Había una vez...
Un Reino llamado Novokabirsk que, a pesar de sus bajas temperaturas, era muy próspero y su gente era feliz bajo el mandato de un amable Rey y una dulce Reina.
Como la ley lo requiere, los reyes tuvieron un único hijo que se convirtió el heredero directo del trono, el joven Yuri.
Las doncellas de la corte adoraban al Príncipe, lo llamaban el futuro Rey del Sol porque sus cabellos eran dorados y su sonrisa iluminaba en los inviernos más crudos de Novokabirsk.
Para cuando el Príncipe no tenía más que diez años, el Rey y la Reina perecieron en una dura helada de viaje a algún reino lejano para establecer relaciones comerciales.
El pueblo lloró por días, semanas y meses; su hermosa Reina no era más que un par de huesos en el vasto desierto de Sibír, y su Rey ahora era alimento para los buitres.
Yuri, el joven Príncipe, no fue ajeno al dolor. Devastado y con el destino de un enorme Reino colgando de sus manos tuvo que endurecer su juvenil corazón, por miedo a que volviese a sentir un dolor tan fuerte como el de la muerte de sus padres.
No importaba que los criados y los consejeros lo mimaran por doquier. Tampoco importaba que hubieran venido representantes de reinos y cortes lejanas a llenarlo de regalos para levantar sus ánimos. El Príncipe quería vengar la muerte de sus padres, pero como no había un verdadero villano al que culpar decidió echarle la culpa al mundo.
Y el Reino lo pagó con creces.
Gobernando a través de una Reina regente hasta su mayoría de edad, el Príncipe impuso su ley de hierro, dolor y sangre sobre sus habitantes. Mientras su castillo se llenaba de oro y bellezas, la gente del pueblo se moría de hambre y tristeza.
Durante un baile temático en particular, el futuro niño Rey tuvo una inesperada visita, que no reconoció de nada.
Un anciano de cabellos plateados y ropas andrajosas le pidió que por favor alojase al joven enfermo que lo acompañaba en su viaje. La helada en la noche sería terrible y el chico no sobreviviría.
El Príncipe observó al muchacho: sus rasgos eran de otro Reino, uno enemigo del suyo. Definitivamente no lo quería en su palacio y decidió que echaría a aquellos dos, además de hacerlos pagar por interrumpir su asombrosa fiesta.
Lamentablemente las cosas no acabaron en eso. Yuri no sólo se negó a dar asilo al muchacho enfermo y al anciano, sino que se burló en sus rostros de sus desdichadas vidas y ostentó todo cuanto él poseía.
El anciano entonces le ofreció unas semillas mágicas a cambio de que los alojase. De ellas crecería el rosedal más hermoso de todos, y al cual Yuri podría pedirle un favor cuando fuese Rey.
Por supuesto el Príncipe quiso cambiar de opinión ante aquello, pero el anciano tenía otros planes ocultos.
La fiesta se detuvo cuando el viejo de ropas sucias se transformó en un hombre hermoso, que brillaba con la misma luz de la luna. El chico a su lado se curó de su palidez y se transformó también en un ser de divina belleza.
Reconoció el rostro del Hombre Plateado, entonces. Era el antiguo brujo del fallecido Rey, que gobernó con amor a su lado.
Yuri quiso disculparse de inmediato. Al brujo no le importó, y le dijo que por más de que se disculpase toda la vida él no dejaría de ser un niño egoísta, interesado y que poco le importaba su gente.
Una maldición brotó de sus labios. La gente huyó despavorida tras oír las palabras del viejo y hermoso brujo de nombre Viktor:
"Por la maldad y odio en tu corazón te condeno a que te conviertas en tu exterior en la más cruel de las bestias. Por tu codicia en las semillas mágicas, ahora te las obsequio: tu plazo para revertirlo todo durará hasta que muera la última de estas rosas que crecerán en tu jardín y que será lo único bello en el Palacio. Por toda tu gente que te permitió sembrar el dolor en Novokabirsk, los maldigo a arrastrarse como animales y pagar por la poca humanidad que les queda.
Si encuentras a alguien con un corazón tan duro como para no haber amado en más de veinte inviernos, no lo dejes ir. Ablanda tu corazón porque deberás ablandar el suyo. Y así la maldición del Rey Bestia llegará a su fin".
El brujo desapareció sin dejar rastro, pero su compañero no. Convirtió a los criados y nobles en las más horrorosas cruzas de todas las criaturas que caminaban por Novokabirsk.
Y al Príncipe Yuri, futuro Rey, lo condenó a ser un monstruo, de adentro y de afuera, al acecho de una jovencita o un muchachito que pudiese hacer ojos ciegos al horror que su pasado, presente y futuro acarrearían para toda la eternidad.
"Korol Zver (El Rey Bestia)",
Cuento popular en Novokabirsk.
¡Nueva historia! Se que el prólogo no dice mucho pero estoy emocionada por empezar este pequeño proyecto :) Más ahora que con el estreno de la peli live-action de la Bella y la Bestia ha vuelto a cobrar mucha popularidad.Les comento que este fic tendrá mucho Otayuri, un poco de Victuri, Seungchuchu, SaraxMila, LeoxGuang ¡Y quizás hasta más! También los clásicos personajes arquetípicos serán presentados aquí ¡Incluso Gastón! Pero no tendrá el rol que todos conocemos (y odiamos) ;)
Este es un pequeño vistazo. No se cuando subiré el primer capítulo pero prometo que será pronto. Quienes ya me hayan leído sabrán que adoro publicar diariamente, así que no los haré esperar.
¡Besos a todos y nos vemos pronto!
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Thorns and All [Otayuri] - YURI ON ICE
Fanfiction[AU DE LA BELLA Y LA BESTIA] En el grandioso Reino de Novokabirsk había un joven rey, o al menos eso decían las leyendas: nunca nadie lo había visto salir de su inmenso y misterioso castillo en la cima de la colina. Lo único que el pueb...