
Me dispongo a irme con los chicos y como es costumbre pasar a dejar a Fanny a casa, la rutina de todos los días. Sigo mi camino a casa con los audífonos puesto escuchando una de las melodías que me recuerda a las historias de amor, de esos amores que no se quedan juntos no por falta de amor si no por las circunstancias de la vida y su nombre lo dice todo " Coincidir "
En seguida se formó una imagen fugas de unos ojos café oscuros muy oscuros de esos ojos que te reflejan el abismo y las dolencias de alguien, fue extraño nunca me había pasado y mucho menos sentir una preocupación en el pecho.
Pero debo estar loco solo es producto de mi imaginación me hace daño leer todas las noches historias de amores imposibles. Sigo mi camino.
------Unas horas después------
Me he despertado de una larga siesta tengo un poco de pereza de levantarme pero ya quede con los chicos de ir a comer tacos y eso no se rompe menos por los tacos, me siento afortunado de comer tacos mexicanos son deliciosos.
Escojo algo como y en un dos por tres ya estoy listo tomo las llaves, nuevamente me pongo los audífonos y la misma canción con la misma imagen no puedo sacarme de la mente esos ojos nunca los había visto más por un color que no se ve mucho por estos sitios.
Llegue a la casa de Fanny ya todos estaban en el punto de reunión, nos saludamos como es costumbre y fuimos hacia el puesto de tacos que es el favorito de todos. En el transcurso Fanny y yo jugábamos a los novios en ocasiones hacíamos que peleábamos o nos ofendíamos como es costumbre y los chicos se incluían de tanta risa me dolía el estómago.
Es una de las mejores noches ya me hacía falta, algo llamo mi atención una figura no logro ver bien pero mientras más nos acercamos se vuelve más visible, es una mujer cargando sobre sus hombros una guitarra la miro con mucha intensidad y se da cuenta.
En cuanto pasa a mi lado no puedo evitar verla a los ojos ella también lo hace, esos ojos son los mismos que en la tarde me pasaron por mis pensamientos acaso esto es un juego.
─ ¡Alberto! Se mas disimulado, descarado ─ mi cara se puso como tomate.
─ Es que es hermosa ─ Conteste.
─ Lo sabemos ¿quieres que investigue su número? ─ Morlona dijo Fanny.
─ Tranquila, loca enferma solo que... nada estoy loco ─ Conteste confuso por lo que había pasado.
En toda la noche pensé en sus ojos es como si formara parte de mí, es como si la conociera de algún lugar, presiento que revolverá mi vida no sé muy bien lo que estoy sintiendo pero me da miedo.
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Corazones Rotos
Teen FictionNo se cual es la gran diferencia de amar y querer, de una manera tan extraña que un ser humano pueda sentir, en ocaciones me siento como el más idiota hablando de esto.