Amir bajó lentamente las escaleras. Miranda, cada vez que veía a su hijo, no podía evitar hacerse de la figura del hombre que se suponía sería su pasaporte a la riqueza y a una nobleza que creía merecer.
Aquel lejano recuerdo de un feroz abandono y duras palabras que sus oídos tuvieron que escuchar, la habían terminado por convertir en aquel despojo de ser humano sombrío, agrio y lleno de rabia. La misma que comenzaba a subir por las sienes y a salir como fuego por sus ojos y veneno de su lengua.
Se acercó hacia él con paso firme y con furia le dio vuelta la cara de una fuerte bofetada.
- Por qué no has respondido las llamadas que te ha hecho Miranda, imbécil
- Cálmate Olivia - dijo Miranda asustada; sintiendo en el aire una terrible atmósfera de odio y dolor
- Hola mamá. También te extrañé. ¿Tuvieron un buen viaje? - respondió Amir con una mueca de dolor en su boca y los ojos vidriosos.
Estaba tan acostumbrado a esos modos de su madre que ya no les daba demasiada importancia. Menos ahora, que sentía que había alguien a quien debía proteger y no era tiempo de ser débil.
- Si bastante tranquilo - dijo Miranda, intentando bajar la tensión en el ambiente
- ¿Y qué has hecho durante nuestra ausencia que no has podido responder a los llamados que tu novia te hizo? - preguntó Olivia inquisidora.
-Nada madre. Estudiar. Ya sabes, me queda sólo este año para egresar.
Olivia no estaba muy interesada en los estudios de Amir, sólo quería indagar en lo relacionado con esa chica que Miranda le había comentado.
- ¿Estudiar qué? ¡No me mientas! Miranda me ha hablado de esas nuevas amistades que ahora tienes. Seguro te están llenando la cabeza de tonterías que sólo a alguien como tu podría interesar.
-Pero Olivia, si a esa persona no se le puede considerar como una amistad. ¡Es tan insignificante!
Amir cerró los ojos para no mirar a Miranda con la rabia que ya se le venía apareciendo por las sienes y sobre todo en su mirada de hielo. Olivia se dio cuenta de aquella reacción en él y aunque no le quiso dar importancia, le preocupó. Jamás lo había visto sosteniendo aquella postura. Estaba rígido y con la respiración agitada. Su mandíbula se tensaba; la nuez de adán parecía haber crecido y ahora subía y bajaba con cierta frecuencia.
- Tu sabes que no tengo amistades - dijo Amir.
Intuía que debía proteger a Sofia de ese par de víboras. Ellas no debían saber de su existencia. Sabía que su vida podía correr serio peligro si así fuera.
- ¿Y esa niñita de la biblioteca con la que charlas tanto?
- No se de quien me hablas
Pero Olivia no era tonta. Su hijo se mostraba muy diferente al chico tímido y asustadizo que ella había creado.
- Anyway - dijo Miranda - No es nada importante. Mira Amir, quiero mostrarte las cosas que compré para la fiesta de compromiso.
Sofía, en tanto, estaba desde hacía largo rato frente a su laptop. Todo el tiempo que habían perdido y nada los llevaba hacia una pista segura. Pero ahora tenía los recortes de períodicos viejos que mantenía tan secretamente guardados la madre de Amir.
Aún estaba sorprendida al ver la primera respuesta a su consulta hecha por Internet.
Leyó más de una vez para convencerse lo que sus ojos veían: "El príncipe de la Isla de Birelaahiun, Amir Ghazi Bin Aziz, se encuentra de vacaciones en las Islas Canarias...."
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SOLO ABRAZAME
RomanceAmir sólo sabe de tristezas. Nunca ha conocido el calor de un abrazo o de un beso. Su madre lo odio desde que supo que lo esperaba. De su padre no sabe nada. Y está Miranda quien junto a su madre no saben tratarlo de otra manera que no sea como basu...