Capitulo 18

723 48 27
                                    

DÍA DIECIOCHO

Narra Leah:

¿Sabes ese momento en el que una broma deja de ser divertida para convertirse en un hecho que te preocupa? Pues así me sentía ahora mismo.

Intentaba olvidar los papelitos que llevaba encontrando en mi casilla durante la semana pero una parte de mi no podía dejarlo estar sin más, mi parte paranoica se había montado ya mil películas diferentes en mi cabeza y ninguna acababa bien, al fin y al cabo no dejaban de ser papelitos con números escritos pero no entendía porque yo, porque a mí.

¡Joder! – chille agarrando mi pelo mientras me dejaba caer en la cama.

Estaba frustrada por no tener la situación bajo control, no paraba de darle vueltas pero no conseguía entender que mierda podía significar lo que parecía un cuenta regresiva ni mucho menos quien podía ser el gracioso que se dedicaba a dejar por ahí los papelitos.

Otro hecho que realmente me asustaba era que dejaran uno en la puerta de casa. No mucha gente sabe donde vivo, cosa que aparentemente reducía la lista pero igualmente podrían haberme seguido ósea que volvemos al principio.

Esta mañana me he vuelto a encontrar un nuevo papelito en mi taquilla, no hace falta ser Einstein para deducir que pondría Nueve así que no me moleste en abrirlo, simplemente lo guarde en mi mochila junto al resto de ellos.

Ahora me encuentro en mi cuarto intentando hacer los resúmenes para la clase de mañana de Comunicación pero es imposible mantener la mente en este mundo y mucho menos en los apuntes.

La vibración de mi teléfono me hace aterrizar de nuevo en la tierra, al abrir el mensaje siento como un rubor se apodera de mis mejillas.

De: Desconocido

Hola guapa, me gustaría hablar contigo ¿Cuando puedes quedar?

- Erick

La escena del beso se repetía una y otra en mi cabeza, desde aquel día no había vuelto a hablar con él tras verlo pelearse con Zabdiel había desaparecido por completo, no habia vuelto a verlo ni por la universidad ni por el parque.

En el fondo de mi ser sentía la necesidad de volver a ver a Erick, necesitaba aclarar algunas cosas y estaba – casi- segura de que este era el momento.

Para: Erick

¿Puedes mañana por la tarde? A las siete en la puerta del parque.

De: Erick

Perfecto, allí estaré preciosa.

Leí el mensaje y sentí como una sonrisa se colocaba en mis labios, no podía negar que Erick era muy guapo y que quiera verme de nuevo me hacía sentir bien.

Deje el móvil en la cama y entre a la ducha.

Narra Zabdiel:

Me senté al borde de la cama mientras miraba fijamente mis manos destrozadas por las incontables veces que las había hecho impactar con la pared a lo largo de la noche, mis demonios se hicieron con el control de mi cuerpo tras las palabras de Erick, esas que seguían resonando en mi cabeza una y otra vez.

*Flashback*

Salí del local a toda prisa con Chris pisándome los talones, no podía creer que Erick fuera parte del negocio, aunque me pareció un poco extraña la manera en la que llego a Bayamón, nadie llega a la ciudad con ese aire de superioridad y con esas ganas de meterse en problemas, problemas de los que al final siempre acababa librándose de alguna manera, nunca me podría haber imaginado que Jeremy estuviera detrás de su culo para sacarlo de todos los líos; lo peor de todo esto es que si ahora forma parte de la banda tendré que mantenerlo en su lugar como sea. 

Cien | Zabdiel de Jesús | [ EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora