Soledad (continuación)

152 9 2
                                    


Mi adolescencia fue bastante complicada porque siempre fui muy tímida y callada. Recuerdo que había una profesora que me hacía comentarios para que hablase, pero yo lo único que contestaba era sí o no y había compañeros que se aprovechaban haciéndome burla porque siempre fui alta y demasiado buena como para no defenderme, ni siquiera hablando. Pero siempre que llegaba del colegio, lo hacía con una sonrisa porque en casa tenía a los mellis que hacían que días blancos y negros cambien a colores llamativos con solo esperarme con una sonrisa. Y si Francisco por alguna razón se los había llevado y no estaban en mi casa; tenía a Ingrid que me esperaba con galletas y escuchando a todo volumen a nuestro cantante favorito (más adelante te cuento de él)... También me hacía bien hablar con mamá, pero el problema es que ella llegaba casi al anochecer y hasta eso se me había olvidado todo lo que pasó en el día, pero a pesar de todo, siempre hablábamos, éramos muy cómplices así que me aconsejaba en todo y yo a ella...

Un día llego mamá de trabajar y me pidió si podíamos hablar a solas, cosa que me pareció raro porque siempre hablamos en presencia de Ingrid; me llevo a su cuarto, me sentó en su cama y me dijo que se habían arreglado las cosas con Francisco -me sorprendí mucho y lo primero que dije, sin dejar que termine era que yo no me iría de esa casa- Fue cuando ella me miró, sonrió y me dijo: "Sabía que me dirías eso, por eso lo invite para que viniera para aquí. Ingrid ya lo sabe y no tiene problema por eso ahora te pregunto a ti." Yo solo le dije que no había problema porque recordé ese momento en que lo vi con los mellis y lo dije por ellos, pero sabía que verlo todos los días con ese amor paterno hacia ellos me iba a dar un poco de celos, pero no quería que mis hermanos pasarán por lo que yo pasé...

Los días con Francisco eran difíciles ya que él no me quería cerca ni de los mellis, ni de mí mamá y me lo hacía saber con sus actitudes. Conmigo siguió sin reírse y me saludaba de lejos o a veces ni siquiera lo hacía. A Ingrid la trataba como una empleada; ella nunca dijo nada porque así de buena era. Poco a poco deje de tener esas charlas con mamá, a los mellis casi que no los veía, cada vez que salían ya no lo hacían conmigo.

No tenía amigos por ser muy tímida, solo conocidos. Después de que mi mamá con los mellis y Francisco dejaran de invitarme a salir; Ingrid empezó a ir a unas clases de tejido que eran de miércoles a sábados de noche -a las cuales me invitaba, pero yo decía que no- pero siempre antes de irse me dejaba la comida hecha y yo esos días cenaba sola escuchando mí cantante favorito porque esos eran los días preferidos de los demás para salir. Cuando comencé a sentirme sola, empecé a querer saber más acerca de mí padre, quería saber ¿porque me abandono? ¿Porque no me quiso? ¿Porque no compartió conmigo muchas cosas? ¿Porque no volvió? ¿Cómo era él, su apellido, su familia? Algo. Entonces tuve que volver a hablar con mamá para pedirle por favor que me dijese algo de él. Fue hasta que la harte y me contó...
Pero te lo cuento mañana porque me estoy durmiendo ya... Saludos Soledad...

Soledad (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora