La rabia bullía en su interior mientras se dirigía al bosque, con toda la horda enfurecida de aldeanos sedientos de sangre y de venganza.
La Señorita Rubí seguía chillando pero lo hacía de una manera completamente enfurecida, casi como si supiera lo que se avecinaba. Ella arrojó una llamarada fuego al aire en cuanto escuchó a JJ acercársele. Lo odiaba, lo aborrecía como probablemente nunca había odiado a un humano pero aquel bicho seguía tenía total control sobre ella.
-Cambio de planes, mi pequeño monstruo -le gritó JJ con un sádico júbilo- ¡Desátenla!
Con cautela, los más fortachones de su tropa se acercaron a las pesadas cadenas que ataban a la áspid. Ella se moría por calcinarlos un poco antes de tragárselos enteros pero estaba bajo la merced de JJ. A pesar de que pronto estaría liberada de las cadenas seguía siendo una criatura cautiva.
-Pero Señor JJ, ¿y si su hermano tiene razón? -inquirió Minami a su lado mientras se mordía una de las uñas- ¿Si es todo un malentendido?
-¿Acaso estás teniendo compasión, larva? -rió JJ- ¿Debo recordarte que si no paramos esto tú podrías ser un tributo en cualquier momento?
-Solo me parece que nos estamos precipitando...
Minami se detuvo y miró al tormentoso cielo. Unas horas antes había sido una preciosa noche despejada, llena de estrellas pero en ese momento el cielo parecía a punto de hacer estallar el mundo con sus truenos y relámpagos. Las pesadas gotas de lluvia no tardarían en caer. JJ rechinó los dientes, suponiendo que aquello no podía ser más que obra de alguna magia demoníaca del interior del castillo.
-¡Va a morir mucha gente! -chilló el más joven para ser oído a través de los estruendos- ¡Quizás ni siquiera usted sobreviva!
-¡Isabella podría estar en ese castillo! ¡He preparado demasiado todo esto como para que se vea aguado por ti!
-¡Pero Señor JJ...!
Jean puso una mano sobre el hombro del chico y lo arrojó de un empujón al enlodado suelo del bosque. Minami se retorció de dolor a causa del impacto.
-Si quieres ser un gallina, allá tú. No necesito cobardes en mi ejército, Minami.
La mirada furibunda que el muchacho le dedicó jamás la olvidaría. Sus ojos parecían querer arder en llamas, del mismo rojo que colgaba de uno de sus mechones de cabello. JJ no quiso darle demasiada importancia a lo que un niño sentía y avanzó hacia su áspid.
Ella le siseó con furia al sentirlo trepar por los árboles para así lograr encaramarse sobre su lomo. Y siguió quejándose en cuanto finalmente lo hizo, sujetándose de su piel hecha de cristales.
-Quiero que hagas arder el bosque entero, bestia -dijo con una sonrisa-. Ábrenos el camino.
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Thorns and All [Otayuri] - YURI ON ICE
Fanfiction[AU DE LA BELLA Y LA BESTIA] En el grandioso Reino de Novokabirsk había un joven rey, o al menos eso decían las leyendas: nunca nadie lo había visto salir de su inmenso y misterioso castillo en la cima de la colina. Lo único que el pueb...