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Bien perdidos.

¿Qué harían? Esa organización les quitó su hogar, y Tarqueria lanzaría bombas hacia su familia si volvían con ellos.

No tuvieron tiempo para pensar, ya que Nico notó una gran mancha roja en la camiseta gris de Rosso.

— Dios ¡Rosso!

— ¿Por qué no dijiste nada, idiota? ¡Vamos, al hospital!

Cinnia estaba completamente alterada.

— Estoy bien...— Rosso susurraba, sabiendo que mentía. Le dolía como si un pedazo de pared le hubiese rasgado el estómago.

Oh, esperen, eso fue lo que pasó.

— Confirmado, estás ciego y pendejo. Puedes correr, te llevaré.

— Cinnia, el hospital está lejos, no pueden ir corriendo o se morirá en el camino.— Dijo Matt.

La chica miró a Nico, esperando que no la mate.

— Tengo las llaves de la moto de mi padre.

Como era de esperarse, Nico abrió la boca para replicar, pero ellos ya habían desaparecido.

— ¡Es menor de edad, no tiene carnet de conducir! ¡Esa niña está loca!

Luzbell sonrió.

— Loca por él

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— Loca por él.

Nico miró a la semirubia con ojos de sorpresa, y luego comenzó a reír.

— Ninguno de los dos se enamora fácilmente. Es imposible que sólo haya pasado una semana y ya lo quiera. Buen chiste, chica.— Nico le dió unas palmadas en el hombro.

— No lo niegues, hacen linda pareja.— Matt sonrió, con intenciones de molestar al chico.

Lydia y Luzbell leyeron el sonido de sus palabras

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Lydia y Luzbell leyeron el sonido de sus palabras.

— ¡Sí, son tan tiernos! Yo voy a ser la madrina de su primer hijo.— Bell comenzó a exagerar.

Sangre de Vengador [Marvel Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora