Hoy le he visto volver,
sí, hoy he vuelto a ver cómo volvía el amor a mi vida y yo no huía por la puerta de emergencia de atrás.
He vuelto a sentir ese zoológico en mis entrañas que creí extinguido hace mucho.
Mi corazón ha dejado su estado de invernación, su caparazón y ha vuelto a latir como hacía mucho que no lo hacía.
He comprendido que toda herida siempre cicatriza aunque quede cicatriz.
Y que las cicatrices te hacen sexys para algunos ojos. Y sobre todo para los míos delante del espejo.
He aprendido a enseñarlas como prueba de las aventuras que he ido viviendo, como aquel soldado muestra sus heridas en combate.
Simplemente he vuelto, he vuelto en mi más sentido yo y que bien sienta.
Que si, que lo sé.
Que sé que volveré a llorar a reír y a ostiarme ¿pero qué clase de vida estaría llevando si no?
Bueno si es que eso no es estar muerta...
¿Pero sabéis que es lo mejor?
Que ya no fuerzo mi vista para intentar ver el final, ya no me escondo o protejo para no sufrir, ya no pienso tanto,
solo pienso en mi.
Pienso en todo lo que voy a disfrutar del camino, túnel o como quieras llamarlo.
Ya no busco túneles con luz al final, buscó ventanas construidas a golpes por mí misma en mitad de él. Busco soplos de aire fresco y busco tormentas en días soleados.
Busco vivir y siento que el juego
ya
ha
empezado
Dime
¿te unes?
