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Emociones que revientan.

- ¡Lo descubrimos juntos! ¡Debo ir!

- ¡Cinnia! ¡Para ya, déjame ir solo! ¡Luego te contaré!

- ¡Quiero verlo yo misma!

Los hermanos Stark peleaban en la puerta. Nico estaba por acudir a su amigo, pero tuvo la mala suerte de que su hermana lo escuchó todo. Costumbre de Nico hablar siempre en altavoz.

Estuvieron peleando veinte minutos, hasta que la dejó ir con él.

Cinnia se cambió de ropa a la velocidad de la luz (Con las llaves en mano por si a su hermano se le ocurría huir) y salieron.

Apenas llegaron, casi se abalanzan contra la puerta para ver a la rubia y al castaño peleando. Él la agarraba de los codos y ella forcejeaba sin mucho resultado.

Cuando Rosso notó a los hermanos, soltó a Lydia.

- Mira Lydia, ellos son Nico y...- Rosso, como su nombre lo dicta, se puso rojo al darse cuenta de que no tenía idea de quién era la chica de cabello azul.

- Cinnia.- Soltó ella. Miró mal a Rosso, haciendo que gire la cabeza.

Pero no le dió miedo, sino curiosidad el semblante serio de la chica. Parecía no tener intenciones de sonreír en absoluto.

Se iba a encargar de eso luego.

- Soy Lydia, Lydia de Asgard. Un gusto conocer a tan extraño par.- A pesar de tener los pelos de punta y la ropa desacomodada como una loca, a Nico le pareció graciosa.

- Soy Nico, Nico S...- Cinnia le dió un codazo.- Carrinson. Cuéntanos todo sobre tí.- Dijo alargando las "O". Lo que Rosso pudo notar en su amigo, es que su mirada era de interés puro.

- Mi padre es Thor, dios del trueno, y, cómo no, era princesa de Asgard. Mi madre, al morir, me dejó un precioso espejo por el que podía observar éste mundo. Me dió tanta curiosidad, que rompí las estrictas reglas de mi padre para venir aquí. El padre de...- Miró con desagrado a Rosso.- Éste chico, me ayudaron mucho. Me dieron de comer deliciosa comida e hicieron lo posible para que me sintiera cómoda. Luego de pasar la noche allí, me mandaron en un gusano enorme hasta aquí, para que me enseñen sobre la Tierra.

Cinnia negó con la cabeza.

- No estoy inte...

- ¡Te vamos a ayudar, princesa!- Nico interrumpió a su hermana, y ella lo encaró. Pero antes de que pudiera insultarlo, la apartó.

- ¿Qué?- Cinnia estaba molesta.

- Por favor, hermanita. Debemos ayudarla, está experimentando...

- Te gusta ¿No es así?- Nico abrió la boca para negarse, pero continuó.- Bueno, pero vas a hablar tú. Ah, y no quiero sobrinos hasta dentro de 8 años.

Cinnia se paró frente a la chica, dejando a su hermano con la palabra en la boca (Que, por cierto, aún tenía abierta.).

Rosso se dignó a hablar.

- Bien, te vas a quedar en mi casa, porque soy el único que vive solo. Nadie más puede enterarse de que eres de Asgard. Tu apellido ahora es...

- Croft. Lydia Croft.

Todos miraron a Nico.

- ¿Qué? Le queda bien.

Ya con todo arreglado, los hermanos salieron del edificio para volver a su casa, dejando a unos futuros enemigos solos.

Mientras tanto, había otra persona con la mente turbia.

Luzbell se peinaba, pensando en lo que había pasado. Pensaba, en que si ella no la seguía lentamente entre los edificios, en que si ella no hubiese escuchado la conversación a gritos desde el cuarto de Cinnia, si no hubiese aparecido en ese momento en el marco de la puerta... Ella nunca se lo habría contado. Eso, la entristeció, y la hizo proponerse que, la próxima vez que la vea, la haría escupir todo. Hasta su grupo sanguíneo iba a saber.

Pero no sería pronto el día que eso pasaría.

Matt tecleaba en su computadora, investigando cada detalle de los cuatro chicos. Lo malo, es que ellos no aparecían en las redes. No consiguió ni el nombre de la rubia. Era como si fuera de otro mundo.

El pobre Matt se estaba frustrando

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El pobre Matt se estaba frustrando. Era sigiloso, pero pisable, como una hormiga.

Lo que había conseguido hasta ahora eran los nombres de los hijos de Stark, el colegio donde iban la hija de Capitán América y la menor de los Stark, y la universidad donde estudiaban el hijo de Hawkeye y el mayor de los Stark.

Ya había ido a ese colegio. A la fuerza, consiguió saber que Tony Stark había pagado mucho dinero para que le deje anotar a su hija como Carrinson. La castaña, que hace poco se había hecho semirubia, estaba anotada con el apellido de su madre. En cambio, cuando fue a la universidad de los otros dos, fue lo mismo con el hijo de Stark, pero el hijo de Hawkeye simplemente tenía el apellido de su padre.

No hace mucho comenzó la investigación. Pensó, en que si él era el hijo de Ant-Man, pueden haber más hijos de Vengadores. Y así era.

No pensaba hacerles daño, nada de eso. En realidad, quería simpatizar con ellos. Le daba pena que estén todos conectados, menos él.

Era temprano, así que se puso la chaqueta, y salió a buscar más información del grupo.

Al llegar los hermanos Stark a la casa, estaba su padre sentado en el sillón negro de la sala de estar, mirando la televisión con una copa de vino en la mano.

- Oh, hola papá

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- Oh, hola papá.- Nico saludó con la mano. Cuando quiso animarle a Cinnia para que salude también, ella ya no estaba a su lado. Un portazo se escuchó al fondo.

- ¿Me va a odiar para siempre?- Sonaba burlón, pero una sonrisa triste se notaba en su rostro.

- Deberías entenderla. Para ella, no hay nada peor que destacar, y prácticamente, nació destacando.

Tony se quedó callado. Nico sacudió la cabeza y decidió volver a su cuarto.

Cuando se recostó en la pared para escuchar a su hermana, se oyó un llanto silencioso. Decidió dejarla sola, y se sentó en su computadora para investigar más sobre el origen de Lydia, Asgard.

Sangre de Vengador [Marvel Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora