CAPÍTULO 14. FIN

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No pudo evitar estremecerse al cruzar el umbral y recordar las sucias manos de la persona que alguna vez quiso y quien tanto daño le había hecho.

Se había logrado deshacer de aquella horrible pesadilla de su pasado pero no sabía cómo ni por qué aun la perseguía sin poder alejarla.

Sofía tenía miedo pero entendía que debía hacerlo. No podía dejarse atemorizar. Sabía que debía continuar con su vida. Que tuvo suerte de que llegara Amir a tiempo.

Una vez dentro de la casa, Sofía comenzó a sentir que su corazón se escapaba de su pecho. Comenzó a sudar y un escalofríos recorrió todo su cuerpo.

Amir estaba ahí, cerca de ella para apoyarla cuando sus piernas no le respondían y sentía que se desmayaba.

- Vamos Sofía. Eres más fuerte - Le susurró al oído animándola. Ella le sonrió y continuó caminando

- Amigos anoche recibí una llamada que hará que andemos más tranquilos por la vida.

- ¿Que sucedió? - Preguntó Pedro

- Los abogados lograron hacer que el sicario declarara en contra de Olivia

- ¿Y que significa eso? - Preguntó Miranda

- Le harán un juicio a Olivia por conspirar para cometer un asesinato, o algo así y creo que por ese delito le pueden dar hasta cadena perpetua. La enviarán a una cárcel de alta seguridad y lo mejor. Le confiscarán todos sus bienes. Así no podrá hacer uso de su poder para seguir haciendo daño.

- Pero cómo que le confiscarán sus bienes si son míos también - exclamó Miranda-

- Yo que tu me olvidaba de que esa mujer era tu madre - le reprochó Amir.-

- Si, tienes razón. Era broma. No necesito nada de ella. Ahora puedo decir que no me falta nada - Dijo sonriendo, mientras abrazaba y besaba a Pedro juguetona

Sofia los observaba y escuchaba desde un rincón, sentada silenciosamente.

- ¿Te sientes mejor? - preguntó Amir

Sofía lo miró dulcemente y asintió con la cabeza para luego volver a adentrarse en sus pensamientos.

El se sentó junto a ella y la rodeó con sus brazos; acercó su cabeza hacia su hombro y besó su frente.

Pedro y Miranda se miraron y pronto entendieron que debían dejarlos solos.

- Bueno chicos nos vemos pronto. Con Miranda vamos a dar un paseo por el pueblo. Nos vemos

Pero Amir y Sofia ya no los escuchaban. Estaban abstraídos cada uno mirando al otro sin decirse nada.

- Amir, ¿me contarás...?

El se acomodó en el sofá y sin más preámbulo comenzó a relatar la odisea de su partida.

- Tu ya sabes lo que pasó ¿cierto?, en la famosa fiesta de compromiso.

- Si algo supe por la prensa

- Bueno, cuando dejé el lugar me sentía muy mal. Estaba mareado, con nauseas. Sentía que mi cabeza era una bomba de tiempo que estallaría en cualquier momento.

SOLO ABRAZAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora