Capítulo 7

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DÍA SIETE

Narra Zabdiel:

Los primeros rayos de luz entraron por mi ventana haciendo que, una vez más, agradeciera que la noche hubiera pasado, había perdido ya la cuenta de las noches que he pasado sin dormir, lo había intentado tantas y tantas veces, solo o acompañado, daba igual porque cuando el sueño me vencía los recuerdos de aquella noche volvían a mí.

Cogí el móvil y revise mi bandeja de mensajes, no había nada interesante, algunos mensajes de los chicos y un par de llamadas perdidas de mi padre, debía de ser muy iluso si pensaba que iba a volver a tener noticias de mi madre o de mi, espero que se pudra en el infierno el resto de sus días.

Salí de la cama directo al baño donde pude tranquilizarme un poco bajo la ducha mientras organizaba mi día. Al acabar me coloque una toalla en mi cintura y fui a buscar algo que ponerme, cogí una camiseta blanca, unos vaqueros ajustados y unas zapatillas negras.

- Buenos días Zabdi – la voz entrecortada de Ashley hizo que volviera de mis pensamientos, había olvidado por completo que seguía aquí, maldita zorra ya debería de haberse ido.

- ¿Por qué sigues aquí? Ya te sabes la historia, pasamos la noche juntos y al amanecer te largas a tu casa – bufé molesto.

- Tranquilo chico ya me iba – dijo con picardía mientras analizaba cada centímetro de mi cuerpo con detalle.

- Eso me había parecido – dije fulminándola con la mirada.

- Eres un capullo – escupió.

Y dicho esto desapareció de mi vista. 



Mientras me dirigía a casa de Chris un mensaje de un número desconocido hizo vibrar mi teléfono.

Ella va a necesitar tu ayuda.

Estupideces. Tiré mi teléfono contra el asiento del copiloto. Ya estaban otra vez con los mensajes sin sentido, la gente no tenía nada mejor que hacer.

Cuando llegué a casa de Chris, el ya me estaba esperando en el jardín.

- Siempre llegas tarde tio – grito al entrar al coche.

- Siempre tan puntual – dije mientras rodaba los ojos con la intención de que me viera.

- De verdad hermano que he llegado a la conclusión de que lo haces porque sabes que odio la gente impuntual – rió.

- Tu conclusión es muy acertada – no pude evitar reír al ver como cambio su cara al oírme.

- Eres un capullo, venga y conduce tenemos muchas cosas que hacer hoy – dijo con sarcasmo.

- A sus ordenes mami – reí.


Pensamos en pasar el día en la capital ya que era nuestro último día de vacaciones antes de comenzar nuestro segundo año de universidad. Las vacaciones habían pasado demasiado rápido y la universidad me había empezado a parecer aburrida a mediados del primer año, siempre era la misma historia, gente cuya única misión era emborracharse cada fin de semana e ir de fiesta en fiesta intentando ser el más popular y que acababan vomitando por todos lados. No es que yo no bebiera cada fin de semana o que no vaya a fiestas, pero puedo decir que aun mantengo mi dignidad a salvo no como otros que la pierden en la primera semana de clases. Patéticos.


Narra Leah:

Mierda, mierda, mierda. He olvidado por completo que mañana empiezo la universidad y no he preparado absolutamente nada. Ni siquiera sabía dónde estaba la universidad. Me estaba empezando a poner nerviosa, siempre he tenido las cosas organizadas con días de antelación pero entre la mudanza y los nervios del viaje lo había olvidado por completo.

Cien | Zabdiel de Jesús | [ EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora