~6~

26 2 0
                                    

¿Estás terminando conmigo?

Luzbell y Matt entraron por la ventana.

— ¿No pensabas contármelo? ¿Tienes que ocultarme siempre algo? ¡Me sentía especial por ser la única que lo sabía todo de ti, y resulta que no sé una mierda!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿No pensabas contármelo? ¿Tienes que ocultarme siempre algo? ¡Me sentía especial por ser la única que lo sabía todo de ti, y resulta que no sé una mierda!

Luzbell estaba por echar humo de las orejas. Cinnia levantó la cabeza, para ver la cara de su amiga y... ¿Un chico?

Se levantó rápidamente y preguntó:

— ¿Sabes quién es ese tipo?

Luzbell y Nico miraron a Matt de forma extraña.

— ¿Sabes de él?— La semirubia estaba confundida.

— Lo ví en la salida del colegio unas cuántas veces. Siempre nos está mirando.— Se dirigió a Matt.— Tienes suerte de que no soy de llamar a la policía por cualquier cosa.

— ¡Esperen! ¿Le quedas mirando a Cinnia?

Rosso apareció por la ventana. La de cabello azul se tapó la cara, pensando en que si venía alguien más, lo lanzaría del edificio.

— ¿Lo escuchaste todo?— Nico se dirigió a su amigo, apoyando la mano en su hombro.

— No. Sólo a éste tipo diciendo que acosa a Cinnia.

La chica soltó el aire. Aunque también significaba que el aún creía que ella lo odiaba. Se le cerraba la garganta sólo de pensar en eso.

— ¡BASTA! ¡VINE POR RESPUESTAS!— Fue Luzbell la que lanzó el grito ésta vez.

— Esperen ¿Y Lydia?— Nico interrumpió el silencio. Si estaban los cuatro y un tipo raro aquí...

— Oh, mierda, la dejé sola, y no cerré la cocina.— La voz preocupada de Rosso los hizo reaccionar.

— ¿Quién es Lydia?— Matt y Luzbell se miraron al hablar al unísono.

— Debemos irnos.— Nico tomó las llaves.

— Yo iré por la ventana. Espero que lleguen a tiempo.— Cinnia salió rápidamente, antes de que Rosso le robara la idea.

— Mejor nos vamos ya.— Luzbell fue la primera en salir.

Corrieron hasta el departamento de Rosso. Cuando llegaron, Lydia estaba desmayada en el suelo, y Cinnia tenía una sartén en la mano.

— Quería comerse un fósforo. Su fuerza de voluntad es muy grande.— Cinnia soltó la sartén, y se sentó en el sillón, apoyando sus zapatillas en la mesa. Luzbell imitó su gesto.

Rosso miró mal a Cinnia.

— Bueno, vamos a hacer una ronda y vamos a decir quiénes somos.— Luzbell miró a Cinnia.— Sin mentiras.

Sangre de Vengador [Marvel Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora