Sería...Asesino En Serie.

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Capítulo #4

Estoy en el centro de la ciudad con mi padre y todo, todo es bastante lindo, hay tiendas por todos lados, y las costas de las playas se sentían cerca, habían tiendas a cada lado de las calles. Y debo añadir, que me encanta comprar.
Iba caminando con mi padre, hasta que el se sentó en unos de los banco.

—Papá, dijiste que iríamos por helado.— dije a mi defensiva.

—Si, Estella, anda y disfruta un poco del lugar,— sacó 500 dólares del bolsillo interno de su saco y estiró la mano- cuando vengas de regreso, traeme algo de beber, por favor.

Yo tomé el dinero,mas que gustosa—ok papá, nos vemos.

—Estella son las cuatro— dijo mostrando el reloj en su muñeca —, no te tardes mucho, no más de las 6PM, y trata de no perderte y ...

—Si papá,— dije interrumpiéndolo— No te preocupes, llama si necesitas algo, e intentaré no perderme.— le Sonreí, me aleje de el despidiéndole con la mano.

Habían muchas tiendas, de ropa, puestos de comida rápida y había unas 5 academias de danzas de diferentes tipos, restaurantes y salones de belleza.

A lo lejos divisé una librería y quise ver algunos libros, pero desfortunadamenten, los libros eran muy requeridos en esa parte de la ciudad y ya no habia nada que captara mi atención, así que salí del lugar.

Para ya aproximadamente las 5:00 pm, ya tenía un par bolsas de compras en la mano y una revista, me senté en uno de los bancos de la acera y decidí echar un vistazo rápido a la revista, en ella había un tarjeta adherida a una le las hojas y la tomé, era un anunció de trabajo en una cafetería en la principal de 'SUNSET, BLVD de la calle #870'. La tarjeta tenía una una pequeña imagen del lugar y era agradable, me paré del banco y vi mi teléfono, eran las 5:15, aun tenía tiempo de sobra así que me dispuse a comprar lo que tanto me estaba esperando.

! MI HELADO!

Me dispuse a buscar una heladería, y encontré una no muy lejos, era un pequeño puesto y para mi suerte no habían demasiadas personas, para cuando legó mi turno me atendió un chico rubio de ojos azules, y a decir verdad tenía un buen aspecto.

—Hola, buenas tardes,— dice sonriente— ¿que se le ofrece a la chica mas guapa que ha venido a comprar en esta tarde? — de verdad era bastante simpático, tenía una gorra azul celestes y una franela reglamentaria como uniforme y un pantalón negro, sonreí ante su alago y el me devolvió la sonrisa, y Vaya que tenía y hermosa sonrisa.

—Una barquilla con doble sabor de helado y mucho chocolate, —respondí con la sonrisa en mi rostro, lo que no sabia era que si la sonrisa era, por que pronto tendría un enorme cono de helado que me iba a ser devorado, o por el hermoso chico que tenía plantado en frente, mirándome y sonriendo como idiota.— Un sabor de chicles y otro de oreo, por favor.—el chico sonrió y asintió levemente, se dio la vuelta para ir por mi orden.
El chico volvió un par de minutos después, con el helado en mano y con una sonrisa seductora en sus labios,

— Aquí tienes, linda— dijo extendiendo un cono extra grande con 2 sabores, chocolate y chispas de colores.
Me lo entregó y rozó mis manos... Mas de las que debería. Yo miré nuestras manos y luego a el, que me miró a los ojos, luego miró por encima de mi hombro, se aparto de mi con rapidez y se volvió tenso.
Me di vuelta y vi a un chico plantado muy cerca de mi, con cabellos castaños claro, piel blanca y unos ojos verdes que me miraban con una extraña mezcla de curiosidad, y... ¿cariño?
Sentí una corriente eléctrica bajar por mi columna, me repasó con la mirada de pies a cabeza y luego voltio a ver al chico rubio que me atendía, pero no lo miró como lo hizo con migo, no lo miró con cariño o curiosidad, sino mas bien con odio, dejó un billete de 100 dolares en el encimera del mostrador de la tienda de helado y se marchó, sin decir nada, me quede viendo como se marchaba, a paso rápido, vestido de negro y con un gran casco en su mano derecha.
Miré al chico, que me miraba algo sorprendido y perplejo, imagino que un poco intimidado por la mirada de aquel chico.

—Eeeh, disculpa—dije algo incomoda por la situación que acababa de pasar— Cuanto es por el helado.

—No es necesario, el chico ha pagado.— dijo notablemente nervioso.
Me extendió un papel pequeño, lo tomé y lo leí.

" El helado ya está pago"

Lo mire algo confundida, el se encogió de hombros y se dio la vuelta para seguir con su trabajo evidentemente incómodo y tratando de evitar mi mirada.

Todo fue muy extraño, realmente también estaría nerviosa si me miraran con tanta intensidad, como si tuvieran odio hacía mi.

Me fui pensando como esa mirada tan intensa miraba a aquel chico. <Si las miradas mataran el podre chico ya estaría muerto>  Me dijo mi subconsciente, asentir de acuerdo con ella < Estaría 5 metros bajo tierra> Sería un verdadero asesino en serie.
Mire la la nota, y me pareció muy extraño, que un verdadero extraño llegara de esa manera, pagara lo que yo debía, y se fuera así sin mas...

***

Estella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora