Como aquel dicho que dice:
"no hay más ciego que el no quiere ver"Pero es que siempre queremos ver, cinco sentidos y ninguna igualdad entre ellos.
Por eso dicen que para sentir uno, plenamente, debes de olvidar los otros 4.
A mí no me hizo falta..
Mi olfato se había impuesto sobre todos los demás sentidos aquel día cuando llegaba de madrugada a casa, aquel día que venía de estar contigo.
Recuerdo cómo soñé despierta y viví dormida.
Recuerdo cómo me inundaba tu olor y como me hundía o ahogaba en tu amor.
Recuerdo que te quería y no me hacía falta ni verlo, ni tocarlo, ni olerlo,
ni nada.Porque lo sabía igual que sabía que el paso de las horas nos traería la cruda realidad de nuevo.
La jodida realidad de dos amigos en el día y dos amantes en las noches de locura.
Sí, locura.
Aquella sensación en la que nos permitíamos dejar a un lado el miedo para ocupar todo el resto con un "nosotros" siempre muy desconocido.
Me quieres, te quiero.
Lo sé, lo sabes.
Lo saben.
Y aún así seguimos jugando a este juego de roles, a este juego de horas, a este juego de un par de condenados cobardes que solo buscan esconder un amor que lo despeja todo,
hasta el mejor escondite.