prologo

74 29 14
                                    

—Luna, ¿ves la estrella que está junto a la luna?— El señaló la estrella mas grande que había en el firmamento.

—Si, Thomas.— Digo viendo la estrella que el estaba señalando.

—Algún día te voy a llevar hasta allí, y nos quedaremos a vivir. ¿sabes por qué?

—No, ¿por qué?— pregunto dudosa

—Porque está mas cerca de la luna.— contesta.

Sé que somos unos niño, sé que no me puedo mudar allí con mi amigo, Porque todavía estoy pequeña, Eso es lo que dice mi mamá, pero cuando crezca me voy a mudar a las estrellas con Thomas, por que lo quiero mucho, y eso es lo que hacen los novios que se casan, viven juntos.

—¿Cuándo nos vamos a casar?— pregunto y luego lo miro.

—Cuando seamos grandes.— contesta.
Me mira a los ojos y sonríe. Me gustan sus ojos, no son como los mios, Gris, un color sin vida. En cambio los de el son verdes, que siempre brillan como esmeraldas.

—¿Y si mi papá se molesta de nuevo?— pregunto algo nerviosa recordando aquella conversación que escuché detrás de la puerta del despacho del señor William con mi padre.

Thomas frunce el entrecejo —De todas formas nos iremos— me mira y me abraza.

Pasamos el resto de la noche sentados en el césped mirando las estrellas y la luna, él me mira siempre y me dice que soy tan hermosa como la luna, y eso me gusta... Me encanta.
Ésta ves me mira y yo también lo miro.

—Me gusta estar contigo— digo

—A mi me gustan tus ojos, Son como la luna... Eres linda, como la luna.

Aparto la mirada, y miro a otro lado, no me gusta que me mire cuando me pongo roja como un tomate.

Estamos en el patio por unos minutos más, hasta que mi mamá me llama para ir a casa, y me despido de mi mejor amigo.

***

Voy en el asiento trasero del auto, estoy por quedarme dormida, pero no puedo, solo se escuchan las ruedas del auto frenar y luego el ruido del choque inevitable.

Estella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora