Capítulo 15

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DÍA QUINCE


Narra Leah:

Nunca pensé que agradecería escuchar el sonido del despertador, el fin de semana había sido un asco y deseaba con todas mis fuerzas que esta nueva semana algo mejorara. Había pasado la noche mirando el techo, pensando en mil cosas, recordando una y otra vez mi día a día desde que llegue, la gente que ido conociendo, el beso de Erick, pero sobretodo mis recuerdos se iban centrando en él, en Zabdiel, porque podía ser un poco bipolar, impulsivo y su comportamiento no dejaba de parecerme extraño y misterioso, pero tenía algo que era incapaz de explicar y que conseguía llamar mi atención y eso me daba mucho miedo.

Salí de la cama y tras darme una ducha de agua caliente me quede observando las enormes ojeras bajo mis cansados ojos, cogí el maquillaje e intente disimular esa zona aunque sin mucho éxito. Cogí la primera ropa que encontré y baje a la cocina a por un café bien cargado, mi cuerpo necesitaba mucha cafeína si quería tener un día productivo.

Ese día Rebeca no podía ir así que me tocaba dar un largo paseo hasta la universidad.


Narra Zabdiel:

"... algún día ya será tarde"

Las palabras de Chris seguían rondando por mi mente, una noche más me había quedado esperando que el sueño me venciera y una noche mas no había sido capaz de pegar ojo. Entre en la ducha, luego me vestí con los primeros pantalones y la primera camiseta que encontré.

Baje las escaleras y como de costumbre no había nadie, entre a la cocina en busca de un café caliente que compensara mi no – descanso de la noche anterior y después de bebérmelo rápidamente cogí las llaves del coche y comencé el camino a casa de Chris, ya me debería de estar esperando y si, llegaba tarde.

Humedecí mis labios lentamente notando aun el café en ellos, un largo suspiro salió de mí, ya lo había decidido, me daría una oportunidad a mí mismo pero antes tenía que hacer algunas llamadas, empezando por Ashley.

- Buenos días amigo siempre puntual – grito Chris entre risas.

- Sube al coche idiota, vamos a llegar tarde – reí.

Entre risas llegamos al aparcamiento de la universidad y aun había gente entrando a los diferentes edificios, eche un vistazo por el campus pero la sonrisa que tanto llamaba mi atención no estaba allí, seguramente estaría ya en clase.

- Tierra llamando a Zabdiel... ¿me recibes? – grito Chris a mi lado mientras agitaba su mano delante de mi cara – Cualquiera diría que buscas algo... o a alguien – rió.

- Tengo que hacer una cosa, nos vemos en clase – dije mientras me giraba rápidamente sobre mis talones sin darle tiempo a Chris para hacer preguntas en dirección al enorme edificio gris que estaba al otro lado del campus.


Narra Leah:

¡Mierda, mierda mierda! Iba tardísimo a la universidad, había salido a la misma hora de siempre pero olvidando el pequeño pero importante detalle de que no iría en coche, por lo que tardaría más tiempo en cruzar la ciudad.

Para cuando llegue a la universidad el campus estaba completamente desierto, prácticamente corriendo entre al edificio donde tenía las primeras clases del día. Necesitaba unos libros de mi taquilla así que a toda prisa me dirigí hacia allí.

Al abrirla dos pequeños trocitos de papel salieron de ella cayendo al suelo ante mi, me agache a recogerlos y no podía creer lo que veía, uno de ellos decía "Buenos días princesa" en letra cursiva, en el otro simplemente ponía "Doce".

Las letras parecían diferentes y en este momento no sé cuál de los dos me preocupa mas, el primero dándome los buenos días podía ser de cualquiera incluso de Joel aunque en el fondo sabia de quien deseaba que fuera; sin embargo a la segunda nota no era capaz de encontrarle un sentido lógico ósea ¿Doce? ¿Doce qué? ¿Doce horas? ¿Doce días?... mire a ambos lados del pasillo pero estaba completamente vacío, era imposible saber quien había dejado estos papeles aquí.

Suspire y me dirigí a mi primera clase mientras observada detenidamente ambos trozos de papel, una de las letras me resultaba familiar pero no recordaba donde la había visto.

*Maldita memoria de pez*

Guarde ambos papeles en el bolsillo trasero de mi pantalón y entre a clase donde tome asiento al lado de Joel.

- Buenos días, llegas tarde, con ojeras y con cara de preocupación ¿Qué te ha pasado? – susurro Joel al verme.

- ¿Has sido tú? – pregunte al procesar sus palabras.

- ¿Si he sido yo el que? – respondió con una media sonrisa.

- La nota – repliqué.

- Buenos días princesa – rió – Si, he sido yo, me pareció que la semana pasada no te fue demasiado bien y esperaba que te animaras un poco, cosas que hacen los amigos – sonrió satisfecho mientras me guiñaba el ojo.

Fue inevitable que una sonrisa iluminara mi rostro, había sido un bonito detalle por parte de Joel pero todavía me debía una explicación.

- ¿Y la que dice Doce que significa? – pregunte confundida.

- ¿Cómo? – me miro rápidamente.

- La nota que decía Doce... - su mirada de confusión me lo dijo todo – Nada, da igual.

- Leah ¿Qué está pasando? ¿Doce qué?, vamos puedes contármelo ya sabes.

- En mi taquilla... había otra nota que decía solamente eso, Doce – dije casi en un susurro.

- ¿Puedo verla? – pregunto.

- Sí, claro – le entregue la nota y lo observe mientras la analizaba detenidamente – No sé que puede significar, es muy raro.

- Sí que es muy raro, no se quizás haya sido una broma o alguien se ha equivocado – dijo entregándome de nuevo el pequeño trozo de papel mientras se encogía de hombros – No creo que debas darle mucha importancia. – finalizo con sonriendo.

Haciéndole caso a Joel, le quite importancia a la extraña nota consiguiendo así que el día se pasara rápido.

Cien | Zabdiel de Jesús | [ EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora