9.Amor No Correspondido

14 6 12
                                    

Cuando subí a mi habitación estaba muy, pero muy confundida... ¿Cuando esto llegó a pasar de un accidente, a una perdida de memoria, a una promesa sobre ir a vivir a las estrellas o lo que es peor aún, un matrimonio? Sonrío como idiota, solo eran cosas de niños, no más.

En ves de llamar a mi padre, le envío un mensaje donde le pongo que estoy bien, que ando con Thomas, que no me han secuestrado alienígenas y que no me tiré de algún edificio, también pongo que deje de llamar, que ya con 32 llamadas perdidas eran suficientes, y que volvía mañana en el día, luego le ponía cuanto lo quería. Apagué mi teléfono ya que las llamadas de papá no cesaban y me fui a dormir.
Me deslices por la cama, era muy cómoda y la almohada, súper esponjosa... Caí dormida como si no quisiera despertarme nunca, creí que sería capás de dormir mas años que la bella durmiente.

******♥*****

Me desperté con el sol que azotaba mi rostro y con el cantar de las aves tan hermoso que... No, ¡¡era bromas!! Desperté sobresaltada con un enorme grito y el sonido hueco de algo estallar contra el suelo. Salté de la cama con el corazón a mil por horas, hay gritos provenientes en el piso de abajo y salí de la habitación.

-Quisiera saber ¿ por que me tratas así?, ¿Desde cuando se acabó? ¿¡Hacen 3 semanas estábamos buen!?-Escuche a una chica; me quedé helada al instante, no debería de salir de donde estaba.

Luego escuché a Thomas murmurar algo que no alcancé a escuchar y me acerque un poco mas a la escalera.

-Pero yo te amo,-empieza a decir la chica- Desde que teníamos apenas 12 años y tú...

-Yo te dejé bien claro desde un principio que era puro sexo, yo nunca te amé ni amaré a una persona como tú - me quedé helada, nunca pensé que Thomas pudiera hablarle de esa manera a una chica. Y se escuchó el sonido hueco de una fuerte bofetada.

Ya no pude más y di los últimos pasos para poder ver la escena desde la primera planta hasta la planta baja, Thomas no movía un músculo y tenía la mejilla derecha roja, miraba a la chica con calma, luego suspiro.

-A mi no me importa, yo quiero estar contigo- dijo la chica al borde de las lágrimas, y vos temblorosa.

-Nat, mi intención no era que te enamoraras de mi,-dijo Thomas - No puedo estar con una persona que no amo.

-Ella volvió, ¿No es así?- pregunta ella a lo que el asiente con la cabeza.

-Solo quiero una cosa más antes de irme,- la rubia lo tomó por los hombros y se acercó a el, y murmuró algo que no escuché y el negó con la cabeza y se alejó un paso de ella.

-No puedo hacer eso, ella está despierta.

-Quiero conocerla, solo al menos eso, quiero conocer a la chica que te tiene de esa manera, a la chica fantasmas de la que tanto hablas, quiero ver que tiene ella de especial. - Dice dando un suspiro y dejando caer algunas lágrimas, Thomas alza la mano y la coloca en su mejilla y limpió sus lágrimas con delicadeza y la abrazó. Y fue cuando sentí una punzada de celos irracional, y era absurdo...

-Iré por ella,- dice Thomas y se dispone a subir las escaleras y es cuando salgo corriendo a mi habitación y me oculto en el baño.
Unos segundos después escucho que Thomas toca la puerta.
Aún no podía creer que estuviera ablando de mí, el dijo que iría por alguien, y escuchar la puerta solo hace que este mucho mas confundida que nunca.

-Luna- llama.- Se que estás despierta.

-Estoy en el baño- grito

-Voy a pasar.

-¡Nooo!-grito, pero ya es tarde.

-Se que estabas escuchando - lo escucho.

-¿Escuchar que cosa?- dije haciéndome la desentendida.

-Te he visto, Estella no soy siego.

-¿Tienes ojos de águila, o ves a través de las paredes?... ¡Estaba escondida!- proteste, y escuché que se rió.

-No, pero no haces mucho esfuerzo por no hacer ruido cuando espías. Ya sabes a lo que vine.

-Ella quiere verme. - afirme

-Si.

-No quiero, ella me va a odiar, por que tu la has rechazado.

-Ella no es de esas personas, Luna, la conozco bastante bien, ¿quieres salir del baño?

-No.

-¿Y por que no?

-Por que no quiero.- escuché que suspiró.

-Ha sido lo húmico que ha pedido, Estella.

-No me importa, yo no quiero bajar.-dije y ya me estaba volviendo loca, esto era una locura.- Necesito que me respondas algo.

-¿Que cosa?

-¿ustedes hablaban de mi?

-Si.- dijo sin basilar, yo me quedé en silencio unos minutos yo tampoco podía corresponder su amor.

-¿Puedes abrir la puerta?

-Thomas...

-Luna, no digas nada, por favor- dijo en voz muy baja- se lo que estás pensando y no quiero que lo digas.

Abrí la puerta y lo vi, estaba con la cabeza acha sentado en la orilla de la cama, al verme se levantó y me miró a los ojos.

-Quiero que me des una oportunidad, o al menos intentarlo.

-No puedo.

-Solo tienes que darme una razón para no intentarlo.

No sabía que decir, nunca había estado en este tipo de situación, ni siquiera alguien me contó algo parecido a esto, estaba muy confundida y solo dije:

-No quiero bajar.

-Esta bien, -dijo después de un momento en silencio.

-Dile que no quiero- dije algo frustrada, esto no estaba bien, estaba empezando a sentirme sofocada.

-Oye, Luna, tranquilizante un poco.

-No puedo- empecé a decir más alterada que antes, y el de la nada me abrazó y yo correspondí su abrazo.

-Calmate, tranquila, no voy a obligarte a nada que no quieras, solo quiero que te calmes.

El me soltó y salió de la habitación.

Estella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora