Capítulo 10

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Tuvo muchos sueños en los últimos días

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Tuvo muchos sueños en los últimos días. Los sueños eran una forma de que no sintiera los dolores de su cuerpo terrenal, a menos que se trataran de pesadillas; que había tenido algunas, claro. El primer sueño que vino a su mente al despertar fue más bien un recuerdo. No había sido un hecho relevante en su vida y raramente se acordaba de ese día.

Estaba en su pequeño hogar tocando la vieja balalaika que JJ había conseguido, sirviendo de música ambiental para su hermano y su amiga en aquel entonces, Isabella. Le estaba enseñando a bailar, fallando bastante y con los pies amoratados de tanto que la pisoteaba. Eso no era impedimento para que ella riera. Otabek no sabía muchas cosas del amor, pero mirarlos reírse como si no hubiera nadie más en el mundo debía ser algo de eso definitivamente.

-¡Ouch! ¡JJ! Podrías tener más cuidado -dijo entre carcajadas.

-No puedo concentrarme si tengo a tan preciosa mujer enseñándome -sonrió mostrando su blanca sonrisa. Hizo girar a Isabella antes de sujetar firmemente su cintura.

-Eres un mentiroso -le espetó con las mejillas sonrosadas-. Te apuesto a que Otabek es mejor que tú.

-¡Nadie puede ser mejor que yo, ni siquiera Otabek!

Soltó cuidadosamente a Isabella -aunque eso no evitó que le pisoteara un poquito los dedos- y se acercó hasta Otabek, alzando la palma de su mano para que le entregara el fino instrumento de cuerdas.

-No creo que sea una buena idea -declaró.

-¡No seas gallina! Si Isabella me ha enseñado a bailar a mí...

-Técnicamente aún no sabes -intervino ella acomodándose los mechones de cabello fuera de la sudada frente.

JJ la ignoró olímpicamente, pero podía ver cómo le brillaban los ojos de solo oír su voz.

-Vamos, Beka, ¿cómo harás en mi boda si no sabes bailar?

Esta vez fue Isabella la que ignoró al chico, mirándose distraídamente sobre el sucio espejo que tenían en la casa. Pero aunque lo hiciera acabó sonriendo como joven enamorada ante sus palabras.

Otabek suspiró y le entregó la balalaika, casi estampándola contra el pecho de JJ. Odiaba siempre acabar haciendo todo lo que él le pedía. Pero le encantaba saber que al menos su hermano era un poco más feliz cuando obtenía lo que quería.

Con los colores subiéndole al rostro se acercó hasta Isabella, ofreciéndole una mano para bailar. No es que a Otabek le gustase la novia de su hermano. Ella era muy guapa y simpática, sí, pero a Otabek le daba un poco de pena casi cualquier contacto con alguien que no fuese su hermano. Estaba aprendiendo a acostumbrarse. JJ lo ayudaba un poco pero su personalidad tan abierta y burbujeante a veces lo llevaba a hacer cosas que eran muy apabullantes para él.

-Me tienes que agarrar de la cintura -rió ella al verlo debatirse.

-Eh, sí.

Otabek hizo lo que Isabella le pidió y le sorprendió que fuese tan fácil sostener a alguien más pequeño que él. Casi, casi podía entender la fascinación de JJ.

Thorns and All [Otayuri] - YURI ON ICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora