¿Se puede considerar Hogar?

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Capítulo #3

El avión aterrizó sin ningún problema. El viaje no fue muy largo, pero me dio un poco de tiempo de recapacitar y procesar un poco las cosa que han pasado durante este último mes

Estamos a punto de salir en del aeropuerto, todavía "escoltados" del hombre de traje elegante cuyo nombre aun es un misterio para mi.
Salimos del gran aeropuerto y no muy lejos de allí estaba nuevamente una camioneta negra, como la que nos recogió en la casa,"tan lustrosa y reluciente", el hombre se acercó a la camioneta, nos abrió la puerta trasera, yo monté sin protestas y luego mi padre detrás de mí.
Dentro de la camioneta en el asiento de piloto de igual amanera había otro hombre,trajeado,moreno y rapado, mientras que el otro era,piel bastante pálida, musculoso y abundante cabello.

Mientras nos dirijamos a nuestros destinos observada por la ventanas, y no está demás decir que era un lugar bastante agradable, nada fuera de lo común.

La ciudad es hermosa, me gusta bastante, creo que estamos recorriendo el centro de la ciudad o algo así.
Luego de unos 5 minutos, tomamos una de las avenidas o vía principales, luego nos dirigimos por una carretera hacía el este hasta girar nuevamente a la izquierda en una avenida.

Sentí que algo vibraba en el bolsillo de mi chaqueta negra, bajé la mirada y metí mi mano en el bolsillo para sacar el teléfono, vi que mi mejor amiga me mando un correo, no me moleste en ver que era, luego tendría tiempo para ello, saqué mis audífonos del bolsillo interno de mi chaqueta y me puse a escuchar música, Apoyé mi cabeza en el respaldo y cerré mis ojos por unos minutos tratando de solo pensar en la música electrónica que inundan cada rincón de mi cabeza.
Pasaron unos 15 minutos y abrí los ojos, estábamos en un lugar muy elegante, todo era bastantes hermoso y se notaba las diferencias de clases sociales, pues, las casas eran enormes cada ves que avanzábamos mas. El auto fue perdiendo velocidad hasta que paramos frente a una casa muy hermosa, con un jardín delantero hermoso muy bien cuidado, tenía un aspecto clásico como me gustaba, pero a la ves, moderno, era una de esas casa que al verla captaba tu atención por completo.

Bajé del auto y miré la casa de un mejor ángulo, mi padre se paró a mi lado y preguntó:

—Que tal te parece?—preguntó con una sonrisa en el rostro, sabía que me gustaba, y eso era la causa de su sonrisa—  De verdad espero que te guste— y caminó hacia la entrada principal.

Trataba de esconder el entusiasmo para que no se diera cuenta que me gustaba mas de lo que en realidad lo hacia, lo seguí, y para cuando me paré en la gran muerta al lado de mi padre, el tocó el timbre, me confundí un poco, ya que pensé que era nuestra, y no tapé muy bien mis desencantos, ya que mi padre me miró y fruncio el ceño mientras me miraba de reojo. No pasó mucho tiempo para cuando una mujer no muy mayor, rubia y vestida muy elegante, falda azúl ceñida a su delgado cuerpo hasta las rodillas y una blusa blanca abriera la puerta.

—Señor Smith, un gusto— dijo muy educada—"señorita, — dijo con un ligero movimiento con la cabeza, mi padre le estrechó una mano y ella lo recibió con mucha educación.

Ella se hizo a un lado para dejarnos pasar. Si pensaba que la casa era linda por fuera, en su interior era el lugar perfecto, muy hermosa, moderna y clásica, tenía un ambiente hogareño, tenia todo, pero a su ves nada (Simple y Hermosa).

La mujer nos mostró la casa, sus dos grandes plantas. La planta baja contaba con 1 habitación, 2 baños (uno en el cuarto y uno de invitados), un despacho para mi padre, una cocina grande y espaciosa, un comedor, la sala de estar, la sala de invitados, y una piscina en le patio trasero de la casa. En el piso superior de la casa habían tenía 3 habitaciones que incluían sus baños. Dos de las habitaciones tenían vista hacia el patio trasero de la casa y 1 que según era la mas grande del piso superior, daba con el jardín o patio delantero de la casa.

—Espero que estén cómodos un su nuevo hogar, Señor y señorita Smith— dijo la mujer dirigiéndose a la puerta de salida, y mi padre tras ella.

—Muchas gracias, Elena— dijo mi padre despidiéndose, con una sonrisa, me daba la cesación de que mi padre ya conocí la casa como la palma de su mano.

—Un placer, señor Smith— dijo, con una amplia sonrisa y se fue.

Mi padre cerró la puerta y suspiro. Caminó hasta donde me encontraba y se sentó en el sillón de al frente de donde estaba sentada yo para poder estar cara a cara.

—¿Que te parece?—preguntó con media sonrisa , lo miré a los ojos y vi que me mirada con cautela, como si de un momento a otro fuera a decir algo que el sabía, que yo por mi parte  desconocía , luego observé ligeramente a la casa y volví a mirarlo.

— Me parece muy grande—dije, vi en sus ojos que no era la respuesta que el quería escuchar, pero a su ves mostraba cierto alivio, ademas se había esforzado para que me sintiera cómoda en esta casa, así que añadí— Y es muy linda.

Sonrió levemente —No te preocupes hija, todo va a estar bien. Se que no te arrepentirás de intentar estar estar aquí, y sé que alguna vez vas a considerar esto un hogar.— suspiro he hizo silencio por unos minutos.

—Es pero que lo entiendas algún día — añadió con tristeza.
Frunci el seño y lo miré.
—¿Entender que cosa?— pregunté.
Me miró, y vi que estaba un poco  sorprendido por lo que el acababa de decir, se levantó de sillón y se frotó las manos con un poco de nerviosismo y luego sonrió, para luego preguntar:

—¿Quieres ir por un helado?— preguntó, a lo que yo me levanté a toda prisa con una expresión radiante.

—¿Donde te espero? — ¿Mi debilidad? El helado

Solo eso podía hacer que me olvidara todo.

Estella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora