Hay historias de amor, que nunca terminan, que se esconden tras la vuelta de tu esquina, que bailan sobre un solo pie, que reman con un remo, que beben sin sed, hay espacio, hay dolor, hay deseo. Corazones en el aire llenos de agujero, hay besos compartidos, robados elegidos, mil señales de humo entre amantes perdidos. Amores de un rato, sin tiempo ni trato, Leyes de gravedad sin caída, cicatrices sin herida, despedidas, bienvenidas que suelen caminar por la misma avenida...
Así... seguía repitiendo una y otra vez la misma canción, no paraba de escucharla desde esa noche que la vi por primera vez a los ojos, se ha vuelto mi necesidad saber ¿quién es? ¿Cómo se llama? ¿Dónde frecuenta? ¿Cómo puedo enamorarla? Es sumamente raro nunca había sentido este sentimiento no logro descífralo pero sé que esto es para siempre.
Sé que nunca más la volveré a ver pero si eso vuelve a pasar estoy dispuesto a preguntar su nombre y hacerla feliz.
─ Alberto, enserió que sucede me asusta tu comportamiento ─ Confundida.
─ Nada Fanny solo que me pasan cosas extrañas, si debe ser eso ─ Solo me miraba demasiado desconcertada pero al igual no pregunto nada.
No quiero contarle lo que paso el día de tacos que por cierto no comí nada por estar pensando en lo sucedido, sabía que si lo contaba Fanny me tomaría como un loco que aún no supera a Carolina cuando en verdad ella quedo en el olvido es como si ella nunca hubiera sido mi novia, como si nunca no hubiéramos conocido.
Ahora me siento en el sofá a recordar mis malas decisiones cuando era todo lo contrario, mi falsa felicidad, el falso amor, con la gran diferencia que ya no me duele solo es un buen recuerdo, un aprendizaje más que me da la vida.
Estoy seguro que el dolor se fue en cuanto la vi, me sano sin tocarme, sin decirme ninguna palabra y sin conocernos, es real lo que está pasando no es un cuento o una historia de amor a primera vista; esto es muy diferente lo sé y precisamente meda miedo.
─ Deja de pensar y veamos películas ─ Dijo muy impaciente Fanny.
─ Está bien pero hay que ver la de Transformes ─ Conteste con poco interés.
Las horas pasan muy lento es como si los dieran como tortuga y esto meda mucha pereza, Fanny se desesperó de mí y mis pocas ganas de hacer algo más por supuesto se enojó conmigo, como es su costumbre me grito simio, entre otras cosas más.
Hoy no era mi día para sonreír como era costumbre tal vez sea la rutina cotidiana que hago, no lo sé pero tengo que hacer algo para escapar de mis pensamientos porque si sigo así me deprimiré por alguien que no conozco.
Bueno mejor iré al parque a distraerme y admirar el atardecer escuchando música. Nuevamente me pongo los audífonos con una melodía diferente pero al estar revisando me encontré con una canción muy diferente la cual nunca había estado en mi lista la pongo en reproducción.
Ella iba caminando sola por la calle pensando "Dios, que complicado es esto del amor" se preguntó así misma cual habrá sido el detalle que seguro Cupido malinterpreto. El daba como cada noche vueltas en la cama, sonó de pronto una canción romántica en la radio, quizá fue Michael Bolton quien metió el dedo en la llaga y como le faltaba el sueño fui a buscarlo. Los dos estaban caminando en el mismo sentido y no hablo de la dirección errante de sus pasos, él la miro, ella contesto con un suspiro y el universo conspiro para abrazarlos...
Era gusto lo que me pasaba, gusto la canción que buscaba para calmar mi alma es extraño pero era fabuloso sentir paz en mi interior, una sonrisa vuelve a formarse en mi rostro.
----- Unas cuadras más ----
Ya estoy entrando al parque, es mi parque favorito por ser tranquilo y con vegetación era gusto el lugar para pasarla con las personas a las que amamos, sigo mi camino, sin pensarlo estoy para en el lugar donde conocí a Carolina y donde acabo todo.
Aún recuerdo sus palabras cuando me rompió pero ya no duele de hecho le debo un gracias ya que si no me hubiera roto como lo hizo no fuera la persona que soy yo, ahora puedo seguir mi camino sin mirar atrás, sin chistar. (Sigo mi camino).
Por fin eh encontrado una banca vacía ya que todas las que había encontrado están ocupadas con parejas de todo tipo; no soy homofóbico como otros pero ya ansiaba por encontrar una vacía. Miro a toda la gente que se encuentra en el parque unas demasiado felices que lo contagia con solo verlos, otras sufriendo en silencio y otros con amores correspondidos.
Al paso de los minutos comienzo a escuchar una voz acompañada de una guitarra no era mi música, venía detrás de mi detrás de los arbustos me levante para observar quien era pero no logre ver nada, a lo lejos se escuchaba aplausos y felicitaciones, tanto fue mi curiosidad que fui del otro lado.
Una gran sorpresa, no podía creerlo era ella sonriendo y agradeciendo, es increíble lo que está pasando, me acercó un poco más para escuchar la siguiente canción era la misma que encontré en mi reproductor es sumamente extraño no sé qué está pasando pero esto ya no es mi preocupación.
Nuevamente la mire con la misma intensidad pero esta vez la admire mejor cada facción que la conformaba, algo que llamo mi atención es que la gente que la admiraba cantar le dejaba una moneda en su estuche de guitarra.
Ya acabo de cantar y aún sigue teniendo la misma sonrisa dándole gracias a las personas que la apoyabán o solo aplaudían, esta es mi oportunidad de saber quién es ella y tengo que aprovecharla es esta terca necesidad que no me deja en paz.
─¡Hola linda! Cantas fascinante ─ Fue lo único que me salió, soy un imbécil no lo puede hacer mejor, maldita sea mi suerte.
----- COMENTARIO ----
Gracias por seguir los pasos de Alberto espero y te este fascinando la historia.
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Corazones Rotos
Teen FictionNo se cual es la gran diferencia de amar y querer, de una manera tan extraña que un ser humano pueda sentir, en ocaciones me siento como el más idiota hablando de esto.